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Decenas de familias madrileñas doblegan al fondo buitre Blackstone y evitan una abusiva subida del alquiler en sus viviendas

Fidere, filial española de Blackstone, planteaba subidas de hasta el 100% del alquiler de las viviendas públicas en las que residen 83 familias. El papel del Sindicato de Inquilinas ha sido decisivo para detener los desahucios.

Oficina del fondo de inversión Blackstone. / Efe
Sede de la Oficina del fondo de inversión Blackstone. / Efe.

En lo que puede denominarse una genuina victoria de David contra Goliat, un grupo de 83 familias repartidas por varias localidades de Madrid (Torrejón de Ardoz, Tres Cantos, Madrid, Móstoles y Colmenar Viejo) han doblegado a Blackstone y han evitado que este fondo buitre les subiera hasta un 100% el precio del alquiler de las viviendas públicas en las que residen. Tras dos años de lucha y negociación, y con la ayuda del Sindicato de Inquilinas, las familias afectadas han cerrado un acuerdo con Fidere, la filial española de Blackstone, para que las subidas que les plantearon en 2019, algunas del 100%, no contuvieran cláusulas abusivas.

"Hemos sentado a Blackstone a negociar con unos vecinos que lo único que pedíamos era un alquiler justo y no abusivo. Yo pagaba 700 euros y me subían a 1.200 euros, era una auténtica locura", resume a la cadena Ser uno de los vecinos afectados por estas subidas que planteó en 2019 y que se paralizó temporalmente a principios de la primavera de 2020 cuando llegó la pandemia y el confinamiento estricto.

Todas las viviendas en las que el fondo buitre planteaba esas abusivas subidas de la renta eran públicas. Los afectados se organizaron y con la ayuda del Sindicato de Inquilinas se movilizaron hasta llegar incluso a reunirse con el relator especial que Naciones Unidas envió en febrero de 2020 para evaluar la pobreza y la desigualdad en España.

La victoria, en cualquier caso, no fue fácil. Pese a que en octubre de 2019 los afectados se reunieron con el presidente de Fidere, Juan Pablo Vera, y pese, en el caso de los residentes en Torrejón de Ardoz, a contar con el apoyo del Ayuntamiento, las órdenes de desahucio para que abandonaran sus casas empezaron a llegar a las familias.

Fue entonces cuando apareció el Sindicato de Inquilinas. Según explica Fernando Bardera, portavoz esta asociación en defensa de una vivienda digna, a el diario El País, Fidere y Blackstone siguen una vieja estrategia, la de esperar a que acabe el periodo de protección pública: "Entonces suben el alquiler y, si no puedes asumirlo, te echan. Cuando nosotros llegamos ya había gente que se había marchado, de hecho".

Gracias a los abogados del Sindicato de Inquilinas, las familias afectadas presentaron una demanda colectiva contra Fidere que paralizó las órdenes de desahucio.

Tras la presentación de la demanda el fondo buitre cambió su estrategia y se avino a negociar a través de una firma especializada en resolver conflictos de empresas. Como explica el Sindicato de Inquilinas en un hilo en su cuenta de Twitter, con el acuerdo los inquilinos han logrado que 67 afectados renueven sus contratos "con un 8% de subida en vez del 100% que le exigía Blackstone" y que a otros 17 vecinos que decidieron mudarse por diferentes motivos, "se les condone el 75% del valor total de los meses de alquiler".

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