jueves. 28.03.2024

El mundo ya tiene al “rey” de los sobaos, coronado en Cantabria bajo la atenta mirada del Asón y el aroma de una tierra de productores y artesanos. Anier Gozálvez, madrileño de 25 años, se ha subido al olimpo de este manjar típico cántabro, pero no por producir los más exquisitos sobaos sino por devorarlos. El madrileño se proclamó este martes primer Campeón Mundial de Comedores de Sobaos y se ha sumado ya a la lista de vencedores internacionales de las competiciones de comida, un podio que dominan estadounidenses y japoneses por ser los países en los que estos espectáculos son más populares y en el que ahora se ha sumado una pequeña región del norte de España con uno de sus productos estrella, el sobao, y en concreto, un pueblo de poco más de 200 habitantes cuyo nombre se recordará a partir de ahora, Ambrosero.

El perfume en el que este martes se ha sumergido Ambrosero abre el apetito y crea necesidad. Y bien que lo ha hecho en Anier Gozálvez, que engulló diez sobaos en seis minutos y medio, es decir, consumió la primera bandeja de salida con la que partían todos los concursantes en menos del tiempo límite estipulado de 8 minutos, tiempo en el que solo se podía beber agua, que algunos utilizaron para empapar el sobao. El ganador tuvo la opción de continuar con otra segunda bandeja pero decidió detenerse con diez sobaos en su estómago de Escojo Artesanos, de 150 gramos con un 26% de mantequilla, que le valieron para alzarse con la victoria.

Campeonato Mundial de sobaos celebrado en Ambrosero
Campeonato Mundial de sobaos celebrado en Ambrosero

En segundo y tercer lugar se han clasificado Asier Ortega y Nicolás Pavón, con un registro de 8 y 7 unidades en ocho minutos, respectivamente. El vencedor ha conseguido un premio en metálico de 300 euros, mientras que el segundo y tercer clasificado han sido obsequiados con un lote de productos de Casa Escojo, organizador del evento. Además, ha habido un premio de 100 euros para la primera mujer, que ha sido Ana Rosa Solano; el primer cántabro, de nuevo Asier Ortega; y para el primer concursante local, José Carlos Hoyos. El Campeonato se disputó siguiendo el modelo de concurso americano, es decir, una mesa corrida llena de sobaos con los participantes de pie, y el Presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida tocando un campano, como no podía ser de otra manera en tierra ganadera.

Quien visita Cantabria vuelve respirando paz, con pilas cargadas, un paisaje inolvidable en su retina y sobaos. Nunca se olvida meter este afamado producto de ‘la tierruca’ en las maletas, ya sea para recordar la excelente gastronomía y materias primas de la zona o para presumir de vacaciones entre familia y amigos. Eso es lo que buscaba Carlos Cobo, responsable de Escojo Artesanos, tienda-obrador de la localidad donde se han elaborado los sobaos protagonistas de este Campeonato: “Además de dar a conocer mis sobaos, mi objetivo era que hubiera gente en el pueblo, darle a conocer. Y en Ambrosero nunca había habido tanta gente. Así que fue un éxito doble. No me esperada tanta repercusión, me sorprendió gratamente”, reconoce Cobo.

Quien visita Cantabria vuelve respirando paz, con pilas cargadas, un paisaje inolvidable en su retina y sobaos

Tal fue el éxito de participación alcanzado que se quedó gente sin poder participar, señala Cobo. Aunque en un principio pensaron en 50 participantes, tuvieron que reducir el número a 30 debido al espacio disponible, y llenaron el cupo, incluso contaron con una lista de espera “muy grande”. Con valientes de todas las edades, desde veinteañeros hasta algún señor que superaría los 60 años, estima el precursor, y organizados en dos tandas de 15 participantes, el pueblo se sumió en un ambiente festivo “hasta ahora nunca visto”. Pero este espectáculo también dejó graciosas anécdotas para el recuerdo, como la “hazaña” de uno de los comedores en competición, que tragó medio sobao en los 8 minutos de tiempo estipulado. Claro ejemplo de que ganar no siempre es el objetivo, sino disfrutar y cargar la mochila de experiencias nuevas que contar en una mesa rodeada de amigos y familia.

Ante la “sorprendente” acogida, Carlos Cobo ya piensa en la próxima edición y baraja nuevas alternativas como introducir -además de agua para beber o empapar el sobao- leche, de manera que sirva también para promocionar este producto de la tierra. Ampliar el número de participantes, mejorar los premios o incluir más actividades, algunas de ellas pensadas para los niños, son otras de las ideas que rondan por su cabeza, pero, recalca, las bases del concurso y la esencia serán las mismas. Un concurso del que también han tenido mucho que ver la Junta Vecinal, a quienes agradece que apoyaron su idea y se movieran para hacerla posible. “Si no hubiera sido por la junta vecinal, con su presidente Ángel Moncalián a la cabeza, esto no hubiera sido posible”.

Ambrosero ha presumido de sobaos y ha conseguido ser dibujado en el mapa mundial para los amantes de los concursos de comida en el día en que celebraban su festividad de Santa Ana. Y es que los pueblos cántabros siempre han celebrado sus fiestas populares por todo lo alto, con gran devoción entre los vecinos y reclamo para los turistas. Ahora habrá que esperar un año para saber quién es el próximo atrevido que se da un atracón de sobaos en tan solo 8 minutos y releva a Anier Gozálvez en el estrellato.

Cantabria corona al “rey” mundial de los sobaos: un madrileño que devoró diez sobaos...
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