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Zapatero promete 2 millones de empleos y 1.500.000 viviendas

Elude precisar su propuesta fiscal, que será 'prudente' para preservar las políticas de bienestar

G. LÓPEZ ALBA

Ayer era el turno de las promesas económicas -hoy toca educación y cultura-, y José Luis Rodríguez Zapatero eligió señalar como sus prioridades el empleo y la vivienda.

A modo de fedatarios y avaladores, le flanqueaban a su espalda el vicepresidente económico, Pedro Solbes, y el ministro de Trabajo, Jesús Caldera.

Aunque sus expertos le han dicho que con las tasas de crecimiento previstas para la próxima legislatura -una media del 3%- se darían las condiciones adecuadas para crear 1,6 millones de nuevos puestos de trabajo entre 2008 y 2012, Zapatero apostó por ser más ambicioso y elevó el objetivo hasta los 2 millones.

Su segundo gran compromiso fue la promoción de 1,5 millones de viviendas de protección oficial -600.000 en alquiler-, a construir en diez años (2008-2018). Con esta medida se espera no sólo contribuir a solventar los problemas de acceso a viviendas baratas, sino también evitar un frenazo brusco en el sector de la construcción, aunque el Gobierno asegura que ya se ha producido un cambio en el modelo de crecimiento, de forma que 'es ya un tópico antiguo' calificar 'del ladrillo' la economía española.

Pensiones, subida inconcreta

En la clausura del foro programático sobre economía organizado por el PSOE, Zapatero evitó concretar la cuantía de su compromiso genérico de mejora de las pensiones mínimas -el líder de la oposición, Mariano Rajoy, comprometió tres días antes una subida mensual de 150 euros para un millón y medio de jubilados-.

Tampoco desveló cuál será su propuesta fiscal. A lo más que llegó fue a decir: 'Seremos, en tan sólo dos años, el país con menos deuda entre las principales potencias económicas del mundo. Esta situación nos permitirá abordar reducciones fiscales consistentes y prudentes para no poner en riesgo la viabilidad de las políticas de bienestar que llegan a la mayoría de los ciudadanos y el valor que tienen los impuestos en un sistema democrático'.

Zapatero, tras calificar de 'apabullantes' y de 'etapa dorada' los resultados económicos de la legislatura, puso el acento en que 'la llave de nuestro futuro' es mejorar la productividad y 'volcarnos en la economía del conocimiento'. Entre los retos del futuro, destacó el progresivo envejecimiento de la población.

La CEOE, aliada frente al PP

No desperdició la oportunidad para sacudir al PP donde más le puede doler: 'Nosotros tenemos confianza en la economía española. Confían nuestros empresarios, con el presidente de la CEOE a la cabeza, que ha alertado del efecto pernicioso de los agoreros. Ya saben que el pesimismo nunca creó un puesto de trabajo'. Y remató con la Asociación Española de la Banca, que opina que el crecimiento seguirá siendo 'vigoroso'.

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