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El Banc dels Aliments deja de repartir leche en Barcelona por su encarecimiento

La desestabilización en los precios impacta en la entidad, que en un año ha reducido en un 20% la cantidad de comida que distribuye a cerca de 130.000 usuarios en la capital catalana.

31/12/2021 - Interior d'un supermercat, el desembre de 2021.
Interior de un supermercado -ACN

La desestabilización de los precios debido a la inflación impacta en las entidades sociales, que llevan meses denunciando una situación límite en Catalunya. El Banc dels Aliments de Barcelona ha anunciado que este mes es el último que reparte leche después de que este producto, hasta ahora el que tenía más peso en la cesta que distribuían, haya llegado a doblar su precio.

La leche representaba más del 20% de lo que repartían a 130.000 usuarios en Barcelona

"Cada vez entregamos menos kilos de alimentos", constata Lluís Fatjó-Vilas, presidente de la organización. Hasta hace poco, la leche representaba más del 20% de lo que repartían a cerca de 130.000 usuarios en Barcelona. Eran más de medio millón de litros mensuales que han ido reduciendo progresivamente hasta que este mes repartirán sólo uno, y será el último.

11/05/2022 - Voluntàries col·loquen aliments al rebost solidari de Gràcia.
Voluntarias colocan alimentos en la despensa solidaria de Gràcia. — Blanca Blay / ACN

Una de las principales causas de esta decisión es el encarecimiento de la leche, pero hay más. La reducción de las donaciones particulares tras el boom de la Covid, cuando mucha gente colaboró con entidades, y el hecho de que la Unión Europea la haya retirado de los productos ofertados en un programa del que forman parte, son otros.

"Tenemos un presupuesto más bajo y al mismo tiempo nuestra capacidad adquisitiva en cuanto a la leche es la mitad", remarca Fatjó-Vilas por teléfono a Público. El parón es indefinido, aunque prevén recibir una ayuda puntual de la Generalitat para la que todavía no hay fecha: "Cubrirá unos meses, pero después nos encontraremos igual", sostiene el presidente.

Reducción de un 20% de los productos repartidos

La situación no viene de nuevo. Hace ya más de un año que el Banc dels Aliments lanzaba un grito de alerta por las dificultades derivadas de la inflación y el menor número de excedentes. Si antes repartían entre 12 y 14 kilos de comida por persona al mes, ahora esta suma se ha reducido cerca de un 20%.

La reducción de la oferta ha repercutido en los productos que reciben

"La leche es el símbolo y el producto número uno, pero nos pasa lo mismo con todos los demás", señala el presidente. En un inicio empezaron reduciendo en torno al 20% las donaciones, una proporción que ha ido aumentando.

"Una parte proviene de excedentes, y ahora hay más demanda que oferta, por tanto se han reducido. Tenemos menos entregas, también en Mercabarna hay entradas de producto inferiores... Estamos recibiendo de todas partes". Los meses de retraso con los que cobran unas subvenciones de la UE para personas vulnerables no ayudan a mantener el reparto.

Voluntàries durant el Gran Recapte d'aliments.
Voluntarias durante la Gran Colecta de alimentos — ACN

Entidades "muy tensionadas"

El Banc dels Aliments está pendiente de una ayuda puntual de la Generalitat pero asegura que necesitan "cierta regularidad" en estos ingresos para mantener la labor de la que depende la alimentación de tantas personas. Fatjó-Vilas apunta que las entidades están "muy tensionadas", con algunas a la expectativa y otras planteándose, directamente, cerrar.

Los costes han aumentado con el incremento de la factura de la luz, por ejemplo

El hecho de que haya menos reparto de comida también influye en la labor que hacen algunas entidades, que vinculan a los usuarios a través del reparto de productos para conseguir objetivos de inserción laboral y formación.

El aumento de usuarios debido a la crisis social sostenida y el encarecimiento de los costes de mantenimiento, como la electricidad, han agravado una situación económica precaria que hace años que muchas entidades arrastran y por la que reclaman más recursos públicos.

"Estamos en una situación de embudo, veremos en qué queda. Hay más demanda, menos oferta de alimentos y al mismo tiempo esto hace que los costes de transporte sean más altos. Es una espiral", concluye.

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