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7 ejercicios para reforzar la memoria

Al igual que trabajamos el cuerpo en el gimnasio, nuestro cerebro también necesita ejercitarse, es la llamada gimnasia cerebral que optimiza nuestros procesos cognitivos. A continuación, os proponemos 7 ejercicios para reforzar la memoria.

Ejercicio físico regular y una dieta saludable, todos conocemos las claves para cuidar el cuerpo. Pero, ¿y el cerebro?, ¿cómo ejercitamos el cerebro, cómo podemos fortalecer nuestra memoria? Nuestro cerebro también necesita ejercitarse, es la llamada gimnasia cerebral que optimiza nuestros procesos cognitivos. A continuación, os proponemos 7 ejercicios para reforzar la memoria. 

Escribe tu historia 

Ejercicios para reforzar la memoria
Ejercicios para reforzar la memoria. Fuente: Unsplash

Comenzamos tomando boli y papel. Escribir —sobre todo a mano porque también trabajamos la motricidad fina— es un excelente ejercicio para reforzar la memoria. Todos tenemos una historia que contar —la nuestra—, unos recuerdos que definen nuestra experiencia. Y llega un momento en la vida en que esos recuerdos empiezan a escaparse: es hora dejarlos por escrito. 

No te preocupes, no tienes que ser un escritor ni conocer las reglas básicas de la literatura para escribir tu historia. Al principio se trata tan solo de llevar al papel recuerdos de tu vida, aunque sean inconexos. Poco a poco, a medida que escribes, te sorprenderás recordando detalles que parecían olvidados: es la magia de escribir que se origina contándonos a nosotros mismos nuestra propia historia, una hermosa forma de recordarnos y hacernos recordar. 

Mira fotografías antiguas 

¿Te falta inspiración para tu historia? ¿No recuerdas bien cómo era aquella casa en la que viviste de niño? Abre el baúl de los recuerdos mirando fotos antiguas. Nuestra memoria visual se pondrá a trabajar, se asociará a otros sentidos y comenzaremos a recordar escenas, conversaciones, aromas y amores.

Es cierto que, en ocasiones, puede ser duro enfrentarse al álbum de nuestro pasado por la nostalgia que siempre conlleva, pero la revisión de fotos antiguas es, ante todo, un buen ejercicio para reforzar nuestra memoria.  

Las palabras encadenadas 

Ejercicios para reforzar la memoria
Ejercicios para reforzar la memoria. Fuente: Belén López Baquero

Vamos ahora con un ejercicio clásico para poner a trabajar nuestra memoria reciente y la memoria verbal. Se trata del juego de las palabras encadenadas en las que los jugadores deben buscar una palabra que empiece por la última sílaba de la palabra anterior. Una secuencia de ejemplos: balcón, contacto, tortilla, llave, venda, etc.  

Una manera de conjugar la memoria verbal con la visual es a través de imágenes en la que debemos relacionar palabras encadenadas buscando el dibujo correspondiente tal y como sucede en esta imagen: 

El test de Raven 

Ejercicios para reforzar la memoria
Ejercicios para reforzar la memoria. Fuente: Wikipedia

¿Lo ponemos un poco más difícil? El siguiente ejercicio para reforzar la memoria se usa principalmente para medir el razonamiento abstracto siendo un test psicométrico clásico en la evaluación de la inteligencia del individuo.

Se trata del test de Raven en el que debemos identificar la pieza que falta en un patrón, generalmente de figuras geométricas. Este test, junto a otros ejercicios de memoria visual como el test de Stroop o los juegos de lógica nos permite exprimir a fondo nuestra memoria y nuestra capacidad de razonamiento.  

Los juegos de parejas 

Otro ejercicio clásico para reforzar nuestra memoria visual es el de las parejas. Existen múltiples variantes de este ejercicio, desde los más sencillos a los más complejos que exigirán por nuestra también poner a prueba nuestro razonamiento. Lógicamente, se aconseja adaptar la dificultad del ejercicio a la edad y la capacidad de cada individuo.  

Los mapas mentales 

Ejercicios para reforzar la memoria
Ejercicios para reforzar la memoria. Fuente: Pixabay

¿Alguna vez has hecho un diagrama de ideas o un mapa mental? ¿No? Pues ya es hora. Los mapas mentales son una excelente forma de reforzar nuestra memoria ya que nuestro cerebro funciona mejor a base de asociaciones visuales y verbales, a menudo propias de cada individuo.  

Además, los mapas mentales y los diagramas de ideas contribuyen a espolear nuestra creatividad y organizar un trabajo o una tarea compleja siendo usados en multitud de ámbitos, desde los negocios a la literatura. En este sentido, un mapa mental es una buena manera de estructurar visualmente una novela… o una autobiografía: teniendo pegada en la pared esta guía visual es más difícil perderse entre tantos recuerdos… 


La memoria olfativa 

Ejercicios para reforzar la memoria
Ejercicios para reforzar la memoria. Fuente: Unsplash

¿Sabías que el olfato puede llegar a distinguir hasta un billón de olores? Así lo concluyó el Laboratorio de Neurogenética y Comportamiento de la Universidad Rockefeller de Nueva York. Y es que el olfato es uno de los sentidos más eficaces ya que entra de forma directa a las estructuras cerebrales que procesan la información siendo una fuente primordial de recuerdos.  

A buen seguro que alguna vez te habrás sorprendido a ti mismo recordando una situación o persona aparentemente olvidada tan solo sintiendo un aroma relacionado con aquella persona o episodio de tu vida. Parece increíble, ¿verdad? Pues no lo es tanto: ese mismo estudio sugiere que el ser humano es capaz de recordar el 35% de lo que huele frente al 5% de lo que ve. 

¿Y cómo trabajar la memoria olfativa? Desgraciadamente estamos en una mala época para nuestro sentido del olfato debido al uso generalizado de mascarillas. ¿Te imaginas como sería la vida si tuvieses que estar siempre con guantes, con tapones en los oídos o con unas gafas que redujesen la visión en un 80%? Pues eso es lo que estamos haciendo con el sentido del olfato.  

De cualquier forma, siempre podemos llevarnos los olores a casa y ejercitarnos allí. Un buen ejercicio para reforzar nuestra memoria olfativa es seleccionar varios productos (café, un libro nuevo, un perfume, etc.) y olerlos durante diez segundos con los ojos cerrados. Ya verás como se despiertan muchas otras sensaciones asociadas, incluyendo diáfanos recuerdos.  

Y otro ejercicio aún más simple pero muy placentero. Abre una rendija de una ventana de tu casa, cierra los ojos y, tan solo, huele. Intenta concretar qué tipo de olores estás percibiendo y de dónde proceden. 



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