Puede que alguna vez hayas oído hablar de la sinestesia, pero tal vez no tengas muy claro que esta cualidad que poseen algunas personas también se relaciona con facetas de su vida como el placer, puesto que tiene mucho que ver con los sentidos.
Si tienes curiosidad al respecto, hoy abordamos el tema, te hablamos de la sinestesia y te aclaramos qué son los orgasmos sinestésicos, un fenómeno que no está al alcance de todo el mundo. Tal vez estés entre aquellos que sí los perciben y ni siquiera sabes que se llaman así. ¿Te apetece averiguarlo?
Qué es la sinestesia
Antes de abordar los orgasmos sinestésicos es necesario aclarar qué es exactamente la sinestesia. Se trata de un fenómeno que padecen aquellas personas a las que, al estimularles un sentido o incluso pensando solo en un concepto en concreto, se produce una reacción sensorial por completo diferente en otra parte del cuerpo.
Esto sucede así porque cuentan con una serie de conexiones neurológicas entremezcladas que hacen que se relacionen entre sí estados mentales y sentidos que no tienen nada que ver, por lo que se producen sensaciones y emociones completamente distintas a las más frecuentes.
Lo más común, dentro de su singularidad, es la sinestesia grafema-color, es decir, cuando se pueden percibir los colores a partir de las letras, aunque estén impresas en negro o escritas en azul, viendo cada una de ellas en un tono distinto. Pero también es posible conectar palabras con el sentido del gusto, el tacto y el sonido. De tal forma, hay quien puede ver colores al escuchar música. Es la denominada sinestesia musical, la cual han confesado tener diversos artistas. En todo caso, las sensaciones de este tipo son sinestésicas y también pueden producirse durante las relaciones y experiencias sexuales.
La sinestesia sexual
No obstante, los estudios de la sinestesia en relación con la sexualidad de cada persona es algo relativamente reciente en psicología. Pero los últimos estudios efectuados han revelado cómo hay personas con sinestesia sexual que perciben en su cerebro colores mientras mantienen relaciones sexuales. Estas tonalidades varían según las distintas fases de la actividad, desde la excitación hasta el orgasmo, cambiando su intensidad o estallando en un tono muy concreto en el momento del éxtasis.
En todo caso, no se debe olvidar que las experiencias sexuales son particulares por completo en cada individuo, que las vive de una forma única, por lo que tampoco se debe pensar que es mejor ser sinestésico o que de esta manera se logra el placer con mayor intensidad. No tiene nada que ver. Simplemente son percepciones diferentes de cada persona, que debemos saber que existen y reconocerlas para comprender que son algo natural y que no hay ningún problema con ellas.
Al fin y al cabo, la sinestesia no es ninguna enfermedad ni trastorno, sino simplemente una cualidad de algunas personas para percibir los estímulos por los sentidos.
Orgasmos sinestésicos
Los orgasmos sinestésicos provocan que las personas que los disfrutan perciban respuestas relacionadas con el sentido de la vista, el olfato, el oído o el gusto cuando alcanzan el clímax en sus relaciones sexuales. De ahí que puedan ver una explosión de colores, escuchar música o una peculiar mezcla de luz y sonido. Pero no solo tiene por qué sucederles cuando alcanzan el orgasmo, sino también con caricias o besos, igual de importantes a la hora de mantener relaciones sexuales.
Sin embargo, tal y como sucede en el resto de sinestesias, no existe una pauta concreta al hablar de la que se produce en el momento de máxima excitación y placer sexual, puesto que cada participante describe colores diferentes, aunque suelen coincidir en los tonos: azules, naranjas y verdes.
Personas sinestésicas
Lo que sí resulta común es que muchos de los individuos sinestésicos ni siquiera se consideren especiales por esta cualidad, puesto que consideran que todo el mundo percibe estas experiencias al igual que ellos. Es posible que lo piensen si nunca han hablado de este tema con terceras personas. Cuando lo hacen, les sorprende descubrir que lo de ver colores en intensidad creciente no es algo que le suela pasar a todo el mundo.
En todo caso, para considerar que alguien es sinestésico, estas experiencias tienen que producirse con frecuencia, puesto que en caso contrario se trataría de un hecho aislado que sí podría pasarle a cualquiera.
En consecuencia, no podemos olvidar que, hasta el momento, se calcula que entre un 2% y un 13% de la población es sinestésica, según los resultados de diferentes estudios, y que todavía se desconoce cuál es el motivo por el que se produce este fenómeno. En la mayoría de las ocasiones la sinestesia es hereditaria, puesto que en una misma familia suele haber más de un individuo con esta característica. Su número no es muy elevado, pero puede ser que estés entre ellos y ni siquiera lo sepas.