/

El regalo que no esperabas en Navidad: Te dejo. ¿Por qué rompemos en Fiestas?

Las fiestas son una prueba de fuego que muchas parejas no logran superar. Y si hay una fiesta que se vive con tensión esa es la Navidad. Si una relación que ha comenzado recientemente “supera” una Navidad en familia está casi preparada para superar cualquier reto. Sin embargo, muchas personas “aprovechan” las fiestas para hacer otra clase de regalo: “te dejo”. ¿Por qué tantas parejas rompen en fiestas? 

Pasar al siguiente nivel 

pasado amoroso o sexual
Una pareja toma una copa en un bar – Fuente: Pexels

En un famoso capítulo de la serie Seinfeld, Jerry, el protagonista, pretende “pasar al siguiente nivel” con su pareja organizando una escapada de fin de semana a Vermont. Fiel a su estilo honesto, Jerry explica a su pareja que pasar unas vacaciones juntos es para una relación “como avanzar seis meses en tres días”, es como pasar a la “fase dos”: “un cepillo de dientes extra, más frecuencia en las llamadas telefónicas, ir por ahí desnudos…”. “Y los regalos son mucho mejores en la fase dos”. 

El problema es que no es tan sencillo alcanzar esa “fase dos” porque pasar unas fiestas en pareja es altamente arriesgado. Y es que no conoces a fondo a una persona hasta que no has viajado con ella… o hasta que nos has pasado unas fiestas como la Navidad con ella. 

En este sentido, un estudio de una agencia vacacional revela que un 17% de las escapadas románticas acaban antes de tiempo por una pelea de la pareja. Y una de cada cinco parejas admite haberse separado por culpa de un viaje. Así que si te vas de escapada navideña en pareja para pasar a la fase dos… no vayas a Vermont. 

¿Y ahora qué hacemos con tanto tiempo? 

Uno de los problemas asociados a pasar las fiestas en pareja es el exceso de tiempo. Puede resultar paradójico: lo normal es que queramos pasar todo el tiempo posible con nuestra pareja, pero a más tiempo, más silencios incómodos, más malentendidos, más descubrimientos no del todo halagüeños, más costumbres insoportables, en definitiva, más confianza, y donde hay confianza, como reza al refrán, da asco… al menos, a veces.

El tiempo muerto, ese que habitualmente no tenemos durante el resto del año, aparece en Navidad como una oportunidad para profundizar en el conocimiento de nuestra pareja: pero no todo lo que descubres en ella puede que te guste.

Y entonces puede que desees que pasen las fiestas lo más rápido posible para volver a lo de antes… O puede que decidas cortar por la sano antes de tener que volver a pasar otra Navidad con esa “carga”. 

Cambios en la rutina 

Pocketing
Una pareja habla frente a un ordenador – Fuente: Pexels

Muchas parejas se sostienen gracias a una rutina muy precisa, y cuando esa rutina cambia, la relación se somete a una prueba importante. La mayoría de nosotros pasa la mayor parte del tiempo trabajando y no solemos tener demasiado tiempo para disfrutar de la pareja. Pero las fiestas cambian el escenario.

Y, de repente, ya no ansiamos esa noche del sábado para pasarla con nuestra pareja, porque durante una semana, todas las noches son sábados. Y puede que al tercer sábado seguido ya estés deseando volver al trabajo… o quedar con otra persona.  

El estrés navideño 

La Navidad puede ser muy negativa para cualquier tipo de relación, desde las familiares a las sentimentales. Y eso se debe a la tensión y el estrés clásico de estas fiestas. La Navidad siempre llega con numerosas tradiciones que “debemos” cumplir. La cena de Nochebuena, los regalos, la fiesta de Nochevieja, las cenas de empresa, etc.

Y en buena parte de estas tradiciones tenemos que abrir un hueco a nuestras parejas, lo cual puede suponer un estrés añadido, especialmente si es una relación de poco tiempo en la que no existe la confianza suficiente… para negarse a cumplir con una tradición.  

