Desmontan la "trampa" gasista que esconde el H2Med, el corredor de hidrógeno que conectará España y Francia
La Fundación Renovables y Greenpeace presentan un informe sobre el corredor verde para el transporte de hidrógeno desde la Península Ibérica al corazón de Europa. El análisis habla de un proyecto que sólo satisfacerá a la industria del gas.
Alejandro Tena
Madrid-Actualizado a
La Fundación Renovables y Greenpeace han presentado este martes un documento sobre las implicaciones sociales, económicas y energéticas de la construcción del H2Med, el corredor de hidrógeno verde impulsado desde España y que conectará la península ibérica con Francia y Alemania. El proyecto, según la publicación, es una "trampa" que responde más a los "intereses del sector gasista" que a la necesidad de descarbonizar y transitar hacia economías limpias.
El informe, el primero que analiza los impactos del H2Med desde que La Moncloa lo anunció en diciembre de 2022, alerta del riesgo evidente de que las tuberías terminen transportando más gas que hidrógeno verde. Y es que, a nivel mundial, el 95% de la producción hidrogenera no se realiza con fuentes renovables sino con gas.
La producción de hidrógeno se realiza a través de un proceso denominado electrolisis, que consiste en aplicar descargas eléctricas al agua para separar los átomos. El origen de la energía con la que se genera la descarga eléctrica es lo que determina si es renovable o no.
En España, según revela la publicación, la presencia de hidrógeno verde es anecdótica, pues el 99% de las 500.000 toneladas de hidrógeno que se producen anualmente se generan con gas natural. De hecho, el 6% del consumo español de gas se destina a la industria hidrogenera.
Los problemas técnicos de reducir la presencia del hidrógeno gris en favor del hidrógeno verde son múltiples. La compatibilidad de las tuberías actuales de gas con un corredor que supuestamente transportase sólo hidrógeno renovable es algo que lleva tiempo en debate, pues hasta la fecha sólo se ha conseguido introducir una mezcla de gas natural con un 10%-20% de hidrógeno verde.
El análisis de la Fundación Renovables y Greenpeace pone también el foco en el elevado gasto que supondrá construir una infraestructura como esta. Las cifras anunciadas por el Gobierno de España sitúan la inversión por encima de los 2.000 millones de euros. El tramo que conectará Celorico (Portugal) con Zamora se estima en 350 millones de euros y el siguiente trecho, el que ligará Barcelona con Marsella, alcanzará los 2.500 millones de euros.
Sin embargo, en estas cifras de por sí elevadas no se incluyen otros costes externos que tienen que ver con la adaptación de las infraestructuras existentes en España y la creación de nuevas dotaciones que puedan soportar, en el escenario más optimista, el transporte de una carga de 100% hidrógeno verde. La publicación presentada este martes calcula que todo ello requerirá de una inversión adicional de 4.670 millones de euros, lo que elevaría el proyecto hasta los 7.000 millones de euros.
¿Hay suficientes renovables para fabricar hidrógeno verde?
Hay, además, otras cuestiones que llevan a pensar a las dos organizaciones promotoras del estudio que el H2Med terminará siendo, al fin y al cabo, otro gasoducto convencional más. Se trata de la capacidad renovable existente en España para conseguir que el hidrógeno español sea verde de aquí a 2030, año en el que la infraestructura debería estar operativa, según el acuerdo entre España, Portugal, Francia y Alemania.
Los valores productivos incluidos en el proyecto sitúan la generación de hidrógeno verde en las 10 millones de toneladas a nivel nacional para finales de década, además de otras 10 millones de toneladas destinadas a importaciones. Para producir 125.000 toneladas se requiere, según la Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde, de una potencia de 4GW.
Es decir, para cumplir con los objetivos marcados por el H2Med, el PNIEC debería redoblar sus proyecciones y llegar a instalar 40GW adicionales de plantas solares y eólicas. "Estas iniciativas convierten la transición energética en un modelo extractivo e insostenible que socialmente no va a ser aceptado", alerta la publicación.
Un proyecto que no estima la demanda real de hidrógeno
El horizonte de producción de hidrógeno verde marcado por este corredor europeo parece, según las dos organizaciones, inalcanzable. Se trata, dicen, de inversión muy alta que podría quedar varada en el futuro. "El H2Med es totalmente inoportuno y supone una apuesta por el desarrollo de la infraestructura sin que exista estimación real de la demanda. Una práctica que desgraciadamente es habitual", dice José Luis García, responsable del área de Clima, Energía y Movilidad de Greenpeace, que pone el ejemplo de Cástor o el de las infrautilizadas regasificadoras impulsadas en a finales de los 90.
Para Fernando Ferrando, presidente de la Fundación Renovables, el H2Med es algo "ilógico" ya que "siempre será mejor transportar directamente electricidad renovable que hidrógeno". "Se está apostando desacertadamente por convertirnos en el hub del hidrógeno, por la sobreproducción de electricidad renovable para producir hidrógeno", zanja.
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