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El debate y las negociaciones siguen en paralelo. En ocasiones con escenas como la de José Luis Ábalos (PSOE) y Rafael Mayoral (Podemos) conversando, analizando la situación donde todos pueden verlo en el patio del Congreso de los Diputados. Es ocultar la negociación donde todo el mundo pueda verla, con las miradas, el encogerse de hombros, la visión política, la carcajada, con la atención en público. En ese mismo lugar la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, expresaba cómo entiende este proceso sin "vencedores ni vencidos" después de que ayer quedase al descubierto el bloqueo. Hoy Calvo daba a entender la oferta de hacer vicepresidenta a Irene Montero. Podemos exige tener poder ejecutivo real, capacidad ejecutiva en un gobierno de izquierdas con su portavoz, Noelia Vera, reivindicando que "si entramos en el Gobierno no es para ser un mueble, un jarrón chino", y Calvo respondiendo que "el PSOE no tiene políticas decorativas nunca". El candidato Sánchez ha vuelto a subir la negociación a la luz pública de la tribuna de oradores. "He asumido que hay gobierno de coalición, algo me he movido", ha dicho. Iglesias, en primera votación, se han abstenido después de escuchar al PSOE pedir su lealtad y rechazar su vigilancia en palabras de su portavoz, Adriana Lastra, cuya dialéctica más endurecida ha apuntado a Rivera. "¿Donde está su alma?", le ha preguntado por sus pactos con VOX. Quedan dos días de negociaciones para la resolución final. -Redacción-