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Educación La Universidad de Córdoba insta al obispo a retirar el premio a la alumna que no aborte

El rector pide al centro de Magisterio Sagrado Corazón que quite el logo de la universidad del concurso que premia con 2.000 euros a la estudiante que siga con su embarazo. La Diócesis defiende que su iniciativa es “bonita” y que no fomenta “la concepción durante el periodo escolar de las mujeres”

Demetrio Fernández, obispo de Córdoba.

DANIEL CELA

La Universidad de Córdoba se ha visto arrastrada en los últimos días por el polémico concurso Madre y Maestra de Vida, convocado por uno de sus centros adscritos -la Escuela de Magisterio Sagrado Corazón- y que premia con 2.000 euros y un diploma de honor a la universitaria embarazada que no aborte. El rector de la Universidad de Córdoba, José Carlos Gómez, se ha desmarcado por completo de esta iniciativa, reconoce que comparte el programa académico de dicho centro -homologado por la Junta de Andalucía-, pero discrepa por completo de su ideario, que depende de la Diócesis de Córdoba. La universidad recuerda que la legislación vigente en España reconoce el derecho a abortar y advierte al Obispado de que “debe respetar el derecho de cualquier mujer a tomar sus decisiones de manera responsable”.

El revuelo por la noticia del concurso ha sido tan alto, que el rector ha exigido a la dirección del centro de Magisterio Sagrado Corazón que retire el logo de la Universidad de Córdoba de las bases del premio. “La universidad no quiere que se use su nombre para proponer acciones que afectan a muy diferentes sensibilidades en nuestra sociedad”, dice, y ha recordado que “la política de género de la Universidad de Córdoba y su posicionamiento en este terreno son coherentes con las acciones y políticas propiciadas desde nuestra Unidad de Igualdad”. Fuentes académicas confirman que Gómez ha telefoneado a la dirección del centro y directamente al obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, para pedirle que “reconsidere la retirada del polémico concurso o al menos que modifique las bases del mismo”.

“La universidad no quiere que se use su nombre para proponer acciones que afectan a muy diferentes sensibilidades en nuestra sociedad”

Pero no parece que el prelado esté dispuesto a frenar la iniciativa porque, según ha explicado, le parece “muy bonita y muy sana”. Fernández ha tratado de tranquilizar a la Universidad de Córdoba dejando claro que el premio no fomenta “en ningún momento la concepción en el período universitario de las mujeres, sino que viene a reconocer una circunstancia que, en algún momento, puede llegar a afectar a alguna de ellas”. “Este premio alienta, sostiene y acompaña a quien libremente une la libertad y la defensa de la vida en su decisión”, es la respuesta que el Obispado ha dado a la polémica, que asegura no entender. “Seguir adelante con el embarazo es preferir la vida a la muerte”, advierten dichas fuentes. Fernández cree que el concurso a la alumna embarazada no sólo premiará a la ganadora, sino a “muchos y muchas universitarias que se dan cuenta de que la vida merece la pena jugarla a favor y no en contra”.

El pasado jueves, el centro de Magisterio Sagrado Corazón y su titular, el Obispado de Córdoba, colgaron en sus páginas web las bases de un premio destinado a “una alumna universitaria matriculada durante los cursos académicos 2016-2017 y 2017-2018 en los títulos oficiales de grado y posgrado de la Universidad de Córdoba que se encuentre (o haya encontrado) en período de gestación y haya decidido seguir adelante con el embarazo a pesar de todas las dificultades que este hecho pudiera entrañar”.

La Escuela de Magisterio Sagrado Corazón es un centro adscrito a la Universidad de Córdoba donde estudian 564 alumnos, la mayoría mujeres, que aspiran a ser futuras maestras. El programa y el título académico están homologados por la Junta de Andalucía, donde no ha sentado muy bien la propuesta de un concurso para alumnas que no abortan. Sin embargo, la Consejería de Economía y Conocimiento, que financia las universidades andaluzas, ha preferido no valorar públicamente la polémica. Tampoco se plantea retirar la homologación a una escuela de Magisterio que premia a las alumnas embarazadas que no aborten, aunque desde la Consejería de Bienestar Social admiten que “es un torpedo en la línea de flotación de las políticas de igualdad de la Junta”.

Desde la Junta de Andalucía apelan a la "autonomía universitaria"

El consejero de Economía, Antonio Ramírez de Arellano, apela a la “autonomía universitaria”, y deriva la polémica a la Universidad de Córdoba, y ésta, por su parte, advierte de que la Escuela de Magisterio es un “centro privado gestionado por la Iglesia”, y que nada tiene que ver con sus iniciativas.

Las bases del premio Madre y Maestra de Vida explican que el objetivo del concurso es “valorar la protección al ser humano desde el momento de la concepción en el ámbito de los jóvenes universitarios”. Las candidatas deberán aportar sus datos personales, su dirección, su teléfono y aclarando la facultad donde están matriculadas, pero también podrán participar terceras personas que narren la historia del embarazo de una estudiante, siempre que tenga el consentimiento expreso de ésta.

El jurado, compuesto por el obispo, el vicario general de la Diócesis, Francisco Jesús Orozco, el director adjunto, el administrador, un profesor y un alumno del centro, tendrá que valorar el relato que hagan las jóvenes de su embarazo y su negativa a abortar. También podrá participar una tercera persona en nombre de una estudiante embarazada siempre que ésta de su consentimiento por escrito. El relato de las participantes debe acreditar “la fecha en la que quedó embarazada, las dificultades que encontró y la motivación para seguir adelante con el embarazo”, en no más de dos folios “por una sola cara”. El relato debe ir firmado por la candidata.

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