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El Dueso La Policía formaliza la orden internacional de detención del preso fugado de El Dueso

Guillermo Fernández fue condenado a 26 años por violar y asesinar en una cafetería de Vitoria a una empleada de la limpieza en el año 2000 y a nueve años por una agresión sexual cometida un mes antes de aquel asesinato.

Guillermo Fernández, el preso fugado de la cárcel de El Dueso en Santoña, Cantabria. / Guardia Civil

agencias

La Policía Nacional ha formalizado la orden internacional de detención del preso que no volvió a la cárcel cántabra de El Dueso, en Santoña (Cantabria), después de un permiso penitenciario. Ayer por la tarde "se grabó" esta orden por la que la Policía española solicita a otros países que, si ven a este hombre, lo detengan.

El recluso, Guillermo Fernández, fue condenado a 26 años y seis meses de prisión por violar y asesinar en una cafetería de Vitoria a una empleada de la limpieza en el año 2000. Además, cuenta con otra condena de nueve años por otra agresión sexual cometida un mes antes de aquel asesinato.

El preso tenía que haber vuelto a la prisión de El Dueso el pasado domingo, tras un permiso de una semana, pero no lo hizo. Ya el miércoles, la Policía informó públicamente de la fuga y pidió la colaboración ciudadana.

Todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado están buscando a este hombre, de 41 años y natural de Santander aunque, según informa la Policía Nacional, su último domicilio conocido figura en Tenerife.

A estas alturas, no se descarta "ninguna línea de investigación", incluida la de que el fugado "pueda pretender abandonar España", según la Policía, que limita su información a este mensaje, sin querer detallar si Guillermo Fernández puede estar escondido, haber utilizado un vehículo o estar acompañado de otra persona.

No volvió a El Dueso

Este recluso salió de la cárcel de El Dueso en Santoña el pasado domingo, cuando concluían los siete días, no regresó a la prisión. Por ello, desde el centro penitenciario enviaron a primera hora del lunes una comunicación a todas las jefaturas de la Policía Nacional y las zonas de la Guardia Civil para poner en marcha el dispositivo para su búsqueda y detención.

Las unidades de ambos cuerpos, también las especializadas en violencia contra la mujer, y sus patrullas cuentan con la fotografía y la descripción del recluso para "estar atentos" por si le viesen al algún lugar, tanto en la comunidad de Cantabria como en el resto de autonomías ya que "se desconoce" donde puede estar.

Fuentes policiales han señalado que la búsqueda es "global", en todo el país, porque este hombre ha podido acudir "a cualquier sitio" durante su permiso penitenciario. Así, han apuntado que es "probable" que no esté en Santander, de donde es natural, ni Cantabria, aunque aquí se encuentre la cárcel en la cumple la condena.

Además de pedir la colaboración ciudadana para que, si alguien le viese se ponga en contacto con la Policía en el teléfono 091 o en el correo electrónico fugitivos@policia.es, se pide "tranquilidad" a la población porque ya están "activados" todos los protocolos para localizar a este hombre y "proceder a su detención y puesta a disposición judicial inmediata".

Huyó con una voluntaria que conoció en prisión

Fuentes penitenciarias han informado de que Guillermo Fernández Bueno ha huido con su pareja, una educadora social que trabajó como voluntaria y a la que conoció hace años en la antigua prisión provincial de Santander. 

La mujer no es empleada pública ni ha entrado en la cárcel de El Dueso para participar en ninguno de los programas de reinserción en los que colaboran habitualmente trabajadores y educadores sociales de forma voluntaria. Sí lo hizo en la antigua cárcel provincial de Santander, cerrada en 2009, y en la que ingresó Fernández Bueno para cumplir la condena que le impusieron en el años 2000.

La Junta de tratamiento se opuso a los permisos

La Junta de tratamiento de la prisión de El Dueso se opuso en repetidas ocasiones a los permisos otorgados al violador y asesino. Fuentes de Instituciones Penitenciarias han confirmado que en 2012, en el primer permiso solicitado por el recluso, Guillermo Fernández, la junta de tratamiento emitió un informe desfavorable. Posteriormente, el preso recurrió la decisión y el juez de vigilancia dio la razón a Fernández y aprobó el permiso.

Estas mismas fuentes señalan que la situación se repitió con los sucesivos permisos penitenciarios: la junta de tratamiento de El Dueso se opuso y el juez de vigilancia levantó el veto. Ante esta situación, la junta decidió no emitir informes desfavorables en los siguientes permisos al ser rectificados en varias ocasiones por una instancia superior.

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