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5 trucos de meditación antiestrés

Compartimos contigo algunos trucos que te ayudarán a gestionar y combatir la presión y el estrés laboral. Apunta el que mejor te funcione y ponlo en práctica.

El verano ya ha quedado atrás y estamos imbuidos de responsabilidades, trabajo, estudios, tareas del hogar… así que en más de una ocasión el estrés habrá hecho su aparición y nos sentiremos agobiados y desbordados.

Pero por el bien de nuestra salud, es necesario aprender a controlar ese estrés y mitigar sus efectos en nuestro cuerpo y nuestra mente para no acabar con algún problema más o menos grave. Para ello, hoy vamos a proponerte algunos trucos para meditación antiestrés que te ayudarán a gestionarlo.

Reserva unos minutos para ti

Meditación Antiestrés

Tal vez esto te parezca inútil, pero te aseguramos que no lo es. En el ritmo frenético de tu día a día, reserva un instante para ti. Cuando veas que te sientes con ansiedad o que el pulso está muy acelerado, busca un lugar donde estar tranquilo y a solas para meditar. No importa dónde.

Puedes ir un momento al cuarto del café o al de los archivos en la oficina, asomarte un instante a la entrada del comercio, sentarte en la cocina de tu casa si teletrabajas o ir a un parque. El lugar no importa demasiado siempre que estés tranquilo. Elígelo en función de tus posibilidades y olvídate del teléfono móvil.

Se trata de estar a solas contigo mismo y poder relajarte y disminuir el ritmo cardíaco. Si disfrutas con la música, no dudes en ponerte los cascos y escuchar alguna canción o melodía que te relaje y aísle todavía más del mundo durante ese breve instante en que recargarás energías antes de volver al trabajo.

Regula la respiración

Ya sea en ese instante de soledad o incluso en plena faena en la que puedas detener tu labor durante unos minutos, lo más importante a la hora de combatir el estrés es regular la respiración, así que en esta materia la meditación es sumamente importante.

Si practicas algún deporte como yoga no te será difícil hacerlo, pero si no es así, deberás acostumbrarte para lograr obtener los mejores resultados en el menor tiempo posible.

Toma aire profundamente por la nariz y siente cómo tu pecho se va hinchando durante unos 4 segundos. Luego suelta poco a poco el aire por la boca. Realiza estas respiraciones profundas entre 3 y 6 veces. No necesitas más. Es suficiente para disminuir el ritmo cardíaco y sentirte algo mejor.

En realidad, la técnica de respiración profunda es la mejor forma de controlar el estrés en cualquier caso, ya sea a nivel personal o laboral, e incluso en el médico si estás esperando unas pruebas o te pones muy nervioso y ansioso ante determinados facultativos. Es especialmente útil cuando notes que vas a estallar o hay algo que te está sacando de tus casillas. Para un segundo, respira y vuelve a controlar la situación con la mente y no con las emociones en caliente.

Visualizaciones positivas

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Pxhere

Otro truco de meditación para cuando no puedes parar demasiado en el trabajo es visualizar imágenes o rememorar sensaciones positivas que provoquen una reacción agradable en tu mente y tu cuerpo. Pueden ser recuerdos que te hacen sentir mejor, pero también imágenes de lugares que te tranquilizan, como el bosque, la playa, la sensación de estar ante la chimenea un día de pleno invierno…

Elige bien aquellas sensaciones, imágenes y recuerdos a los que agarrarte, pues solo te pueden provocar alegría. Si escoges alguno que te causa tristeza, conseguirás todo lo contrario a lo que necesitas.

Esto vale de igual modo en relación a los objetos que te rodean en tu puesto de trabajo. Que sean cosas que te hagan sentir bien. De manera que si necesitas agarrarte a una imagen para tranquilizarte solo tengas que detener la vista sobre esa fotografía de tus hijos en el escritorio o en ese paisaje o en ese bolígrafo que te regaló esa persona tan especial.


Camina despacio

Pasear

No hay nada tan reconfortante como caminar. Si necesitamos activarnos y llenarnos de energía, apuramos el paso y caminamos rápido, e incluso es posible que alcancemos esa sensación de comernos el mundo. Pues cuando estamos bajo una situación de estrés o ansiedad, hemos de hacer todo lo contrario, porque apurar el paso nos estresará más, así que debes caminar despacio.

Si vas andando a trabajar, vale la pena que madrugues un poco más y camines despacio hasta llegar a destino. De modo contrario, comenzarás la jornada con una dosis de estrés extra que no te ayudará nada a pasar el día. Además, al regresar con esa marcha lenta a casa, tu cuerpo y tu mente irán desconectando de lo laboral.

Y si el estrés te supera en plena jornada y tienes posibilidad de andar un poco, recuerda usar una marcha lenta. Unos pocos minutos caminando así con un pensamiento positivo es una forma sencilla de practicar meditación antiestrés de forma rápida.

Despierta con tranquilidad

En relación a lo anterior, te recordamos lo que debes tener en cuenta cada día para combatir el estrés: despierta con tranquilidad. Aunque pienses que aprovechar hasta el último segundo para dormir es bueno, no hay nada más contraproducente cuando de estrés se trata. Lo peor es levantarse a toda prisa y poner el corazón a toda máquina porque llegas tardes, no tienes tiempo para coger lo que necesitas con calma y añades un estrés a tu vida personal que ya es importante de por sí en la laboral.

Pon el despertador cinco minutos antes de lo que necesitas, y dedica esos minutos a despertarte tranquilo. Tiéndete boca arriba y deja a tu cuerpo que se vaya despertando con calma. Levántate lentamente y desayuna con tranquilidad. Es un nuevo día. Puede pasar de todo. Y estamos vivos.

Sal a la calle con una sonrisa y no olvides los trucos anteriores por si en algún momento durante la jornada la presión y el estrés te pueden. Seguro que aprendes a gestionarlos.



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