Ayuso abre un colegio en Rivas con obras y generadores de luz después de dos años con niños en barracones
El CEIP Mercedes Vera, bautizado por la Comunidad de Madrid como Hispanidad, ha sido una de las escuelas fantasma que el Gobierno autonómico mantiene todavía sin terminar.
María Martínez Collado
Madrid-Actualizado a
Esta vuelta al cole se ha estrenado llena de novedades en el municipio madrileño de Rivas-Vaciamadrid. En particular, en Rivas Futura, donde por primera vez ha abierto sus puertas el CEIP Hispanidad, tras tres años con sus alumnos de dos, tres, cuatro y cinco años acogidos en una escuela vecina. El colegio, no obstante, todavía no está terminado y, de hecho, tan solo dos días antes de que empezara el curso ni siquiera tenía luz.
Este centro, que inicialmente iba a llamarse Mercedes Vera, lleva desde 2018 para ser edificado. Tras un proceso de votación, los ciudadanos eligieron que como nombre el de la histórica maestra ripense. Sin embargo, la Comunidad de Madrid decidió de manera unilateral cómo se llamaría.
Fue en 2021 cuando se abrió el proceso de matriculación en el Hispanidad, pero el colegio no existía ni como figura jurídica ni físicamente. Así que las madres y padres inscribieron a sus hijos en una especie de colegio fantasma con la idea de que, si se habían abierto los plazos para formar las clases, lo lógico sería que el centro se construyera de manera inminente. A luces vista, no ocurrió así.
"Nosotros dimos por hecho que se iba a abrir. Como madre, no sé cuánto se tarda en construir un colegio, pero si se toma como referencia el Isabel Zendal, que es un hospital enorme, un colegio se podría tardar la mitad o por lo menos lo mismo", explica a Público Mavi López, presidenta del AMPA-AFA Mercedes Vera. "Lo que pasa es que al final ya hemos aprendido que es una cuestión de interés político. Depende de la voluntad y los recursos", lamenta.
Ella, como otras familias, es de las que se inclina por la educación pública, de barrio. "Los niños hacen amigos de la zona, pueden crear amistades, las familias se conocen, hacen vida en el barrio. Creo que los coles de los barrios cohesionan mucho la comunidad y da seguridad a la infancia de los niños", razona López. De ahí que no dudara en matricular a su hija en una escuela que supuestamente se iba a instalar frente a su casa.
Ya entonces, la solicitud de plaza fue diferente a la que suele tener lugar en el resto de centros. "La matriculación la teníamos que hacer en papel y en el Dulce Chacón, otro colegio cerquita, porque no había medios para hacerla online, ya que la Consejería de Educación no había creado la página correspondiente. O sea, abrieron la matriculación, pero el colegio no existía como tal", afirma la presidenta del AMPA-AFA.
La incertidumbre fue la protagonista durante los siguientes meses del verano. Ningún padre o madre sabía qué iba a pasar con el primer curso escolar de sus hijos. Finalmente, el 6 de agosto, la Comunidad de Madrid creó jurídicamente el CEIP Hispanidad e informaron a las familias de que sus niños serían acogidos temporalmente, como muchos suponían, en el Dulce Chacón.
Una solución improvisada a la que pronto se le empezaron a ver las costuras. Para empezar, porque el CEIP Dulce Chacón estaba completo. Esto no fue ningún impedimento para el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que tuvo al ocurrencia de colocar barracones reutilizados en el patio para que nos pequeños dieran ahí sus clases.
"La cuestión es que esos barracones correspondían a aulas de Primaria, así que no tenían baño. Los niños de dos y tres años no pueden estar en aulas sin baño. Eso incumple la normativa. A muchos les han quitado el pañal ese verano porque tienen que entrar al cole sin pañal, a no ser que tengan necesidades especiales, pero resulta que esas instalaciones les impedían tener baño", expresa López.
