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Entrevista a Shahram Khosravi "Son las fronteras las que empujan a la gente hacia una ilegalidad forzada"

El antropólogo Shahram Khosravi habla con 'Público' sobre la realidad de la migración y sobre la desigualdad que esconden las fronteras militarizadas de Europa.

Shahram Khosravi

La irrupción de Vox en España ha cogido a los analistas por sorpresa, aunque sus mensajes ya estaban ahí, en las políticas de expulsión aplicadas en las ultimas décadas por diferentes Gobiernos, tanto en España, como en los demás países de la Unión Europea. Las expulsiones y el sistema global de fronteras pretenden mantener la ilusión de un Estado-nación estable y responsable. Shahram Khosravi, profesor en la Universidad de Estocolmo explica cómo funciona este conjunto de fronteras, con raíces en el sistema colonial y que niegan el derecho a la movilidad a la gente, forzándolos a la "ilegalidad".

"Las fronteras no son solo líneas entre dos países, ahora están en todos lados, me refiero no solo a las fronteras externas, sino también a las internas, aunque no para todos", explica el profesor Khosravi. El sistema de fronteras establece jerarquías a nivel global, líneas que no sólo dividen territorios, sino que diferencian a los seres humanos. Él mismo huyó de Irán hace décadas para evitar alistarse al ejercito durante la Guerra entre Irán e Irak. Cruzó varias fronteras para ir a Afganistán, Pakistán e India y finalmente llegó a Suecia donde solicitó asilo. "Si doy un paso, pensé, seré otro. Cuando mis pies toquen el suelo del otro lado de la carretera, dejaré de ser la misma persona. Si doy este paso, seré una persona 'ilegal' y el mundo nunca volverá a ser lo mismo. Aquella noche di ese paso y la odisea de mi 'ilegalidad' comenzó", cuenta en su libro "Illegal"Traveller. (El viajero “ilegal”).

En España nos despertamos cada mañana con noticias sobre un barco que se hunde en el Mediterráneo. Convivimos con esta imagen a diario. Pocos cuestionan las políticas responsables de estos hundimientos. Los últimos datos de ACNUR mencionan que 2.275 personas han desaparecido en el Mediterráneo en 2018. La Unión Europea acusa a los traficantes de estas muertes, sin preguntarse por qué la gente necesita acudir a un traficante para llegar a Europa. "Uno de los problemas es la falta de información sobre la vida personal de la gente que emigra, quiénes son, por qué se van, etc. ¿Por qué hablamos de migrantes, refugiados y apátridas?Estas palabras no dicen nada sobre sus realidades y sus vidas. Por eso hablo de 'viajeros sin documentos', porque son viajeros, viajan de un lugar a otro, pero la condición difícil que provoca que su viaje sea diferente del viaje de otras personas es el pasaporte".

"Lo que le pasa hoy día a una persona que procede de Afganistán o Siria le puede pasar mañana a una de Alemania o España"

En el sistema global de fronteras existen diferentes viajeros: gente que puede desplazarse, moverse con facilidad de un país a otro, y otros a los que se les deniega un visado hacia Europa. Depende del poder del pasaporte. "Lo que no resulta fácil, pero es necesario, es que los lectores se sientan ellos mismos en la situación de las personas que viajan sin documentos. Lo que le pasa hoy día a una persona que procede de Afganistán o Siria le puede pasar mañana a una de Alemania o España. Ellos también podrían volverse refugiados o personas sin documentos. Es muy importante que la gente sea capaz de imaginarse que eso les puede pasar a ellos mismos también. Para entender lo que ocurre, hay que saber que no se trata de refugiados, migrantes, sino de que 'a mi me puede pasar también'. Es muy importante conectar las diferentes luchas, la lucha por los derechos de los refugiados que a la vez son mis derechos como ciudadano, como trabajador. Si defiendo a los refugiados, defiendo también los derechos de mi ciudadanía. Una lucha por los derechos de cualquiera que esté expuesto a la injusticia, las personas pobres, las mujeres, los refugiados".

¿Cómo pueden escribir los periodistas sobre este sistema de fronteras y sus victimas siendo honestos y responsables? "En los últimos 20 años hemos escrito miles de artículos y no han cambiado las condiciones de los migrantes. Cada vez más gente fallece y más gente sufre. ¿Qué es lo que estamos haciendo? Es importante escribir sobre el sufrimiento de las personas, pero sin reducirlas a meras victimas. Estas personas son muy fuertes precisamente porque emprenden este tipo de viaje, pero no se habla de su fuerza política. Los periodistas insisten en el sufrimiento, los migrantes son cuerpos en sufrimiento. No vemos nombres, caras, no conocemos su pasado personal. Al mismo tiempo es importante mostrar la violencia que se ejerce contra estos viajeros. Son las fronteras las que empujan a la gente hacia una ilegalidad forzada”.

