MADRID.- Unos 50.000 pacientes en situación terminal se quedan cada año fuera de la prestación de cuidados paliativos en España y la cobertura psicosocial solamente llega al 25% de los enfermos que acuden a estos servicios.

Así lo ha denunciado hoy el jefe de la Unidad de Cuidados Paliativos de Fundación Jiménez Díaz de Madrid, Álvaro Gándara, quien se ha referido a la falta de atención psicosocial como el gran déficit de los cuidados paliativos en España.

Según ha explicado, un equipo mínimo y básico de cuidados paliativos debería estar compuesto por médico, enfermera, trabajador social y psicólogo, aunque esto sólo se cumple en el 25% de los casos.

"Éste es un déficit tremendo porque la atención paliativa no se entiende si no es con una atención integral del paciente y las familias desde el punto de vista psicológico", ha advertido Gándara durante la presentación del Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Obra Social La Caixa.

Este programa, que nació en 2009, está implementado en 109 hospitales de toda España y en 126 unidades de apoyo domiciliario a través de 42 equipos de atención psicosocial (EAPS) y ha atendido ya a 90.000 pacientes y 131.000 familiares.

El perfil del paciente atendido por los EAPS es el de un hombre (en el 53% de los casos) de 70,63 años de media, con patología oncológica (85%) y que recibe la atención en un centro hospitalario durante 25 días.

Según datos de la Obra Social La Caixa, la atención psicosocial mejora en el 90% las necesidades y los síntomas provocados por la enfermedad, que perjudican el estado anímico y psicológico de los enfermos atendidos. De hecho, según estos datos, la evidencia de mejora en pacientes se produce entre la primera y la segunda visita de los profesionales.

Gándara se ha referido a la situación de los cuidados paliativos en la Comunidad de Madrid, que -ha afirmado- es una de las mejores situadas en este aspecto a pesar de que la cobertura no llega al 60% de la población y unos 8.000 pacientes se quedan fuera cada año de esta atención.

Los familiares de los pacientes, por su parte, han valorado la asistencia psicológica, pero han demandado una mayor intimidad durante el proceso, con habitaciones individualizadas en los hospitales.