Los profesores de Matemáticas están en peligro de extinción. Al menos así lo interpreta la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ha puesto en marcha un peculiar "plan de rescate". Su idea: reclutar a jubilados "cualificados" y a universitarios de tercero de Matemáticas o Ingenierías para que entren en las aulas de colegios e institutos. 

La fórmula estrella, según el Ejecutivo autonómico, consiste en que estos refuerzos improvisados impartan, entre otras tareas, diez minutos diarios de cálculo mental en Educación Infantil y Primaria. Una receta reservista que a Ayuso le ha parecido más adecuada que abordar las denuncias, sostenidas durante más de una década, sobre las "precarias condiciones laborales" que sufre el profesorado madrileño. 

La popular anunció este lunes que pedirá al Gobierno central un "plan de emergencia" para hacer frente a la falta de docentes de matemáticas, un problema que, según ella, tiene alcance global y que se ve agravado porque "la industria ofrece a estos profesionales mejores oportunidades y salarios fuera de la docencia". Ayuso sostiene que la enseñanza de las matemáticas "se ha deteriorado en los últimos años en España y en la mayoría de países", y apunta a las "recetas ideológicas" como parte de la causa: "Matemáticas con perspectiva de género, emocionales o diluidas con otras ciencias", que, a su juicio, "no han ayudado en nada".

Además, el Ejecutivo regional permitirá que ingenieros y titulados en otras carreras de ciencias puedan incorporarse a las listas de profesores interinos para cubrir las vacantes en los centros educativos. "Nos jugamos la formación de nuestros alumnos y el futuro de la innovación científica, tecnológica e industrial", defendió Ayuso. El plan se completa con un refuerzo en la formación continua de docentes y la publicación de una guía de contenidos básicos por curso, "pensada para facilitar el repaso sistemático del alumnado".