Virginia Pérez Alonso, en la gala del 15º aniversario de 'Público': "Tenemos el compromiso firme de seguir siendo incómodos"

publicado el 18 de Noviembre de 2022

Sí, Público cumple 15 años. Y es una gran noticia. El mundo del periodismo lleva ya casi dos décadas sumido en una profunda revolución industrial que está lejos de haber acabado y, en estas circunstancias, cumplir 15 años es sin duda un motivo para celebrar.
Pero no es el único.
El periodismo independiente se ha convertido en los últimos años en la diana de los antidemócratas. Es un fenómeno global y tiene un objetivo claro: desestabilizar las democracias a base de provocar desafección y descreimiento. Ese es el caldo de cultivo perfecto para que la extrema derecha crezca y se reproduzca a sus anchas.
Público no solo es objeto de estos ataques, sino que además sufre de manera sistemática el ninguneo de la mayoría de medios de comunicación de este país.
No nos sorprende. Somos un periódico incómodo para casi todos, porque evidenciamos las desigualdades de manera palmaria, reivindicamos lo público sin ambages, realizamos una intensa tarea de vigilancia para denunciar cualquier abuso de poder, desafiamos a las élites para volcarnos con las personas, con los ciudadanos y ciudadanas, con cualquiera que pueda ver vulnerados sus derechos.
Un periódico con este grado de independencia sólo puede elaborarse cada día desde la más absoluta libertad. Y, créanme, en los medios de este país (y yo he trabajado en algunos de ellos), informar con libertad es un absoluto privilegio, porque es la excepción y no la regla.
Sí, estamos orgullosos de ser incómodos porque en este país aún hoy, 47 años después de la muerte de Franco, defender los derechos fundamentales molesta a demasiados. Hablar de federalismo levanta ampollas. Plantear una reforma de la Constitución para ensancharla y hacerla más inclusiva te convierte en comunista. Cuestionar la monarquía es sinónimo de antipatriotismo. Y dirigir un periódico siendo mujer sigue siendo un hecho noticiable.
Todos estos muros y muchos más son los que intentamos derribar desde Público cada día, letra a letra, con información, pero también con firmas de opinión y análisis que conforman un crisol bastante singular. Esto es lo que nos convierte en un espacio único de debate, de pensamiento, de reflexión comunitaria con el que aspiramos a acompañar a ciudadanas y ciudadanos críticos en su tránsito por una sociedad cada vez más compleja y repleta de retos.
Público ya es la casa del progresismo. Y en ese progresismo caben todas las izquierdas, las estatales y las territoriales, las de antes y las de ahora. Pero sobre todo caben todos aquellos y aquellas que buscan construir un país mejor, un país que avance y crezca sobre los cimientos de la justicia social y de la defensa de los derechos fundamentales.
Tenemos, por tanto, el compromiso firme de seguir siendo incómodos. Porque sólo desde ahí podemos hacer un periodismo que cambie realidades. Solo desde ahí podemos sacarle los colores a nuestra imperfecta democracia para que sea de verdad un espacio común e igualitario.
Esperamos que nos acompañéis en este camino muchos años más

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