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Si trabajas con una persona tóxica, estos trucos te salvarán

El entorno laboral se transforma más a menudo de lo que nos gustaría en un campo de batalla que pone a prueba de forma recurrente nuestra inteligencia emocional especialmente cuando una persona tóxica amenaza nuestro rendimiento. A continuación, ofrecemos las claves para detectar a una persona tóxica, además de varios trucos para lidiar con ella en un entorno laboral.

El entorno laboral se transforma más a menudo de lo que nos gustaría en un campo de batalla que pone a prueba de forma recurrente nuestra inteligencia emocional. Y es que la adecuada gestión de las emociones es una capacidad fundamental para favorecer nuestro rendimiento laboral.  

Pero, ¿qué pasa cuando una persona tóxica amenaza nuestro rendimiento, nuestra rutina de trabajo? ¿Cómo lidiar con esos compañeros que, con su negatividad, victimismo o conflictividad, generan un clima laboral malsano? A continuación, ofrecemos las claves para detectar a una persona tóxica y varios trucos para lidiar con ella en un entorno laboral. 

¿Cómo detectar a una persona tóxica en el trabajo? 

¿Cómo detectar a una persona tóxica en el trabajo?
Trucos para poder trabajar con una persona tóxica. Fuente: Unsplash

El trabajo es un ámbito que nos obliga a tratar con personas con las que, probablemente, no tendríamos ninguna relación en otro entorno. Esa es una de las principales paradojas del trabajo: conjugar diferentes temperamentos, a menudo sin más afinidades que cobrar una nómina a nombre de la misma empresa.  

Pero, así como dentro del entorno laboral surgen grandes amistades, también se producen choques entre personalidades que pueden terminar perjudicando el ritmo adecuado trabajo. Esos conflictos laborales se pueden complicar peligrosamente cuando uno o más de los contendientes son personas tóxicas. ¿Y cómo detectar esta clase de personalidad tóxica dentro del ámbito profesional?  

¿Cómo detectar a una persona tóxica en el trabajo?
Trucos para poder trabajar con una persona tóxica. Fuente: Unsplash

Existen diversos perfiles más o menos tóxicos, desde el chismoso, a la víctima, pasando por el quejica, el pelota o el manipulador. Pero, en definitiva, una persona tóxica es aquella que, con su sola presencia, ya te genera una sensación de ansiedad, temor, nerviosismo o incomodidad, afectando al rendimiento. De hecho, se puede dar la circunstancia de aquel compañero que tú valoras como ‘tóxico’ sea muy bien considerado por otros compañeros. Porque la personalidad tóxica depende también del punto de vista, no lo olvidemos. 

De cualquier forma, una persona tóxica es algo más que un compañero que no te cae bien, que no soportas o con el que no tienes ninguna afinidad. El carácter esencial del individuo tóxico es que logra, con su sola presencia, perjudicar el rendimiento laboral y el equilibrio emocional de una o más personas a su alrededor. Si es así, conviene ponerse en guardia. 

Consejos para lidiar con una persona tóxica en el trabajo 

Desde luego que compartir oficina con personas tóxicas puede convertirse en un verdadero infierno que no conviene minimizar, pero ante todo nunca debemos perder de vista que estamos en un entorno laboral y que los problemas derivados del mismo siempre deben ser relativizados. Al fin y al cabo, no es ni más (ni menos) que trabajo. 

Aplica tu inteligencia emocional 

¿Cómo detectar a una persona tóxica en el trabajo?
Trucos para poder trabajar con una persona tóxica. Fuente: Pixabay

La mejor forma de empezar a relativizar la toxicidad de un compañero de trabajo es aplicar todos los recursos de los que sea capaz nuestra inteligencia emocional, esas estrategias que usamos en cualquier ámbito vital y que nos sirven para regular eficazmente nuestras emociones partiendo siempre de la misma base: los conflictos laborales deben permanecer al margen de nuestra vida cotidiana. O, dicho de otra forma: la toxicidad, de haberla, se queda en la oficina, nunca te la lleves a casa. Total, ¿’pa qué’?

Trata de empatizar 

Sabemos que en determinados casos es difícil, por no decir imposible, pero antes de dar por perdida una batalla ante una persona tóxica, debemos intentar la vía del diálogo y la empatía. En más ocasiones de las que creemos ese compañero que creíamos tóxico no es más otra persona superada por sus propias frustraciones que busca un poco de comprensión, atención y cariño.

En este sentido, en vez de aplicar desde el principio una estrategia defensiva, a menudo agotadora, opta por ir de frente empleando una suerte de compasión práctica. ¿Te imaginas lo que supondría para tu rutina laboral lograr entenderte finalmente con ese compañero tóxico? Algunas de las mejores amistades laborales surgen a través de este paradójica y pragmática estrategia. 

