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Ayuso busca rastreadores voluntarios entre los profesionales del Ayuntamiento pese a haber rechazado antes su ayuda

La Comunidad de Madrid perdió una gran oportunidad al no contar con los centros municipales de salud comunitaria para el estudio de contactos, una estrategia que ha funcionado en otros países como Alemania. Los servicios municipales y regionales no se coordinaron para ello y ahora la Consejería de Sanidad pide voluntarios al Ayuntamiento.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, el vicepresidente y portavoz, Ignacio Aguado, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís. Fuente: Comunidad de Madrid
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, el vicepresidente y portavoz, Ignacio Aguado, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís. Comunidad de Madrid

beatriz asuar

Cuando España se confinó había un gran objetivo: ganar tiempo para planificar la respuesta sanitaria ante la pandemia del coronavirus. Pero, con el número de casos creciendo cada día, todo apunta a que no se han aprovechado bien estos meses. Ahora vemos cómo las administraciones han perdido muchas oportunidades: la de haber contado con los centros municipales de salud comunitaria, los centros más cercanos a la gente y que mejor conocen sus zonas, es una de ellas. La falta de coordinación entre instituciones vuelve a estar en el centro de este fallo. 

La Comunidad de Madrid recurre ahora a estos profesionales después de que el número de casos esté creciendo rápidamente en la región. Varios epidemiólogos consultados reconocen que ya es muy complicado detectar el origen de los casos y creen que ya puede haber transmisión comunitaria. En este caso, el estudio de contactos ya no puede ser la única medida. Pero se podía haber planificado de forma diferente. 

Trabajadores de Salud Madrid confirman a Público que ofrecieron su ayuda a la Comunidad de Madrid desde este servicio de manera formal en reuniones con las autoridades sanitarias regionales. No se recurrió a ellos ni en marzo (primera vez que se ofreció) ni en junio (segunda vez). Ahora, cuando la situación ha empeorado, la Consejería de Sanidad sí pide voluntarios entre estos profesionales para el mes de agosto. Esta petición del Sermas se realizó antess de que el Gobierno regional anunciara que contratará a 178 nuevos rastreadores y ha ido dirigida a todas las subdirecciones de Madrid Salud.

Email enviado a los trabajadores de Madrid Salud.
Email enviado a los trabajadores de la subdirección de Salud Pública de Madrid Salud.

"El gerente de Salud Madrid propuso a la Consejería de Sanidad que los 16 centros municipales de salud trabajáramos en el estudio de contactos desde los centros. Ahora ellos nos piden que mandemos gente. Se puede hacer, pero no es un esquema de trabajo organizado. Nosotros propusimos un plan con un proyecto piloto en el centro de Latina que consistía en que nos mandaran información sobre los casos y nosotros pudiéramos detectar los contactos a nivel comunitario con un equipo de gente que ya trabaja y conoce el barrio", explica una de las trabajadoras a Público

Cada centro cuenta con un equipo de quince o veinte profesionales. Entre 250 y 300 trabajadores más que podrían haber estado dedicándose al estudio de contactos. Estos profesionales durante la pandemia han realizado varios apoyos, pero no han recurrido a ellos como podrían haber hecho. Países como Alemania han utilizado las oficinas municipales de salud pública para la labor de rastreo. Un artículo en El País desarrollaba esta estrategia que ha mostrado que el conocimiento de la zona sobre la que se realiza el estudio y la cercanía son dos aspectos muy útiles en este trabajo.

También podría haber sido una estrategia muy positiva aquí si Madrid Salud y el Servicio Madrileño de Salud (Sermas) se hubieran coordinado. "Los profesionales de los centros conocen los barrios, las asociaciones, cómo se vive en cada zona y ya son trabajadores formados... Se podría haber aportado mucho", comenta otra trabajadora de este servicio. 

Miguel Montejo, concejal del Ayuntamiento de Más Madrid y gestor sanitario, cuenta que han pedido en varias ocasiones al Ayuntamiento de Madrid que se realice este trabajo. "Nosotros propusimos que se coordinaran los recursos, pero nos dimos cuenta de que los problemas de coordinación no tienen que ver con los colores políticos y sí con la mala gestión. El Ayuntamiento de Madrid lo que hizo fue mirar a otro lado mientras la Comunidad los tenían abandonados. El Sermas llegó a tener un listado de 40 profesionales de Madrid Salud para ir a trabajar a Ifema y no les llamaron nunca. La gente lloraba en sus casas de rabia por no poder hacer nada", relata a este medio. 

La Comunidad de Madrid, por su parte, indica que es ahora cuando tienen una necesidad de contar con más trabajadores y que por ello se ha anunciado la contratación de 178 profesionales este martes (360 rastreadores en total). No ha pasado ni una semana desde que el consejero de Sanidad, Enrique Ruíz Escudero, afirmó en rueda de prensa que no era necesario un refuerzo pese a que los casos ya estaban creciendo en la región y varios trabajadores ya habían denunciado que los estudios de contactos no estaban funcionando por la falta de personal. 

Montejo cree que el problema de gestión se centra en el Sermas: "No contrataron los rastreadores suficientes cuando tendrían que haberlo hecho, antes de entrar en la desescalada. Pero ahora tampoco. Se calcula que necesitamos 1.400 rastreadores, con los sistemas que se están inventando ahora tampoco llegamos ni a la mitad". Pero, además, denuncia que el Ayuntamiento no ha puesto voluntad ni fuerza para cambiar esto.

La petición de voluntarios de Madrid Salud para el estudio de contactos plantea ahora otro problema que ya se vivió a principios de la pandemia. Ifema se nutrió de trabajadores de los centros de salud y Atención Primaria se debilitó durante el pico de la emergencia sanitaria. Si ahora los trabajadores pasan de un centro a otro, sin un plan de trabajo previo y sin coordinación, serán esta vez los centros comunitarios y otros servicios locales los que quedarán desatendidos. Todo esto se agrava por la llegada del mes de agosto: muchos profesionales ya tienen vacaciones y la Comunidad de Madrid no contrató personal suficiente para suplir a todos los profesionales.​

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