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Los vocales conservadores del CGPJ piden ahora un pleno para nombrar ya a los magistrados del TC y esquivar la reforma del Gobierno

Malestar entre las filas conservadoras del gobierno de los jueces, que quieren acelerar el proceso de designación de los dos candidatos al Constitucional cuando llevan tres meses de retraso, sin comunicar siquiera quién es su apuesta.

Edificio del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)
Imagen de archivo del edificio del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), a 10 de octubre de 2022, en Madrid (España). Alberto Ortega / Europa Press

El Partido Socialista y Unidas Podemos han introducido enmiendas para modificar el proceso de elección de los dos candidatos al Tribunal Constitucional (TC) que compete realizar al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Ahora, tras meses de dilaciones injustificadas, el sector conservador del CGPJ quiere convocar inmediatamente un pleno para nombrar a los dos magistrados para el TC y evitar así la nueva reforma. 

Los socios de Gobierno proponen pasar de una mayoría de tres quintos a una simple para que el CGPJ designe a sus dos candidatos al TC y que, en caso de que el órgano de gobierno de los jueces siga incumpliendo, puedan exigir a sus vocales responsabilidades hasta penales. En la actualidad, los candidatos para el TC necesitan 11 votos. El sector conservador del Consejo tiene 10 vocales y el progresista, ocho.

Según las fuentes consultadas por este diario, el bloque conservador del CGPJ cree que se trata de una "injerencia demoledora", un "chantaje" y hasta una amenaza que tiene como objetivo que se admita el candidato del sector progresista: el magistrado del Tribunal Supremo (TS) José Manuel Bandrés.

Desde el ala conservadora llama la atención la reforma, que tiene como objetivo que los 18 vocales propongan y voten solo a uno de los candidatos en vez de a dos, lo que garantizaría, en un principio, que los dos más votados sean los aspirantes elegidos por cada bloque, en el caso de los progresistas: Bandrés.

Los conservadores cambiaron las reglas a mitad de partido, para vetar a Bandrés

La negociaciones en el seno del CGPJ llegaron a punto muerto la semana pasada después de que los vocales progresistas ratificaran la candidatura de Bandrés y ofrecieran a los conservadores aceptar también sin objeciones al candidato que seleccionaran. Pero los conservadores rechazaron ese sistema insistiendo en que ambos aspirantes deben elegirse conjuntamente, cambiando de esa manera las reglas del juego que se dieron en septiembre pasado, cuando arrancaron las negociaciones para lograr un consenso de cara a los dos candidatos al TC.

El problema de fondo es que los vocales conservadores no aceptan a Bandrés, aunque formalmente no han hecho tacha alguna. Su estrategia de dilación para designar a su candidato acumula ya tres meses. Según las fuentes consultadas, el bloque conservador maneja seis nombres: Pablo Llarena, Julián Sánchez Melgar y Vicente Magro, de la Sala de lo Penal del TS; y César Tolosa, Inés Huerta y Diego Córdoba, de la Sala de lo Contencioso-Administrativo.

No obstante, las fuentes aseguran que en realidad los mejores posicionados para conseguir el aval del conjunto del CGPJ son Tolosa y Pablo Lucas, el magistrado del TS encargado de controlar la actividad del CNI y que estaba en el primer listado de nueve candidatos dado a conocer por los vocales progresistas. 

Vocales conservadores piden un pleno extraordinario

El bloque conservador del CGPJ se ha reunido este mismo viernes y nueve de sus diez vocales han acordado solicitar al presidente interino del Consejo, Rafael Mozo, que convoque un Pleno extraordinario para votar a los dos candidatos del TC antes de que la citada reforma quede aprobada.

Desde el sector progresista se entiende que "lo razonable" ahora mismo sería esperar

Sin embargo, desde la corriente progresista creen que la propuesta de PSOE y UP es una vía legítima para que las Cortes Generales ofrezcan una solución al actual bloqueo. A su juicio, lo "vergonzoso" sería que "nadie hiciera nada" para intentar remover los obstáculos que impiden el normal funcionamiento de las instituciones. Fuentes consultadas por Público, indican que es una anomalía que el Poder Ejecutivo y el Legislativo tengan que "activarse" para paliar una "rebeldía" respecto al mandato constitucional.

Además, desde el sector progresista se entiende que "lo razonable" ahora mismo sería incluso esperar a que la referida reforma sea una realidad para celebrar cualquier votación en el CGPJ sobre los dos candidatos al TC.

Actualmente, ambos sectores están pendientes de Mozo, ya que es quien debe convocar el pleno extraordinario en un plazo de tres días a contar desde el lunes. Esto supondría adelantar el calendario fijado porque estaba previsto que en el Pleno ordinario del 22 de diciembre se votara por primera vez a los dos candidatos al TC.

Algunos vocales progresistas se decantan con votar en blanco en el pleno para esperar a las nuevas normas

Algunos vocales progresistas se decantan con votar en blanco en ese pleno extraordinario para esperar a las nuevas normas, lo que significaría exceder también el pleno ordinario, dado que el Congreso podría aprobar la reforma la próxima semana pero el Senado necesitaría hasta final de mes.

Para los vocales progresistas, si el bloque conservador no tenía ninguna "prisa" para cumplir con esta obligación constitucional, ahora no hay motivo para acelerar, y menos cuando se prevé que diputados y senadores cambien las reglas de votación.

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