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Biblioterapia: leer nos hace más felices

Un libro no solo nos abre la puerta a otros mundos activando nuestra imaginación y nuestro conocimiento, sino que puede tener una función terapéutica que se recoge bajo la denominación de biblioterapia. A continuación, explicamos el origen de esta disciplina y sus diversas aplicaciones.

La lectura es uno de los placeres más limpios y sustanciosos que tenemos a nuestro alcance. Porque un libro no solo nos abre la puerta a otros mundos activando nuestra imaginación y nuestro conocimiento, sino que puede tener una función terapéutica que se recoge bajo la denominación de biblioterapia. A continuación, explicamos el origen de esta disciplina y sus diversas aplicaciones. 

Biblioterapia: leer para curar 

¿Introvertido o tímido?
Biblioterapia: leer nos hace más felices. Fuente: Unsplash

El término ‘biblioterapia’ surge a principios de siglo XX en un contexto de experimentación en psicoterapia. Diversos especialistas comprueban que sus pacientes mejoran con la lectura y la escritura: en vez de recetar fármacos o trabajar con otras herramientas, se usan los libros como instrumento para tratar alteraciones y trastornos psíquicos.  

Uno de los primeros grupos sociales que se benefició de la biblioterapia fueron los veteranos de guerra. Al volver de la contienda recibían la recomendación de una serie de lecturas que tenían por objetivo contener el estrés postraumático que padecían muchos de ellos tras varios meses bajo el tormento de la guerra.  

El éxito de estos primeros ensayos llevó a diversas instituciones a formalizar la creación de grupos especializados en biblioterapia de los que formaban parte tanto psicólogos como terapeutas, docentes y expertos en literatura. La biblioterapia se llevó a las instituciones psiquiátricas o a las cárceles. 

Con el paso del tiempo, la terapia basada en el trabajo con libros desborda estos ámbitos para ser ensayada en todo tipo de contextos. En 1966, la Asociación de Bibliotecas de Hospitales e Instituciones, por entonces una división de la Asociación Estadounidense de Bibliotecas, aceptó la denominación de biblioterapia para “el uso el uso de materiales de lectura seleccionados como adyuvantes terapéuticos en medicina y psiquiatría así como orientado en la solución de problemas personales a través de la lectura dirigida”. 

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Biblioterapia: : leer nos hace más felices. Fuente: Pixabay

En este sentido, la esencia de la biblioterapia pivota alrededor de la referida lectura dirigida. El profesional médico recomienda al paciente una serie de libros que se relacionan con sus problemas, dudas o trastornos. No se trata de ofrecer libros para evadirse, relajarse o simplemente disfrutar. Al contrario, se trata de ofrecer al paciente libros que le permitan encontrarse cara a cara con su problema… a través de la vida terceras personas. 

Y es aquí donde entra un concepto clave en el éxito de la biblioterapia: la empatía. El lector se sumerge en un mundo de ficción protagonizado por una serie de personajes que deben superar uno o varios conflictos. A medida que la lectura avanza, si el libro recomendado es adecuado y el paciente muestra interés, se logrará una situación de empatía entre el paciente y el personaje de la historia. Si el paciente logra ‘salir del libro’ de forma diferente a como entró, la terapia habrá tenido éxito. 

Este proceso se basa en una tendencia humana básica: entendemos mejor los problemas cuando los vemos representados. ¿No os ha pasado nunca que no os dais cuenta de un defecto propio hasta que no lo veis representando en otra persona? La biblioterapia se fundamenta en esta capacidad que tenemos los seremos humanos de aprender a través de la representación de un conflicto, en este caso en una obra de ficción.  

Aunque sobre el papel, la biblioterapia es una herramienta de sencilla aplicación, la mayor dificultad estriba en la selección de obras a recomendar para cada paciente. Puede que para una persona que se sienta perdida, Siddhartha sea casi como una revelación, pero puede que a otra en la misma situación no le diga nada. Por ello, es labor del especialista conocer, no solo el trastorno del paciente, sino su bagaje cultural, sus preferencias, sus ideales y, cómo no, sus gustos literarios.  

Biblioterapia: leer para ser feliz 

Biblioterapia
Biblioterapia: leer nos hace más felices. Fuente: Unsplash

En última instancia, la biblioterapia tiene el objetivo de ofrecer a los pacientes herramientas para su mejora personal, no solo para poner las bases de la superación de un trastorno o de un conflicto, sino para que el propio sujeto tenga una visión más amplia del mundo y de sí mismo. 

Porque el acto de sentarse en una buena butaca, abrir un libro y leer sigue teniendo un punto misterioso por la sorprendente capacidad que tiene para activar emociones y sensaciones que no logran poner en movimiento otros estímulos más ‘ruidosos‘. Y es que el lector simula mentalmente cada situación descrita en una narración de forma automática… hasta incluso llegar a oler las flores del jardín del protagonista.  

En este sentido, un estudio de la universidad Jaume I de Castellón de 2006 analizó las repercusiones que tiene el acto de leer en el funcionamiento del cerebro. Concretamente se investigó la vinculación abstracta de la información lingüística y de los olores usando como herramienta de análisis la resonancia magnética funcional. Según dicho estudio, los sujetos que leyeron pasivamente palabras relacionadas con el olor (ajo, canela, jazmín) provocaron la activación de la corteza olfativa primaria.  

No cabe duda, la lectura no solo tiene una enorme capacidad para activar nuestro conocimiento e imaginación sino que tiene un decisivo influjo en diversos procesos neuronales. Todo ello contribuye de forma directa en reforzar nuestra salud mental acercándonos a la plenitud, indicándonos el camino a la felicidad.  



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