Este artículo se publicó hace 2 años.
Activistas se atrincheran en una de las palas del macroproyecto turístico de Tenerife y paralizan parte de las obras
Un grupo de vecinos se han subido a una de las cuatro palas que trabajan construyendo el proyecto de Cuna del Alma.
Andrea Domínguez Torres
Santa Cruz De Tenerife-Actualizado a
"Hay restos aquí de mis ancestros", grita una joven con el puño en alto. Este jueves, a las 10 de la mañana, hora canaria, se han dado cita un grupo de manifestantes para paralizar las obras de Cuna del Alma subiéndose a una de las palas que trabajan en los movimientos de tierra. Alrededor otro grupo de personas graba y difunde en redes sociales todo lo que sucede. Un grupo de manifestantes paralizaron las obras del macroproyecto turístico del Puertito de Adeje subiéndose a una de las palas que trabajan en los movimientos de tierra.
Las trabajos del macroproyecto turístico del Puertito de Adeje sufrieron una paralización cautelar el 31 de mayo por haber destruido restos arqueológicos. El informe técnico del Cabildo de Tenerife clasificó esa infracción como "muy grave". Sin embargo, cinco semanas después la obra se reanudó en un 98% de la parcela.
"Dijimos que acamparíamos aquí hasta que tengamos fuerzas para seguir luchando por la paralización de las obras", relata Rubén, voluntario de la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN). Él espera en la zona de la acampada que tiene lugar desde hace una semana para evitar que durante la movilización le retiren sus pertenencias y las casetas de campaña.
Hora del desayuno
Los manifestantes aprovecharon la hora del desayuno de los operarios para subirse a una de las palas. A los pocos minutos comenzaron a llegar los primeros miembros de la obra. El primero en aparecer en la zona fue Víctor, el jefe de obra. Este acusó a los manifestantes de haber puesto un candado en el camino de entrada a la faena. Prefirió no hacer declaraciones a la prensa.
Los manifestantes aprovecharon la hora del desayuno de los operarios para subirse a una de las palas
Víctor comenzó a hablar con tres hombres que sirven de representantes de los atrincherados en la pala. Luego, llamó a las autoridades para que se presentaran en el lugar. Antes de la llegada de la Benemérita, el trabajador que suele utilizar la pala ahora ocupada volvió del desayuno y se subió al vehículo ante los gritos de los manifestantes. Arrancó, mientras siete personas estaban sobre ella, y el resto empezó a gritarle que parase. Intentó hacer unos movimientos con el cucharón en el que estaban subidos dos de los manifestantes, pero los avisos por parte de los presentes de las posibles consecuencias legales le disuadieron.
A los diez minutos apareció el primer coche de la Guardia Civil. Luego un nuevo vehículo con otros dos compañeros. A ellos se sumaron seis agentes de la Policía Local que vienen como refuerzo que fueron llegando a cuentagotas.
"No podemos dedicar todos nuestros dispositivos a estar aquí", critica una de las agentes locales en una conversación con los mediadores. Los manifestantes pidieron a la Guardia Civil tres horas más para seguir sobre la pala y se identificaron al ser requerida su documentación. Dos de ellos, además, se han encadenado a la pala y han tirado la llave.
"Solo estamos utilizando nuestro derecho a la protesta", defiende Rubén. Él permanece abajo, pero es consciente de que la lucha no es contra los trabajadores de la obra, sino contra la construcción del macroproyecto turístico que pretende implantar villas de lujo en un barranco canario en el municipio de Adeje.
"Si intentan bajarme a la fuerza me tiraré", grita uno de los manifestantes encadenados
"Que vayan a la oficina y se encadenen ahí", reprocha un operario de las obras de Cuna del Alma. Al ser preguntado por las consecuencias económicas de este parón, el jefe de obra afirmó que negociarán con la empresa. Al parecer, este podría no ser el único acto directo contra las obras. Durante los primeros minutos, un trabajador critica que se "no fue tierra lo que tiraron sino azúcar, también cortaron mangueras hidráulicas y provocaron derrames de aceite. La empresa lo denunció", defienden fuentes de la promotora. Sin embargo, la promotora de Cuna del Alma no ha confirmado ni desmentido esta información.
"Si por mí fuera te puedes matar ahí mismo", afirma otro miembro de la obra. "Si intentan bajarme a la fuerza me tiraré", grita uno de los manifestantes encadenados. El resto le pide que mantenga la calma. Esta mañana la obra amaneció con unos candados cerrando el paso a la puerta de entrada. Al cabo de diez minutos apareció el primer coche de la Guardia Civil. Una de las personas que trabaja en la obra se acercó a hablar con los agentes. "Esto no es un problema con los operarios de la obra; sino con quienes destrozan nuestro paisaje", insisten los manifestantes.
"Les pedimos entre una hora y hora y media para esta manifestación. Estamos encadenados a las máquinas y nos han amenazado hasta con una radial", negocia uno de los portavoces de la manifestación con la Guardia Civil. Mientras tanto, los agentes explican a los portavoces las posibles consecuencias legales de esta paralización obligada de las obras.
"Las siete personas sobre la grúa solo pretenden darse a conocer y reivindicar", informa un agente a sus superiores. En lo que tiene lugar el acto, ya hay una denuncia presentada ante la Guardia Civil.
El mediador
Desde el inicio de las obras, se ha denunciado el daño al patrimonio ambiental
José Domingo Hernández es mediador entre la Guardia Civil y los manifestantes. "Lo de esconderse ya se acabó", cuenta al dar su nombre. Los delitos a los que se pueden enfrentarse los manifestantes subidos a la pala pueden pasar desde la coacción por impedir el desarrollo habitual de la obra, alteración del orden si se bajan de forma voluntaria o incluso si se paraliza la obra las consecuencias pueden ser mayores, recuerda una agente de la Policía Local a los mediadores. "Todo dependerá de la decisión de la autoridad judicial", negocia.
Por el momento, el avance de las obras ha llevado a diferentes movilizaciones en la isla. Desde una recogida de firmas con más de 30.000 personas contra el proyecto, una manifestación masiva en Tenerife, un documental y diferentes denuncias en materia arqueológica y ambiental. Desde el inicio de las obras, también se han denunciado el daño al patrimonio ambiental con la destrucción de la especie protegida de cardonal-tabaibal.
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