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Grito primario: ¿conoces la terapia que hizo famosa Yoko Ono?

Si te has preguntado alguna vez qué es el grito primario o has escuchado hablar de la terapia primal, esa que en su momento hizo famosa Yoko Ono, pero desconoces realmente de qué se trata o para qué sirve, esto te interesa.

Aprende con nosotros qué es el grito primario y si puede ayudar la terapia primal, también conocida como terapia de gritar, a resolver los problemas psicológicos. Esto es todo lo que debes saber sobre ella.

Historia de la terapia primal

mujer gritando
Una mujer gritando/Foto: Pixabay

La terapia primal o terapia de grito primario es un tipo de psicoterapia que fue desarrollado allá por la década de los años 60 del siglo XX por el psicoanalista y psicólogo Arthur Janov. Para exponer adecuadamente esta nueva terapia, Janov escribió y publicó El grito primal (The Primal Scream, 1970). Las dos personas más célebres del momento que se animaron a probarla fueron Yoko Ono y John Lennon. Y esto sirvió para popularizarla en todo el mundo.

¿En qué consiste la terapia primal?

Grito
Boca abierta de una mujer/Foto: Pixabay

La terapia primal se basa en la idea de liberar las emociones reprimidas provocadas por un evento traumático o por algún dolor psicológico que no hemos afrontado, como un duelo sin resolver. Si no liberamos esas emociones, la teoría de Janov asegura que provocan síntomas físicos, como asma, dolores de cabeza y problemas gastrointestinales.

Para que nada de esto suceda, esta teoría considera necesario liberar esas emociones reprimidas a través de la terapia primal, con la que se utilizan los gritos, pero también llantos y gruñidos. Estos actuarían como una forma de soltar y canalizar toda esa represión emocional interior.

Con todo ello, se defiende la idea de que la terapia primal resulta adecuada para personas con gran variedad de problemas psicológicos, incluidos traumas infantiles, depresión y agresividad, así como acontecimientos personales que no se han asumido adecuadamente, como la muerte de un familiar o un divorcio.

Fases de la terapia primal

terapia de pareja
Una mujer sentada con las piernas cruzadas/Foto: Unsplash

Aunque no existe una técnica propiamente dicha para llevarla a efecto, de forma general, la terapia primal se desarrolla a través de cuatro fases: regresión, liberación, integración y resolución. La regresión se destina a sentir las emociones pasadas en determinado instante a través de los recuerdos, por lo que será necesario revivir el momento traumático del pasado.

A continuación, se produce la liberación, durante la cual se ha de dar rienda suelta a todas las emociones y sentimientos que provoca y que se han reprimido. En este punto se puede patalear, llorar o gritar, aunque los gritos sean los que más fama le han dado a esta terapia.

Durante la integración llega el momento de reflexionar, encajar las piezas de la evolución de la vida desde entonces y hacer balance de cómo han afectado a su desarrollo los distintos acontecimientos vividos. Al final, es el turno de la resolución, cuando es posible pasar página de verdad, sin cerrar temas en falso, para vivir desde entonces de una manera absolutamente plena.

¿Terapia o pseudoretapia?

mujer frente al mar terapia del grito
Una mujer frente al mar/Foto: Unsplash

No obstante, a lo largo de las décadas, la terapia del grito no ha estado exenta de debates y polémicas, generando controversias año tras año, a medida que se incrementaba su fama.

Diversos especialistas han puesto en el foco esta terapia de los años 70 y no dudan en denominarla pseudoterapia, puesto que hay muy pocos estudios sobre los gritos utilizados de esta forma terapéutica. De tal manera, no consideran que esté avalada científicamente y ponen en duda su efectividad.

Además, en todo caso, si se reduce la terapia al hecho de gritar por sí solo no bastaría para solventar ningún problema, por más que en series como The Bold Type lo muestren como tal o incluso se haya utilizado como gancho en campañas de turismo en sitios como Islandia. No olvidemos que una cosa es liberar tensiones tras un día duro y otra muy distinta abordar emociones reprimidas y traumas.


Todas las polémicas vienen de lejos, si tenemos en cuenta que, en 1996, en el Psychological Reports, se publicó un estudio con 300 psicólogos elegidos al azar, en el que se pidió a los participantes su opinión sobre diversos tratamientos mentales.

Uno de los más cuestionados en cuanto su solidez fue la terapia primaria. Asimismo, se ha venido criticando que se centra principalmente en los sentimientos reprimidos y no tiene en cuenta ni las sensaciones asociadas ni la propia intervención del psicoanalista.

En cualquier caso, sea la terapia que sea con la que vayamos a cuidar nuestra salud, recuerda que cualquiera de ellas debe ser dirigida por psicólogos y psicoterapeutas profesionales, que elegirán la que más se adecúe a tu caso. Y no olvides que es necesario seguir las pautas que ofrecen en sus sesiones para ser capaces de sacarles el máximo partido y mejorar nuestro bienestar emocional y nuestra calidad de vida.



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