Como esas condiciones eran claramente insostenibles, las familias y la dirección del propio Dulce Chacón decidieron que los barracones fueran para los niños de 5º de Primaria y, así, poder meter a los más pequeños en el edificio, donde tanto el frío como el calor y el impacto de las precipitaciones sería menor. Y allí han continuado hasta este 2023. Incorporando barracones según se iban a admitiendo nuevos cursos de Infantil en el Hispanidad.
"Los niños de cuatro años iban a barracones sin baños y tenían que cruzar todo el patio para ir al servicio. Para ellos ha sido duro, no es lo normal en los niños de su edad. Los más pequeños no tienen capacidad de aguante", lamenta López.
Como AMPA-AFA critican que el Gobierno autonómico no haya acelerado los plazos en todo este tiempo. El Dulce Chacón, en el que estaban, se construyó en seis meses. Y, en este caso, solo tenían que edificar las aulas de Infantil y el comedor.
"Cuando vimos el plazo de construcción inicial, se nos cayó el alma a los pies: era de 12 meses. Con lo cual ya la Comunidad nos estaba diciendo que íbamos a empezar tarde. El Gobierno tiene potestad para ajustar el plazo, pero probablemente no se pueda hacer con tan poco presupuesto. Requiere invertir un poco más, no esos precios tan bajos", apunta López.
Este año, al fin, llegó la noticia que todos llevaban esperando más tiempo del que deberían: el Hispanidad iba a inaugurarse. Los nervios volvieron a resurgir, ya ni la directora ni, de nuevo, las familias conocían el estado en el que se encontraba la obra. Muchos se temían que la historia se repitiera.
"El centro no se entregó operativo. El viernes 25 de agosto todavía no había mobiliario, sillas, cocina, nada. El 4 de septiembre la constructora entregó el colegio sin luz porque era luz de obra y la cortaron. Con lo cual, no había electricidad y se tuvo que recurrir a generadores para tener corriente", detalla López.
"¿Qué hacíamos las familias? ¿Qué íbamos a hacer con los niños, si el día 4 nos entregan el colegio sin luz y el día 6 entrábamos? Los generadores han estado unos días, pero han sido muy molestos para los vecinos por el ruido que se produce y del olor a gasoil quemado", aseguran desde el AMPA-AFA Mercedes Vera.
Escuelas públicas sin terminar desde hace una década
En cualquier caso, los menores, acabadas o no las obras, ya han entrado a sus aulas nuevas, que ya es mucho decir, después de esos dos cursos en el limbo. Ahora falta toda la segunda fase de construcción, que es Primaria, así como otras aulas de Infantil.
"De momento, Infraestructuras ya ha anunciado que estará disponible para septiembre de 2025 y mi hija empieza primaria en el 2024. ¿Qué va a pasar? ¿Van a ponernos barracones también aquí?", se pregunta López. "Construir aulas de infantil al lado de las que ya existen implica construir con los niños al lado, a ver cómo lo hacen", exaspera.
Público ha preguntado a la dirección del centro por la situación, pero el departamento ha preferido no hacer declaraciones al respecto. Por su parte, la Consejería de Educación afirma que "el CEIP Hispanidad se abrió a principio de curso según lo previsto. En la actualidad se está terminado la redacción del proyecto de terminación del centro y las obras se realizarán sin que afecten al normal desarrollo de las clases".
El caso del Hispanidad es solo uno de entre tantos. De hecho, desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) Francisco Giner de los Ríos critican que los Gobiernos del Partido Popular en Madrid mantienen algunas escuelas públicas sin terminar incluso desde hace una década. Como ejemplos están el CEIP Héroes 2 de Mayo de Colmenar Viejo, el CEIP María de Villota de Vallecas, el CEIPSO La Luna (siete años), el IES Torcuato Fernández Miranda de Arroyomolinos o el CEIP Gabriela Morreale.
"Es el maltrato del sistema público para fomentar que la gente se vaya a las privadas-concertadas. Y es ilegal, se incumple la legislación al abrir por fases. Pero qué vamos a decir nosotros si lo que queremos es que nuestros hijos tengan sus coles. No es viable tener así a las familias o al profesorado. No es incompetencia ni dejadez, es una decisión política", concluye López.
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