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Zapatero: "Vengo a Bilbao a a celebrar la victoria de Patxi"

El presidente del Gobierno asegura que la de López va a ser una victoria 'limpia, noble, una victoria de un hombre cabal'

GONZALO LÓPEZ ALBA

Los socialistas calculan que hay un 20% de electores vascos que tienen decidido acudir el domingo a las urnas, pero todavía no han resuelto a quién votar. Estos indecisos se han convertido en el objetivo del último esfuerzo de campaña, que Patxi López cerrará hoy con un recorrido al estilo Obama, desde su localidad natal (Portugalete, Vizcaya) hasta Vitoria, donde está la sede del Gobierno vasco.

A dar el último empujón acudió ayer José Luis Rodríguez Zapatero a Bilbao, donde el PSE celebró el último y más multitudinario mitin de su campaña, con unas 5.000 personas que llenaron el pabellón de La Casilla. Para realzar la condición de alternativa de Patxi López, el presidente del Gobierno asumió por iniciativa propia el papel de telonero del candidato –“Patxi está inmenso”, argumentó–.

Y acertó en su intuición Zapatero porque si el auditorio estuvo entregado con él, Patxi López lo levantó de sus asientos con un vibrante y encendido llamamiento final: “¡Ha llegado la hora. Ponte en pie. Levanta la voz. Llena las urnas de alas para volar, de papeletas por el cambio, para hacer de Euskadi la tierra de todos. Esta vez, sí. Hazlo por ti, porque te lo mereces. Ya hemos sufrido demasiado. Ahora toca ser libres y vivir con dignidad!”.

A pedir un “empuje final para una mayoría clara” que garantice “un Gobierno fuerte” se aplicó Zapatero. Lo hizo insuflando ánimo de victoria a los simpatizantes socialistas desde el primer minuto: “Vengo a apoyar a Patxi. Pero, ante todo, vengo a celebrar la victoria del domingo”, dijo el presidente, y el auditorio estalló en un entusiasta “¡oé, oé, oé!”.No le pareció suficiente e insistió: “Esta vez lo vamos a vivir. La victoria y el cambio llegan el domingo. Hemos sabido esperar y ayudar desde la oposición. Ahora, la gran mayoría va a dar esta oportunidad histórica para demostrar cómo se gobierna mejor y para todos” .

Zapatero apeló de manera singular a los jóvenes, que siempre son determinantes en los cambios de ciclo político, y a “la margen izquierda”, donde se concentra buena parte del electorado socialista, al que reclamó un apoyo cerrado para convertir en lehendakari a “un hijo de un trabajador”.

El líder del PSOE subrayó que el domingo no se elige “entre nacionalistas y no nacionalistas, sino entre futuro y pasado”, y eso ocurre cuando “con Ibarretxe hemos perdido cuatro años para la convivencia y el progreso de Euskadi”. Agregó, con tono contundente, que “todos los vascos, y los cobardes de los violentos, deben saber que nada ni nadie nos va a detener hasta alcanzar el fin de la violencia”.

El candidato del PSE, que arrancó su intervención en euskera, reivindicó que los socialistas son “los únicos capaces de dialogar y entendernos con todos”. Y se postuló como el candidato “capaz de recoger el legado de lo mejor de esta tierra, del lehendakari Aguirre y del lehendakari Rubial”. José Antonio Aguirre, del PNV, fue el primer lehendakari, y Ramón Rubial, del PSE, presidió el Consejo preautonómico tras la reinstauración de la democracia. A ambos se refirió como ejemplos de la capacidad de “sumar para avanzar”.

López reivindicó la memoria de las víctimas de ETA como una “llama incombustible” para construir “un país sin odio, pero sin olvido”, y recordó con pasión que “he llorado con las víctimas, porque yo también me desangraba”. “Sé lo que es levantarse cada mañana y arriesgarse para defender a los demás”, enfatizó con tono sentido.
Los militantes socialistas salieron del acto exultantes, algunos con lágrimas en los ojos. Los dirigentes, convencidos de haber presenciado “un mitin histórico” y de que “está vez sí, es posible”.

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