Desde que apareció el smartphone han cambiado nuestras vidas. Tenemos a mano toda la información disponible, sus aplicaciones pueden facilitarnos determinadas tareas y nos permite estar cerca de aquellos a los que queremos con solo una llamada o un mensaje de WhatsApp, sin importar el lugar en el que nos encontremos.
Pero también ha tumbado la frontera entre el tiempo de ocio y de trabajo, ha dificultado las relaciones personales y ha generado problemas por su uso excesivo, así como creado dependencias como la nomofobia. Para evitar sus desventajas y aprovechar sus inconvenientes, puede que te hayas preguntado a partir de cuántas horas se puede ser adicto al móvil para ponerle remedio. Esta es la respuesta.
¿Qué es el scrolling infinito?

Para poder ser conscientes de hasta qué punto el móvil nos absorbe, hemos de conocer una actividad que contribuye a ello de un modo inmenso: el scrolling infinito. Allá por el año 2006, el matemático Aza Raskin añadió la funcionalidad del scroll en las redes sociales, de manera que podemos navegar por muros y feeds sin interrupción, viendo o simplemente ojeando su contenido. Es posible estar como hipnotizado de forma infinita.
Ahí subyace la principal razón por la que cuando coges el móvil y te metes en Instagram, TikTok o Twitter, cuando te das cuenta, ha pasado una hora de tu vida. Y lo peor es que, en muchas ocasiones, el contenido ni siquiera te interesa y otras resulta tan insustancial que no te aporta nada y ni siquiera recuerdas qué has visto al cabo de media jornada.
Relación entre el scrolling y la salud mental

Para entender cómo nuestra mente puede quedarse colgada de esa forma, es necesario saber que el scrolling provoca que se libere dopamina en tres áreas distintas del cerebro: la mesolímbica, que se relaciona con las emociones; la nigroestriada, relacionada con lo sensorial y el movimiento; y la mesocortical, con el razonamiento y el aprendizaje. Los efectos de la dopamina en nuestro cerebro al hacer scroll son los mismos que si se consumen drogas como anfetaminas o cocaína, así que no es de extrañar que todo ello provoque adicción.
La adicción al móvil al segregar esa dopamina mientras navegas, desciendes por tus feeds y notificaciones en redes sociales y sistemas de mensajería, provocan que para relajarte o estar en un estado pasivo necesites tener el dispositivo cerca y continuamente mirarlo. Como consecuencia, si intentas no hacerlo y cesar en ese hábito, y ya posees una adicción al móvil, se provocan picos de ansiedad, malhumor y malestar.
Adicción al móvil

Según un estudio del doctor Hugues Sampasa-Kanyinga, del departamento de epidemiología del Departamento de Salud Pública de Otawa (Canadá), publicado en el año 2015, las personas que pasan más de dos horas al día en las redes sociales, las cuales incluyen no solo aquellas como Twitter, TikTok, Instagram o Facebook, sino también WhatsApp y Telegram, tienen mayor probabilidad de sufrir un problema de salud mental. Tanto es así que el uso de más de dos horas diarias de redes sociales está directamente relacionado con trastornos psicológicos de algún tipo, como depresión, ansiedad e incluso tendencias suicidas.
Otro estudio publicado un par de años después por Andrew Przybylski, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), considera necesario un límite mayor de tiempo para poder hablar de adicción e incide sobre los beneficios de un uso responsable. En esta línea, los investigadores consideran que no puede hablarse de adicción ni de trastornos psicológicos vinculados esta a menos que se alcancen entre cinco y siete horas al día, a partir de lo cual sí sería dañino.
Pautas para usar el móvil

Para superar esa adicción y no necesitar una sobreestimulación constante como la que recibimos a través de la pantalla, o bien para mantener un equilibrio a la hora de usar las redes sociales, se aconseja desactivar las notificaciones y no tener los accesos directos de las redes en la pantalla de inicio. De hecho, ni siquiera tienes por qué tenerlas abiertas consumiendo recursos del teléfono. Prueba a cerrar sesión cada vez que hayas consultado las mismas.
Además de ello, socializa siguiendo unas normas de cortesía y respeto por tu entorno que os beneficiará a todos para tener unas relaciones de calidad. Es decir, cuando quedes a comer con la familia o amigos o estés en el cine viendo una película, guarda el móvil y olvídate de él. Disfruta de un momento que sí recordarás. Y nunca te pongas a hacer scrolling antes de dormir o afectará a la calidad y hábitos de sueño.
Para el supuesto de que consideres que la adicción al móvil se ha convertido un problema, que has desarrollado una dependencia con el teléfono o que sientes que si no lo consultas constantemente vas a perderte algo, te recomendamos consultar a un profesional para que pueda ayudarte a tomar el control de nuevo y a mejorar tu calidad de vida.