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Almería La autopsia del joven que murió atado en un centro de menores de Almería halla signos de asfixia

El informe preliminar no descarta la "compresión abdominal o la sofocación con almohada/colchón en esta muerte" que define como "súbita". Ilyas T falleció tras aplicarle el protocolo de contención ante una "situación de agresividad".

Entrada al centro de menores Tierra de Oria en Almería. / GOOGLE MAPS

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El pasado 1 de julio murió un joven de 18 años en el centro de menores Tierras de Oria en Almería tras aplicarle el protocolo de contención ante una "situación de agresividad". El informe preliminar de la autopsia, al que ha tenido acceso El País, hace referencia a "signos asfixiaicos generales" y explica que en el momento en el que el chico falleció había "seis guardas jurados" para contenerlo. Según el citado diario, este primer estudio "no descarta la compresión abdominal o la sofocación con almohada/colchón en esta muerte” que define como "súbita".

"Se trata de un chico de 18 años de origen marroquí que se encuentra internado en el centro de menores de Oria. Está diagnosticado de TDHA (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad), consumo de sustancias y trastorno de Adaptación ansioso-depresivo”, describe el documento. Según su historial, el joven, de nombre Ilyas T, era consumidor de tóxicos desde los diez años y sufría "cuadros de agresividad", por lo que era necesario un protocolo de prevención de suicidio. Aunque, en el mismo informe se apunta que "en el centro existe un estricto control sobre el acceso de sustancias de abuso" y se descarta que hubiera podido consumir recientemente.

"La discusión comenzó porque se estaba haciendo un tatuaje en un brazo de manera rudimentaria e hiriéndose"

El padre de uno de los compañeros de Ilyas ha asegurado este lunes, según informa El País,  que "la discusión comenzó porque se estaba haciendo un tatuaje en un brazo de manera rudimentaria e hiriéndose". Cuando le llamaron la atención reaccionó, supuestamente, de un modo violento y le aplicaron el protocolo de contención. Además, el informe precisa la "presencia de múltiples heridas cortantes cicatrizadas autoproducidas en dorso de brazo y antebrazo izquierdo".

Este protocolo dejó al chico atado de pies y manos en su cama, bocabajo. Y dejó la muerte grabada en vídeo, puesto que había una cámara en la habitación. "Se le ve en prono [boca abajo], con la cabeza apoyada en almohada y colchón y se le ejerce presión con una rodilla en la escápula izquierda y con una mano en la espalda, aparte de sujetarle la cabeza (da la impresión que está aprisionada contra la almohada y el colchón)", se apunta en el informe. 

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