Marca la distancia 

¿Cómo detectar a una persona tóxica en el trabajo?
Trucos para poder trabajar con una persona tóxica. Fuente: Unsplash

Hemos intentado construir puentes hacia el compañero tóxico, pero han sido volados con artillería pesada. Cerrada la vía del diálogo constructivo, no nos quedan más opciones que la defensa. Y esta defensa pasa en primer lugar por establecer unos límites claros y una distancia emocional. Dicho de forma coloquial, que corra el aire, tanto literal como metafóricamente. 

Como decíamos, se trata de una estrategia dura que requiere implementar un buen número de pequeñas rutinas, desde evitar acudir a la máquina de café a la hora a la que lo hace el compañero hasta establecer una ruta alternativa al autobús para eludir media hora extra de toxicidad en el transporte público de camino a casa. Pero más relevante que estas rutinas prácticas es la distancia emocional, construir un muro simbólico entre tus emociones y los intentos de contagio tóxico por parte del compañero.  


Sé asertivo 

Este muro emocional impedirá obsesionarnos con nuestro compañero tóxico, extremo que debemos evitar ahuyentando pensamientos negativos o victimistas del tipo “es que la tiene tomada conmigo”. Recuerda que una persona tóxica, antes que nada, la tiene tomada consigo misma: bastante tiene con aguantarse, ¿no?. 

Con todo, debemos mantenernos firmes en caso de conflicto abierto. El hecho de marcar distancia no quiere decir que no podamos decir lo que pensamos llegado el caso, si es que su actitud está perjudicando claramente tu trabajo o el trabajo común. Pero siempre evitando reacciones impulsivas o destructivas de las que es muy probable que te arrepientas después.

No reacciones con toxicidad ante actitudes tóxicas, habrás caído en la trampa de embrutecerte por la vileza ajena en un ciclo sin fin que puede hacer saltar por los aires la armonía de una oficina… y algo más. Y recuerda: es solo trabajo.  

Acude a tu superior… o al juzgado

A nadie le gusta ‘chivarse’, y a veces es peor el remedio que la enfermedad, pero, en ocasiones, nuestro conflicto con un compañero puede alcanzar picos de tensión insostenible. Si estás comenzando a llevarte el ‘problema’ a casa, has probado todas las estrategias defensivas posibles y el clima laboral generado por el conflicto que mantienes con esa persona contagia a más gente, es el momento de sentarse y hablarlo con un superior.

Es una decisión delicada porque supone airear un conflicto personal, pero llegados a este punto, no hay más alternativas. Aunque tu queja se quede en el limbo, habrás dejado claro que mientras esa persona esté a tu lado, tu rendimiento se verá afectado. 

Desconecta del trabajo 

¿Cómo detectar a una persona tóxica en el trabajo?
Trucos para poder trabajar con una persona tóxica. Fuente: Pixabay

Tal vez el peor efecto colateral de la toxicidad laboral sea la falta de desconexión. Si seguimos dándole vueltas al conflicto que tenemos en el trabajo durante los fines de semana es que tenemos un problema. Y es un problema cada vez más común, personas que viven 24/7 envueltas en el trajín laboral, enganchados a la adrenalina de la oficina y que son incapaces de poner tierra de por medio. 

Las consecuencias a largo plazo de mantener en alza esta pulsión laboral pueden ser muy negativas: la toxicidad de esa malsana relación laboral nos ha contagiado hasta el punto de que perjudica nuestras propias relaciones y actitudes fuera del trabajo. Evita alcanzar este punto disfrutando de actividades que no tengan ninguna vinculación con el trabajo y que te eviten esa clase de pensamientos recurrentes. 


Vigila tu propio comportamiento en el trabajo  

¿Conoces a alguien que admita su condición de persona tóxica? Nosotros tampoco. Así que nuestro último truco para trabajar con una persona tóxica es analizar nuestro propio comportamiento para detectar posturas más o menos conflictivas y que puedan perjudicar a otros compañeros. Y no, ninguna excusa es válida para justificar un comportamiento tóxico. 

De hecho, el primer paso para convertirse en una persona tóxica es ver personas tóxicas por todas partes y pasar el día en la oficina quejándose de lo terriblemente tóxicos que son todos… todos menos tú.

Analízate con menos condescendencia y autoindulgencia y seguro que puedes limar algunos de esos comportamientos que perjudican el clima de tu entorno laboral. Porque el primer paso para armonizar un ambiente adverso, sea laboral o de otro tipo, es proceder sobre nuestra propia actitud hacia el mismo.



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