Dos jóvenes acusados de participar en los disturbios posteriores a la muerte de Mame Mbaye, el mantero de origen senegalés perseguido por policías en el barrio madrileño de Lavapiés en 2018, han aceptado un año de prisión. El abogado de los procesados y la fiscal han llegado este martes al acuerdo —inicialmente se pedían siete años de cárcel para cada uno de ellos—. El tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid ha dejado vista para sentencia esta causa.

Los disturbios por los que han sido acusados tuvieron lugar cuando se conoció la muerte del vendedor ambulante del Sindicato de Manteros y Lateros en 2018 por un ataque al corazón. Falleció junto a su casa supuestamente después escapar de una persecución policial contra los manteros en la Puerta del Sol. La rabia inundó el barrio de Lavapiés y muchos vecinos salieron a la calle para protestar contra las persecuciones policiales a los manteros y migrantes. Los gritos de "justicia", "la policía mata" y "ningún ser humano es ilegal" dominaron las protestas durante la jornada.

La representante del Ministerio Público ha imputado a los acusados de participar en estos disturbios por un delito por desórdenes públicos, otro por atentado contra la autoridad y un tercero por lesiones tras modificar sus conclusiones, según ha recogido EFE. Además, los acusados tendrán que pagar entre los dos una indemnización de casi 10.000 euros por los daños causados durante los disturbios en sucursales bancarias, un parquímetro y mobiliario urbano. E individualmente tendrán que pagar 350 y 750 euros, respectivamente, a dos policías por lesiones.

La fiscal también ha rebajado así lo que pedía de indemnización ya que inicialmente reclamaba un total de 40.665 para el Ayuntamiento de Madrid y distintos dueños de establecimientos del barrio.

El abogado de los procesados, Diego Redondo, ha celebrado a las puertas de la Audiencia madrileña la sustancial rebaja tanto en la petición de pena como en la indemnización. A su juicio, la solicitud inicial de la fiscal era "excesiva" y los acusados iban a pagar por daños en calles de Lavapiés "por las que ni siquiera habían pasado". 

Según el escrito de la Fiscalía, sobre las tres de la madrugada del 16 de marzo de 2018 los acusados, junto a otras personas, se enfrentaron a policías, a quienes arrojaron adoquines y objetos de vidrio. También se les acusa de formar varias barricadas. Y, en concreto a uno de ellos, de lanzar una adoquín de grandes dimensiones a un policía nacional. Al otro de enfrentarse a manotazos con otro agente, romper dos parquímetros y diversos daños en dos sucursales bancarias.