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COP25 La voz de los jóvenes en la batalla climática: la palanca de cambio que los políticos olvidan

Algunos jóvenes han debatido en la Zona Verde de la Cumbre del Clima (COP 25) de Madrid para reclamar su espacio y pedir que sus proclamas empiecen a ser vinculantes dentro del multilateralismo internacional.

Escena del diálogo Intergeneracional para la Justicia Climática de la 25 Conferencia de las Partes del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP)./ EFE

alejandro tena

En Ifema, lugar donde el Ejecutivo en funciones ha organizado esta Cumbre del Clima in extremis, los pabellones se suceden, uno tras otro, interconectando salas pequeñas y grandes que se llenan de periodistas en busca de una declaración interesante de algún dirigente internacional. Sin embargo, no todos los focos mediáticos están alumbrando a las corbatas de los altos funcionarios. Entre las seis grandes salas de Ifema, destaca una, la Zona Verde. Allí es donde la sociedad civil se articula y se organiza en acciones de debate y diálogo que, en cierta medida, tratan de visibilizar la brecha entre los compromisos climáticos de la clase política y las organizaciones civiles.

En el centro de esta espacio se erige una suerte de ágora que, dispuesta a modo de círculo, da pie al diálogo ciudadano y se presenta como un buen lugar para que los jóvenes alcen la voz y reclamen sus propios derechos. Así lo entiende Marina, una joven canadiense que, subida al núcleo central de este escenario se pregunta dónde estará “dentro unos años, en 2050” y cuestiona cómo afectarán las políticas del presente a las generaciones venideras, que apenas cuentan con voz dentro de los espacios de debate.

Joel, un joven chileno del “viernes por el futuro”, también se muestra crítico con la escasa representación juvenil dentro de los lugares donde se toman las decisiones más importantes para la humanidad. La incredulidad se apodera de él y del resto de chavales recién salidos del mundo adolescente que rodean el ágora de la zona verde. “Es importante repensar cómo se están organizando estos encuentros”, añade.

Pero, la materia en cuestión no gira sólo en torno al papel de la juventud dentro del multilateralismo político, sino en cómo integrar a las diferentes perspectivas vitales y sociales dentro de los espacios dónde se toman las decisiones más importantes del planeta. “Es importante que los jóvenes estemos representados, pero también es importante que se integren los distintos mundos. Es decir, no son los mismos problemas los que puede tener un joven europeo que un joven chileno empobrecido”, advierte este representante de Fridays For Future, que comenta, a modo de anécdota, cómo la represión en este lado del continente es más leve que la que está experimentando latinoamérica en estos instantes. “Tengo amigos que me reciben balazos por protestar”, clama.

"No son los mismos problemas los que puede tener un joven europeo que uno chileno empobrecido"

Rayen, otra joven chilena de origen mapuche que toma la palabra tras verter algunos cánticos indígenas, profundiza en esa idea de una mirada transversal que tenga en cuenta a las diferentes sociedades que viven en el planeta. “Cuando se habla de proyectos industriales para una transición en renovables, ¿adivinan donde se desarrollan? En nuestros territorios, en zonas que estaban limpias”, expone la activista.

Para Benjamín, otro de los jóvenes que participa en el encuentro de la zona verde, “todos somos cómplices” de la situación de emergencia climática, aunque algunos hayan tenido más responsabilidad. Aunque en estos espacios la joven sueca Greta Thunberg es un ejemplo a seguir, la realidad de que se hable de ella como la persona que ha despertado la lucha ecologista dice bastante de las diferencias de percepción entre el cono sur y el cono norte. En esa línea va este muchacho, que pone el foco en la cantidad de luchadores ambientalistas que durante años han tratado de cambiar las cosas en los países de América Latina, pese a los riesgos que supone el activismo climático en estas zonas del planeta: “Los estados no les defienden”.

"La nueva tecnología vendrá del norte, pero la ética viene del sur”

Pero el ágora climática no integra sólo a la juventud, si no a todas las generaciones. Tanto es así, que en el escenario circular se abre paso un hombre de figura anciana que de una manera poética se hermana con las nuevas generaciones. Se trata de Pepe Esquinas, exsecretario de la Comisión de Recursos Energéticos de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), que señala esa dicotomía sociopolítica que divide el planeta: “La nueva tecnología vendrá del norte, pero la ética viene del sur”.

Esquinas, ejemplo de que la mirada política debe integrar las experiencias de los mayores y la fuerza de los jóvenes, habla de la necesidad de que los organismos internacionales tengan un defensor de las nuevas generaciones que garantice que la voz de la juventud sea vinculante en los tratados que se alcancen y no un ornamento de decoración como viene siendo. Por el momento, la juventud seguirá tirando con fuerza de la palanca social. Al menos hasta que las voluntades políticas se correlacionen con el entusiasmo que impera en las calles de gran parte del planeta.

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