Traficantes e intermediarios en las fronteras

Hoy día la solidaridad con los migrantes en la frontera puede llevarlo a uno ante un Tribunal, como en el caso del granjero francés que ha dejado a viajeros sin documentos vivir en su propiedad. La Unión Europea está endureciendo la lucha contra las personas solidarias en las fronteras, llamándolas "traficantes".

"Si no tuviéramos este tipo de fronteras difíciles, militarizadas, nadie acudiría a los traficantes"

"Primero, los traficantes y los intermediarios no son lo mismo. Y tienen unas actividades muy diferentes. Hay traficantes involucrados en llevar a la gente a otro país para que esta gente trabaje para ellos. Pero no es lo mismo hacer de intermediarios en la frontera. También entre estos intermediarios hay muchas diferencias, tenemos criminales que envían a la gente en barcos a morir en el Mediterráneo. Pero también he encontrado intermediarios que lo hacen no solo por dinero, sino por otras razones. Por ejemplo en el Tíbet existen monjes budistas que ayudan a pasar a otros budistas hacia la India, para escapar de la opresión del Estado chino. He encontrado a algunos que eran vistos como héroes por los migrantes, porque les habían salvado la vida. Y quiero añadir que Europa acusa de las tragedias en el Mediterráneo sólo a los traficantes. Pero si no tuviéramos este tipo de fronteras difíciles, militarizadas, nadie acudiría a los traficantes".

Las fronteras internas: "el tiempo robado".

"El control fronterizo se produce en cualquier lugar, solo que no para todo el mundo"

El sistema global de fronteras no es solo externo, sino que se multiplica en el interior de los Estados: "Las fronteras entre países están relacionadas con otras fronteras entre grupos étnicos, fronteras entre migrantes y los no-migrantes, o los controles policiales internos. Se para a la gente en la calle en medio de París o Madrid y se le pide los documentos. ¿A quiénes paran? A las personas procedentes de países africanos o los que pueden parecer extranjeros. La frontera se relaciona con el cuerpo, la frontera está racializada. Existe una relación directa entre las fronteras externas y las internas. Eso es algo muy difícil de cambiar, porque esta frontera se encuentra en la mente de la gente. Podemos cambiar fronteras, cerrarlas o abrirlas, pero no es fácil cambiar lo que hay en la mente de la gente. Así que el control fronterizo se produce en cualquier lugar, solo que no para todo el mundo".

La burocracia crea también nuevas fronteras. Los años de espera para obtener un permiso de residencia en suelo europeo tienen consecuencias emocionales. En España, un permiso de arraigo se obtiene tras tres años de vida en el país. Su renovación anual depende del contrato de trabajo y de la cotización a la seguridad social. En caso de perder el trabajo, se pierde también el derecho a vivir en el país, la residencia. La consecuencia puede ser la deportación, incluso si una persona ha encadenado diversos permisos durante más de ocho años, ha pagado sus impuestos y sus hijos ya estudian en castellano. Estos ocho años de vida quedan borrados por una decisión burocrática. Las cifras de 2017 indican que en España se llevaron a cabo 9.326 deportaciones ese año. Esta situación se repite en los demás países de la Unión Europea. ¿Qué pasa con este tiempo vivido, con lo que la persona ha construido, con el dinero pagado al Estado en caso en que se le deporte?.

"Te enamoras, tienes hijos y luego te deportan y te quitan todo ese tiempo vivido"

"Es una manera de robar a la gente y quitarle su tiempo y a la vez una forma de trabajo forzado. Esta gente paga tasas al Estado, contribuyen a la sociedad y luego pueden ser deportados por este mismo Estado. En el mundo hablamos de millones de personas que son deportadas. No se trata de dinero, se trata de tiempo. También hay que tener en cuenta las relaciones sociales: te enamoras, tienes hijos y luego te deportan, te quitan todo ese tiempo vivido, un tiempo emocional y social. Para mi claramente es un robo, la gente es usada como mano de obra y luego tirada, deportada. También hay que tener en cuenta los tiempos de espera para el asilo, para los permisos de residencia, para el primer trabajo, etc., hay muchos años de espera. Una de las consecuencias es que pierdes la esperanza en el futuro. Mucha gente espera unos 8 ó 10 años en los campos , su formación y educación ya no está al día así que se les empujará hacia los márgenes del mundo laboral. No digo que eso se haga de forma intencionada, pero es parte de los efectos de la burocracia, de las leyes de extranjería. ¿Por qué? Porque se considera que el tiempo de los inmigrantes no vale nada, no vale lo mismo que el tiempo de los demás ciudadanos. Muchos migrantes han recibido una excelente formación, pero no se le da valor porque su educación no es europea, su experiencia no es europea, así que no se les considera lo suficientemente preparados. Eres otra vez un niño, tienes que ir otra vez a la escuela, a formarte. Hay una historia colonial en todo ello, algo que remite al tiempo en que se pensaba que la ciencia solo existe en Europa. Todavía hay algo de ello cuando tratamos a los refugiados y migrantes de esta manera, como si fueran niños".

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