Este artículo se publicó hace 2 años.
La Cumbre del Clima entra en fase de prórroga al no haber acuerdo sobre quién paga los daños de la crisis climática
Los países siguen sin llegar al consenso y la presidencia de la COP27 ya ha anunciado que las negociaciones se alargarán, al menos, hasta el sábado.
Alejandro Tena
Actualizado a
La Cumbre del Clima de Sharm el Sheikh (COP27) alargará las negociaciones al menos hasta el sábado. Los países, que deberían haber llegado a un acuerdo este viernes, no han sido capaces de alcanzar un consenso sobre cómo pagar los daños provocados por la crisis climática y el presidente de la conferencia, Sameh Shoukry, ha anunciado que prorrogará las conversaciones 24 horas más para conseguir alcanzar un punto de encuentro.
El desarrollo de un mecanismo para sufragar las pérdidas y daños generados por fenómenos climáticos extremos está siendo el punto más crítico de esta cumbre. Los países en desarrollo, que a su vez son los que menos emisiones de CO2 han liberado a la atmósfera en su historia, exigen la creación de una nueva herramienta financiera que garantice que los países ricos y desarrollados, los que más han contribuido a la crisis climática, aporten fondos.
Los debates existentes giran en torno a cuestiones diversas. Por un lado, los países ricos tienen reticencias para crear una nueva herramienta financiera, pues entienden que ya existen mecanismos suficientes bajo el paraguas de la ONU, como por ejemplo el Fondo Verde para la Adaptación. En cambio, los Estados en desarrollo reclaman la creación de un instrumento que ayude a monitorizar todo el apoyo financiero.
Por otra parte hay divergencias en torno a los plazos. Los países empobrecidos han pedido durante las últimas semanas que los asuntos relacionados con las pérdidas y daños deben cerrarse antes de 2024, en la COP29. Frente a ello, las superpotencias del G20 –que son responsables del 75% de las emisiones de efecto invernadero– no quieren cerrar plazos y han expuesto su interés de seguir negociando durante las dos siguientes conferencias climáticas para que, sobre la base de esas negociaciones, se pueda empezar a fraguar una nueva herramienta. Es decir, el fondo se crearía más tarde 2024 y sin plazos concretos.
Los principales bloqueadores, hasta la fecha, han sido EEUU y Suecia. La Unión Europea también tampoco es favorable a salir de Egipto con un nuevo fondo financiero para pérdidas y daños. Sin embargo, en los últimos días ha mostrado algo más de voluntad para negociar y encontrar un punto de consenso, siempre con la condición de que los países en desarrollo con economías emergentes, una referencia clara a China, también aporten dinero a esta causa climática.
Además, hay problemas sobre la propia definición de las aportaciones al fondo. Los países empobrecidos quieren que el acuerdo selle un glosario que establezca claramente cómo serán esas ayudas: subvenciones y/o créditos. Los países ricos, en cambio, prefieren que no haya una definición técnica sobre ello, pues la mayor parte de los fondos que hasta la fecha han puesto para pérdidas y daños o para adaptación al cambio climático han sido en forma de préstamos.
Las delegaciones tampoco están llegando a un punto de encuentro en la obligación de reducir el uso de combustibles fósiles. El texto marco presentado por la presidencia no refleja avances respecto a la Cumbre del Clima de Glasgow de 2021 y simplemente hay una mención explícita a dejar atrás el carbón, sin referencias al gas y el petróleo.
Dadas las divergencias, las negociaciones se alargarán un día más y la presidencia de la COP ya anunciado su interés de cerrar el acuerdo durante el día del sábado, aunque los observadores consideran que es probable que el encuentro diplomático se prolongue hasta el domingo debido a la escasa madurez de los textos publicados.
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