Parejas y familia 

Cena familiar – Fuente: Pexels

Y entre las tradiciones navideñas más delicadas siempre está la reunión familiar habitual de la Nochebuena. Desde semanas antes ya piensas en si debes llevar o no tu pareja. Y empiezas a temblar ante la batería de preguntas que hará a tu madre, ante los chistes malos de tu padre y ante las miradas inquisitivas de tu hermana. Llegan las palpitaciones y los sudores fríos y empiezas a pensar que tal vez sea mejor idea no llevar a tu pareja a ninguna parte, para prevenir. Pero ella puede que no se lo tome muy bien.  


El 11 de diciembre, la fecha para romper 

Vinculada a estas conflictivas relaciones entre parejas y familia, existe la creencia de que diciembre es uno de los meses más críticos para el amor. Y un estudio del portal Information is Beautiful parece confirmarlo. Basándose en las actualizaciones de estado en Facebook, este portal cifró el 11 de diciembre como el día más probable para que se rompa una relación. ¿Por qué ese día? 

La explicación está relacionada, justamente, con el temor a la Navidad en familia. Se prefiere romper antes de que lleguen las fiestas para no vincular más la pareja a la familia. Sucede tanto con relaciones nuevas como con las más duraderas.

En este segundo caso, suelen ser relaciones deterioradas que se rompen definitivamente antes de las fiestas para no pasar por el trago de fingir durante los encuentros familiares: mejor cortar por lo sano y no hacer más el paripé. 

Primer lunes de enero, el día del divorcio 

Divorcio
Dos personas se tocan su anillo – Fuente: Pexels

¿Y si aguantamos las fiestas a ver qué pasa? Otra opción para las parejas en crisis es aguantar la Navidad para no tener que dar explicaciones durante las fiestas. La relación está igualmente deteriorada o pendiente de un hilo, pero se aguanta hasta que pase la Navidad para no pasar el trago de tener que explicar más de la cuenta. En este caso, se prefiere el paripé a la sinceridad… ante toda la familia.  

De hecho, en el Reino Unido existe la tradición de llamar “día D” o “día de divorcio” al primer lunes de enero. Y los abogados británicos saben muy bien a qué se debe esta tradición: “lo aguanto por los niños hasta después de la Navidad. Y es que “el estrés del periodo de Navidad anima a muchas personas a evaluar sus relaciones”. Y esas evaluaciones, a menudo, no llegan al aprobado.  

No quiero gastar dinero en regalos

Otra posible causa de la ruptura sentimental vinculada a la Navidad puede ser mucho más prosaica: la economía. ¿Para qué comprar un dichoso regalo si no quiero seguir más con la relación? Y tal como está la inflación, cualquier ahorro es bienvenido. Además, conociendo como conoces a tu casi expareja, sabes que te va a comprar otro perfume y ya tienes diez. Mejor lo dejas ya.  

Año nuevo, pareja nueva 

Los propósitos de año nuevo son un clásico navideño. Dejar de fumar, hacer dieta, buscar un nuevo trabajo… buscar nueva pareja. Somos incorregibles, cuando llegue el final de año, siempre tenemos que hacer el dichoso “balance de lo bueno y malo” como decía la dichosa canción. Y cuando tienes pareja, mucho de eso bueno y malo está vinculado a ella. Si en la balanza tiene más peso lo malo, tal vez sea momento de cambiar de vida… empezando por cambiar de pareja. 


Y entonces, ¿por qué nacen tantos niños en septiembre? 

En este artículo se explica que septiembre es el mes con más nacimientos. Y si durante septiembre nacen muchos niños, es que se conciben entre diciembre y enero. Pero, ¿no era cuando rompía todo el mundo?

Bueno, no todas las vacaciones en Vermont son para romper, y aunque Jerry Seinfeld no lo logre, otras parejas sí que pasan al siguiente nivel. Y tener más tiempo para la pareja y romper con la rutina, también puede ser bien aprovechado. Así que volvemos al principio: si superas una Navidad en pareja, estás preparado para cualquier reto… hasta para ser padre o madre nueve meses más tarde.  



1 Comment

  1. La pregunta tiene una respuesta mucho más sencilla que las explicaciones del artículo: Rompemos en fiestas por hartazgo y empacho, aunque en realidad las rupturas ya se han gestionado mucho antes en nuestro interior por mil razones de incompatibilidad.

Dejar una respuesta

Your email address will not be published.