Los hábitos de vida de los niños y niñas en España han emperado en todos los niveles desde hace tres años. En concreto, la infancia y la adolescencia española hace menos actividad física, come peor y está mucho más triste tras la pandemia y, pese a registrar una leve tendencia decreciente en sus índices de sobrepeso y obesidad, hay todavía una preocupante prevalencia de exceso de peso infantil, que alcanza el 33,4%.

El diagnóstico es preocupante y queda reflejado en los resultados preliminares de la segunda edición del estudio PASOS 2022 de la Fundación Gasol, que se ha apoyado en un consorcio compuesto por 14 centros de investigación, la mayoría universitarios.

A la presentación han asistido este jueves en el IES Celestino Mutis la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y el exjugador de baloncesto Pau Gasol. El informe ha evaluado entre marzo de 2022 y enero de 2023 a un total de 2.892 niños de 8 a 16 años de 223 centros educativos de 120 municipios de diferentes dimensiones (de más de 200.000 a 3.000 habitantes) de toda España. Los datos recabados actualizan los recopilados en el anterior informe de 2019 y compara los estilos de vida y el exceso de peso infantil antes y después de la covid.

Uno de cada tres niños tiene sobrepeso

El estudio confirma que el exceso de peso infantil alcanza un porcentaje del 33,4% y que además es mayor para el género masculino, los de menor edad y la evaluada en centros situados en poblaciones con una menor renta media por persona y año.

El nuevo estudio observa una cierta tendencia decreciente sobre todo para el sobrepeso, pero también, aunque más sutil, para la obesidad. Según el estudio, entre 1998-2000 y 2019 el sobrepeso creció del 22,4% al 23,8%, mientras que ha disminuido de 2019 a 2022: del 23,8 al 21,6%, ha explicado Santi F. Gómez, investigador principal del estudio PASOS.

La evolución de la obesidad es similar. La presenta un 11,8% de los niños y niñas de 8 a 16 años, frente a un 12,3% en 2019. Mientras que la obsevidad severa se consolida en la población estudiada en el 1,5%. 

La prevalencia de la obesidad (16,2%) y la de obesidad severa (2,2%) es muy superior entre la población participante menor de 12 años, respecto a los adolescentes (8,1% y 0,9%, respectivamente). De la misma manera, el sobrepeso es algo superior en la población infantil (21,8%) que en la adolescente (21,5%).

Estos datos apuntan a dos hipótesis: que en la transición de la infancia a la adolescencia hay un "efecto estirón" en el crecimiento humano y/o que entre las nuevas generaciones, nacidas entre 2011 y 2015, la obesidad es mayor que en las generaciones anteriores (nacidas entre 2007 y 2011).

Un factor muy a tener en cuenta que destaca el informe es que la población estudiada en los centros ubicados en lugares con una menor renta por persona y año (menos de 10.000 euros), la obesidad es el doble que la analizada en centros con una renta mayor. Pasa del 16% en el primer caso al 8,3% en el segundo.

Crece la preocupación y la tristeza tras la pandemia

La pandemia ha influido notablemente en el ánimo de la población infantojuvenil, ya que declara sentirse más preocupada, triste o infeliz en 2022. Ahora, el porcentaje alcanza el 32,2 % y en 2019 era del 19,5 %. Además, resulta "preocupante" que porcentualmente se haya incrementado en mayor medida el porcentaje de participantes que declaran tener bastantes o muchos problemas.

Otra consecuencia de la pandemia es que los niños y niñas españoles dedican más de 3 horas al día entre semana a las pantallas, lo que supera con creces la recomendación de un máximo de 2 horas al día frente a dispositivos como ordenadores, móviles, tablets o televisión. El fin de semana, el tiempo dedicado a las pantallas es aún mayor: casi 5 horas al día (294,1 minutos).

Menos ejercicio físico y peor alimentación

El estudio subraya que un 70,6% de la infancia y adolescencia no alcanza la recomendación de la OMS de 60 minutos diarios de actividad física moderada o vigorosa y que el porcentaje que lo incumple ha aumentado en un 6,6% del 2019 a 2022, ha afirmado Santi F. Gómez, director global de Investigación y Programas de la Gasol Foundation.

Solo un 29,4% de los niños de 8 a 16 años realiza dicha actividad física moderada o vigorosa, es decir, movimientos que activan el ritmo cardíaco y la respiración como correr, saltar o bailar.

Y todo ello también está influido por los hábitos de alimentación, que también han empeorado desde 2019. El porcentaje de población que presenta un nivel bajo de adherencia a la dieta mediterránea supera el 12%, mientras que el que alcanza un nivel alto es de un 36,7%; esta última cifra ha bajado un 4,4 % en solo 3 años (del 2019 a 2022). Un 51,3% presenta un nivel medio de seguimiento de esta dieta.