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Agresión a un fotoperiodista Los testigos confirman que el fotoperiodista Jordi Borràs fue agredido por un policía nacional

La jueza investiga las denuncias cruzadas por agresión de un fotoperiodista especializado en trabajos en contra de la extrema derecha y de un agente de Policía Nacional. Los testigos presentes dan la razón al fotógrafo.

Jordi Borràs, después de la agresión. Imagen cedida por 'El Món'/QS

público / agencias

La investigación de la juez que intenta esclarecer lo ocurrido entre el fotoperiodista Jordi Borràs y un agente de la Policía Nacional, que hirió al profesional de la comunicación, se ha encontrado hoy con dos versiones enfrentadas. Los dos protagonistas han sido citados como investigados ya que el uno acusa al otro de haber empezado la discusión que terminó con la cara de Borràs ensangrentada.

El presunto agresor es un inspector de la Policía Nacional, miembro de la Brigada de Información acusada por los Mossos en 2014 de alertar a yihadistas, que ha asegurado hoy ante la juez que fue éste quien le increpó y golpeó primero, entre insultos a España y al cuerpo policial, aunque ha reconocido que él iba vestido de paisano y que no se conocían previamente.

Según han informado fuentes jurídicas, Borràs y el inspector, al que la Policía Nacional ha abierto un expediente informativo, han declarado hoy como investigados ante la titular del juzgado de instrucción número 2 de Barcelona, que indaga la agresión, ocurrida el pasado mes de julio.

La juez abrió una investigación a raíz de las denuncias cruzadas que presentaron Borràs y el agente de la Policía Nacional por el incidente. En su declaración ante la juez, el inspector ha admitido que golpeó al fotoperiodista, pero ha precisado que lo hizo en defensa propia porque éste empezó a increparlo y a gritarle "puta policía, puta España", tras lo que ambos se enzarzaron en una pelea.

Imatge de l'agressor de Jordi Borràs difosa a les xarxes socials.

Imagen del agresor de Jordi Borràs, difundida en las redes sociales, en las que se ve cómo enseña su placa policial.

Por su parte, la versión de Borràs es que el agente se abalanzó sobre él cuando caminaba por la calle Capellans de Barcelona mientras gritaba "Viva España", "Viva Franco", tras lo que se identificó como policía cuando un vecino, alertado por los gritos de auxilio del fotoperiodista, trató de inmovilizarlo.

Esta misma versión es la que han dado a conocer  algunos testigos presentes durante el forcejeo, dando la razón al fotoperiodista y contradiciendo las declaraciones del policía.

El agente, han añadido las mismas fuentes, ha asegurado que Borràs y él no se conocían previamente de nada, por lo que la abogada del fotoperiodista, Carla Vall, ha considerado "inverosímil" que su cliente fuera el que le increpara primero, teniendo en cuenta que desconocía su condición de policía. De hecho, la defensa del profesional de la información fue costeada por alrededor de 500 personas que se sumaron a la campaña para conseguir reunir los 12.000 euros, algo que se produjo en menos de 12 horas.

Los testigos dan la razón a Borràs

Ante la juez han declarado también como testigos dos vecinos que presenciaron los hechos, quienes han explicado que cuando se percataron de lo que sucedía la agresión ya estaba iniciada y el agente se encontraba encima del reportero, golpeándole. Del mismo modo, según adelanta El Periódico, otros testimonios sí confirman que fue el policía el que se abalanzó sobre el fotoperiodista gritando "Viva España" y "Viva Franco".

A la declaración de ambos investigados ha asistido el fiscal coordinador del área de delitos de odio y discriminación, Miguel Ángel Aguilar, aunque la juez instructora todavía no les ha imputado un delito concreto.

El agente ha dicho que no se conocían, lo que imposibilita su propia versión que defiende que fue el fotógrafo el que le agredió primero

De hecho, la abogada de Borràs considera que el ataque al fotoperiodista, conocido por sus trabajos contra el fascismo y la extrema derecha en Cataluña, constituye "sin duda" un delito de incitación al odio, dado que el agresor "lo escoge a él para castigarle y difundir ese mensaje de odio", una opinión compartida por el propio Borràs.

Vall ha añadido, en declaraciones a los medios, que la denuncia que el policía ha presentado contra Borràs responde a una "táctica de defensa clásica, en que el agresor se presenta como víctima", por lo que, a su parecer, "no tiene sentido que se mantenga la imputación de Jordi Borràs".

Amenazas, coacciones y apoyo de Quim Torra

En declaraciones a la prensa, el fotoperiodista ha opinado que la versión del policía "no se sustenta por ningún lado y caerá por su propio peso" y ha denunciado que la agresión que sufrió es "el clímax de cinco años" de amenazas, coacciones y agresiones recibidas por hacer su trabajo.

Por su parte, en un tuit dedicado a su "amigo" Jordi Borràs, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, le ha expresado todo su apoyo por ser investigado "por haber sido agredido por un policía español que no ha sido apartado del cuerpo ni sancionado internamente". "Siempre estaremos al lado de los demócratas y de la libertad de expresión", ha añadido Torra.

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