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Zapatero descarta nuevas leyes educativas

Apuesta por devolver el prestigio y la autoridad a los maestros

GONZALO LÓPEZ ALBA

Ambición de futuro y confianza en la capacidad de España para conquistarlo desde los valores de la izquierda es lo que intenta transmitir José Luis Rodríguez Zapatero desde que comenzó a desgranar los contenidos de su programa electoral, en un rosario de actos que se prolongará hasta el 27 de enero. Ayer, más si cabe.

'Si, fieles a nuestra mejor tradición, nos proponemos luchar por la desaparición de las desigualdades, sean producto del origen familiar, social o territorial, sean por la condición de género o por cualquier otra, en ningún lugar podremos ser más eficaces que en la escuela'.

Pero no sólo eso.

'Si nos planteamos situar a la economía de nuestro país en una posición de vanguardia entre las más desarrolladas en la sociedad del conocimiento, necesitaremos la formación intensa de recursos humanos, el elemento más estratégico, la única materia prima inagotable'.
Así pues, a juicio del PSOE, 'España y los españoles se juegan como nunca su futuro con la consecución de un sistema educativo y de una formación del primer nivel de calidad'.

Para alcanzarlo, Zapatero descartó nuevas leyes educativas al entender que la prioridad ahora es dar 'estabilidad' al modelo educativo, una vez que está 'establecido el marco normativo, fijadas las metas y asumido el compromiso financiero'. Esa estabilidad, según el líder socialista, 'no consiste ahora en otra cosa que en atender con todo nuestro esfuerzo a los objetivos concretos de proporcionar más formación, de mayor calidad, a más jóvenes y durante mayor tiempo'.

La fórmula del éxito

Y esa atención pasa, de manera decisiva, por devolver a los profesores el prestigio social y la autoridad perdidas. 'Debemos, y este es el ingrediente clave de la única formula posible de éxito, otorgar a los profesores los medios para que cumplan su insustituible papel en el aula y en los centros, considerarles y reconocerles como se merecen, incentivarles en su formación y en su carrera docente', subrayó Zapatero.

En este punto no olvidó mencionar también la necesidad de 'reforzar la disciplina, la seguridad y la convivencia' en las aulas.

Así, si consigue revalidar la mayoría en las urnas, 'la tarea fundamental' que se plantea para la próxima legislatura es 'diseñar los planes de estudio de todas las ramas del saber con criterios nuevos que nos exigirán a todos -administraciones, profesores, estudiantes- apertura de miras, rigor y abandono de intereses personales'.

Con este planteamiento, el PSOE quiere que la educación sea consustancial al nacimiento -prometió crear 300.000 plazas de escuelas infantiles para niños de hasta tres años-, combatir el abandono escolar, propiciar un salto de calidad en el sistema universitario -fijó como objetivo elevar su financiación hasta el 1,5% del PIB con cofinanciación del Estado y las comunidades autónomas- e incentivar el talento de los mejores, con especial atención a la lengua, las matemáticas y los idiomas.

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