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De momento, en casi un mes, solo se han administrado 1.165.000 dosis en España de las dos vacunas disponibles. A un ritmo que, de seguir así, podría retrasar la vacunación, por ejemplo, de un hombre de 70 años con factores de riesgo hasta marzo del año que viene. Algo que no debería ser así si llegan las dosis comprometidas este 2021 y a las que se aferra el Gobierno. El propio presidente, Pedro Sánchez, asegura que "si todo va al ritmo previsto, y estoy convencido de que va a ser así y que incluso lo vamos a superar, el 70% de la población española estará vacunada en verano".    España ha comprado unas 140 millones de dosis, que al tener que ser dos por persona, cubrirían a casi el doble de la población a vacunar.  En frente, los contratiempos en la producción de algunas de ellas, como Pfizer y AstraZeneca, la tercera que podría validar la Agencia Europea del Medicamento el próximo viernes y que cuenta con una fábrica en Guadalajara que estará operativa a partir de febrero. La farmacéutica británica anuncia que entregará un 60% menos de las vacunas previstas para la Unión en este primer trimestre. Cuellos de botella que también prevé el ministerio de Sanidad, que ya calculaba tener menos de un 6% de vacunados, unos 2,3 millones de personas, a finales de marzo. Solo con las dosis comprometidas para este 2021 de las tres primeras vacunas, Pfizer-BioNTech, Moderna y AstraZeneca, nuestro país podría cubrir al 98,15% de la población española a vacunar, ya que se excluyen, de momento, a los menores de 16 años. Por delante, un reto logístico y humano para multiplicar el ritmo de vacunación a partir del segundo trimestre del año al que se suma la opacidad de Bruselas sobre las compras y con un mercado al que, también, se le acusa de no liberar las patentes de un bien común.  -Redacción-