Público
Público

Un asesinato que conmocionó al país: el crimen de Laura Luelmo ya tiene un culpable

Bernardo Montoya se enfrenta a una petición de pena de prisión permanente revisable por agredir sexualmente y asesinar a la joven profesora en 2018.

Concentración en el instituto Vázquez Díaz Nerva en repulsa por la muerte de Laura Luelmo (Foto de ARCHIVO).
Concentración en el instituto Vázquez Díaz Nerva en repulsa por la muerte de Laura Luelmo (Foto de ARCHIVO). A. Pérez / Europa Press

El crimen de Laura Luelmo, la joven zamorana agredida sexualmente y asesinada en 2018 en El Campillo (Huelva), ya tiene veredicto. Casi tres años después desde que ocurrieran los hechos, la Audiencia Provincial de Huelva ha acogido el juicio contra Bernardo Montoya, que ha sido declarado culpable de todos los cargos de los que se le acusaba: asesinato, agresión sexual y detención ilegal.

Un jurado popular que se ha constituido al inicio del juicio ha sido el encargado de decidir sobre la culpabilidad o no de Montoya. Lo ha hecho a puerta cerrada, tras la petición de la familia de la víctima. Montoya se ha declarado inocente en todo momento y ha inculpado a una expareja del asesinato. Esta es la versión que sostiene desde abril de 2019, aunque en un interrogatorio previo había reconocido que él mató a la joven.

El asesinato y la agresión sexual de Luelmo conmocionó al país. Se organizaron concentraciones masivas de repulsa y se convocaron carreras en recuerdo de la joven profesora, que iba con ropa deportiva cuando desapareció una tarde de diciembre.

La desaparición y el asesinato 

El 4 de diciembre de 2018, Laura Luelmo se había mudado a El Campillo para incorporarse a la plantilla del instituto Vázquez Díaz de Nerva, una localidad cercana, para hacer una sustitución de la especialidad de Plástica. Unos días después, la familia denunció su desaparición.

A las 16.20 horas del 12 de diciembre, Luelmo mandó su último WhatsApp. "No sé si saldré a caminar, hace viento", dijo a su novio. En la investigación se dieron cuenta, por un tique de un supermercado, que Luelmo hizo una pequeña compra a las 17.22 horas. Y, a partir de este momento, los investigadores creen que ya se cometió el crimen que acabó con la vida de la joven.

El fiscal sostiene que, a las 17:30 de aquel trágico miércoles, el acusado Bernardo Montoya abordó por sorpresa a la joven, y, con ánimo de privar su libertad de movimiento, mientras la misma gritaba, la introdujo a la fuerza en su domicilio.

La búsqueda y aparición del cuerpo 

Primero la familia interpuso la denuncia por la desaparición en la Policía Nacional de Zamora. Después, una profesora del instituto, que alquiló su casa a Luelmo, pidió que una patrulla comprobara si estaba dentro de casa y le había ocurrido algo. Entraron en el domicilio con la llave de la casera "sin percibir nada extraño".

Montoya intentó huir a pie campo a través cuando se dio cuenta que unos policías le perseguían

A la salida del registro, los policías se encuentran con Montoya, que sale de su casa, justo enfrente de la de Luelmo. El acusado dijo que no sabía que nadie viviera en ese domicilio, pero lo identificaron y mandaron sus datos a la central. Montoya había pasado media vida en la cárcel (22 de sus 50 años).

El 15 de diciembre se realizó la primera batida para encontrar a Luelmo. Gracias a la geolozalización de su teléfono móvil, desde el primer momento supieron por la zona en la que debían buscar. El día 17 encontraron su cuerpo, semidestinudo, con signos de violencia que se veían a simple vista. 

Al día siguiente fue detenido Montoya, que iba conduciendo pero intentó huir a pie campo a través cuando se dio cuenta de que estaba siendo perseguido. La Policía entró en su casa por la mañana y estaban convencidos de que ese fue el lugar del crimen.

El acusado: Bernardo Montoya

Bernardo Montoya, con graves antecedentes penales como el asesinato de una anciana, ha sido el único acusado. Llegó a confesar el crimen en interrogatorio policial en un primer momento, aunque después cambió su declaración y desde el 4 de abril de 2019 dice que fue su exnovia la presunta responsable del asesinato de Luelmo. Sin embargo, su expareja, pese a constar en un principio como investigada, fue excluida finalmente de la causa.

En su primera confesión, se detectaron varias falsedades que, según la investigación, Montoya recurrió a ellas para evitar ser acusado de agresión sexual. La autopsia revela que Luelmo fue agredida sexualmente y que murió entre el 14 y el 15 de diciembre, dos días después de desaparecer. 

Montoya lleva en la cárcel de Huelva desde el pasado 2 de noviembre, día en que fue trasladado desde la de Sevilla II, en Morón (Sevilla), a la espera del juicio.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias