Catalunya ha ampliado durante las últimas dos semanas la capacidad de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) a marchas forzadas, hasta llegar prácticamente a triplicarla en un intento desesperado de evitar el colapso de este operativo médico esencial para salvar vidas en la emergencia sanitaria provocada por la covid-19 y que cada vez se ve más cercano en los hospitales catalanes. Esto ha permitido absorber el total de pacientes graves, que no para de crecer. Este miércoles las UCI disponen de 1.816 camas, suficiente para atender a los 1.769 pacientes en estado grave, aunque, de hecho, no todos ellos precisan su ingreso en las unidades de críticos. Así lo confirmó la Consellera de Salut, Alba Vergés, que apuntó que tampoco todos necesitan la asistencia de un respirador.

La ampliación de camas sigue en proceso, aunque la ocupación crece a medida que están disponibles por el incremento incesable de los enfermos graves por coronavirus. Catalunya disponía antes de la emergencia sanitaria de la covid-19 unas 600 plazas de UCI, que ya ha casi triplicado. El Departament de Salut también ha optado por centralizar la gestión de todas las UCI de todos los centros hospitalarios catalanes. "Como si existiera una sola UCI" asegura la consellera Vergés. El objetivo es optimizar los recursos disponibles para poder atender el máximo de pacientes posibles.

Según Vergés, el 85% de camas en las UCI catalanas estaban ocupadas por pacientes de covid-19 este lunes. La consellera afirmó que el sistema está "absolutamente tensionado" aunque no suscribió las declaraciones de la portavoz del Centro de Coordinació de Alertas y Emergencias Sanitarias, Maria José Sierra, que dijo que las UCI en Catalunya estaban llegando a su límite. Desde el Colegio de Médicos de Catalunya se avalan las cifras de Salut aunque se alerta de la dificultad para el sistema de medicina intensiva si continúan aumentando el número de pacientes graves por coronavirus. Hay que tener en cuenta que el 15% de las UCI se reserva para patologías diferentes a la covid-19 como infartos. Lo que indica que el margen de maniobra es ínfimo.

Una de les prioridades del Departament es dotar a estas nuevas camas del equipamiento necesario para atender a los pacientes graves, como respiradores. El responsable de la UCI de dolencias respiratorias en el Hospital Clínico de Barcelona, Antonio Torres, explicó que han recolectado todos los recursos disponibles para aportarlos a la gestión de la covid-19: "El hospital se ha transformado. Se ha hecho todo el reclutamiento de ventiladores que se ha podido. Todos los ventiladores destinados en la investigación con animales se han limpiado, desinfectado y aportado. El Clínic es un hospital de investigación, y todos los recursos de investigación se han puesto a disposición asistencial".

Además, el gran volumen de pacientes críticos que tendrán que asumir los hospitales ha supuesto repensar por completo los centros e instalar camas de UCI en todos los sitios disponibles. Los enfermos más graves pueden estar hasta dos semanas en la UCI, lo que implica un uso muy intensivo de los recursos sanitarios por cada enfermo.

Después de la filtración de un informe que habría realizado el Servicio de Emergencias Médicas (SEM) que recomendaba evitar el traslado a las UCI de enfermos de coronavirus mayores de 80 años, Vergés no asumió su autoría y replicó que "la intensidad terapéutica según el estado de salud será aportada por el profesional sanitario y por todo el sistema de salud. Ninguna duda de que tomarán las mejores decisiones según los criterios clínicos".