Frente a la virulencia de las cargas policiales del 1-O, el exministro del Interior de la época opta por repetir que los más de 6.000 policías y guardias civiles enviados a Catalunya a finales de septiembre de 2017 iban "en auxilio" de los Mossos d'Esquadra.

Juan Ignacio Zoido, hoy diputado en el Congreso, ha comparecido este jueves ante la Sala de Lo Penal del Tribunal Supremo, responsable de juzgar el procés, para huir de la autocrítica y defender la labor de los agentes, y para incidir en que, si no pudieron evitar las votaciones en varios colegios en la jornada del referéndum fue porque los Mossos d'Esquadra "no se vieron ese día, por lo que me dicen". Los policías y guardias civiles, según su relato, sólo tenían previsto intervenir salvo "ineficiencia, ineficacia o imposibilidad" de actuación de los Mossos.

El máximo responsable de la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado reconoce que ni siquiera sabe "en cuántos colegios" se dio esta situación de supuesta ausencia, si bien responsabiliza de la violencia desatada por los operativos policiales bajo su mando a los propios Mossos, pero también a la Generalitat. Además, preguntado por quiénes dieron las órdenes que le competían a su Ministerio, afirmaba que el coordinador de estas operaciones fue Diego Pérez de los Cobos, coronel de la Guardia Civil, citado a declarar como testigo el próximo lunes.

"Yo no di la orden de qué tenían que hacer ni cómo lo tenían que hacer", se defendía, para luego insistir en que, quienes dieron las órdenes fueron "los operativos". Llegó a asegurar que nunca ha diseñado un operativo, y que esto es habitual entre los ministros de Interior. 

Según su relato, los agentes intervinieron porque los policías catalanes no habían actuado "prácticamente en ningún colegio",  que el dispositivo desplegado era "totalmente insuficiente", y que debieron retirarse de los colegios por la falta de apoyo: "No había Mossos que pudieran tomar un posible relevo".

En segundo lugar, y en lo que respecta a la Generalitat, Zoido sigue la estela del expresidente y la exvicepresidenta del Gobierno, Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría, para descargarse de toda responsabilidad: ​"A veces he pensado qué hubiera ocurrido si no se hubiese alentado, si no se hubiese facilitado que se celebrara ese referéndum ilegal". "Qué hubiese sucedido" si, "en lugar de los 6.000 y algo o 7.000, hubiese estado el número de Mossos que se suele establecer. Hubiera sido totalmente distinto", apostillaba. 

A preguntas del abogado Xavier Melero, defensa del exconseller de Interior Joaquim Forn, Zoido ha repetido el guión mantenido hasta la fecha, para asegurar que la actuación de los agentes fue "proporcionada, dadas las circunstancias". Los miembros de la Policía Nacional y la Guardia Civil criticaron, además, su hacinamiento en dos barcos. Uno de ellos era el Moby Dada, popularmente conocido como Piolín, por las imágenes de este y otros personajes de dibujos animados que lucía en su casco. 

Zoido justifica el uso de las pelotas de goma que dejaron ciego a un hombre el 1-O: "Fue para salir de allí"

Además, Zoido ha repetido el "no lo sé" en multitud de ocasiones, también ante las preguntas del letrado Benet Salellas, abogado de Jordi Cuixart, líder de Òmnium Cultural. Sobre las pelotas de goma prohibidas por el Parlament, a cuya utilización renunciaron los Mossos en 2014, Zoido ha abandonado esta coletilla para entrar en el caso concreto del hombre que perdió un ojo por uno de estos disparos: "Si tuvieron que utilizar este arma fue para poder salir de allí", esgrimía, justificándolo: lo hicieron tras "recibir el lanzamiento de una valla".​

El apoyo de la fiscal y el poco "colaborador" Trapero

Zoido se ha mostrado dubitativo durante toda su declaración, también ante las preguntas de la fiscal Consuelo Madrigal, exfiscal general del Estado. Después de reconocer ante Melero que no tenía constancia de que hubiera armas largas en los coches de la Guardia Civil de la protesta del 20 de octubre de 2017, ante la Consellería de Economía de la Generalitat, Madrigal llegó en su auxilio para hacerle preguntas mucho menos incómodas.

Zoido calificó este despliegue como "muy complejo", tildó de "escudos humanos" a los ciudadanos que intentaron impedir la actuación policial el 1-O, y les acusó de ejercer "una resistencia activa organizada", para impedir a los agentes "cumplir su actividad". 

Según su relato, y pese a que el entonces Major de los Mossos, Josep Lluis Trapero, "no era muy colaborador", a él le transmitieron que los Mossos cumplirían con su labor, si bien conforme se acercaba el 1-O comenzaron a asaltarle las dudas.

¿"Piensa que la ineficacia o inoperatividad de los Mossos fue deliberada?", llegaba a preguntar Madrigal, que inmediatamente después fue reprendida por el presidente de la Sala, Manuel Marchena.

"Donde no hubo impedimento a la Policía no paso nada"

En casi dos horas de declaración, Zoido ha insistido en la misma idea, pero con distintas palabras. Ante la última pregunta de Madrigal, el exministro insistía. "En aquellos lugares donde no hubo ningún impedimento no pasó absolutamente nada". "En los sitios donde hubo problema, tuvieron que hacer uso de una forma proporcional de la fuerza, incluso con heridas para los agentes". "Tuvieron una actuación destacada, incluso en condiciones adversas para ellos", zanjaba.