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Exteriores ofrece prácticas en consulados y embajadas sin pagar sueldos ni asumir ningún otro gasto

Estudiantes interesados en las plazas denuncian "la criba económica" del ministerio ya que "sólo pueden optar a una educación de calidad aquellos alumnos cuyos padres puedan permitirse pagar todos sus gastos en el extranjero".

Fachada del Ministerio de Exteriores y Cooperación.

MADRID.- Los estudiantes de los últimos cursos de Relaciones Internacionales, Derecho y Economía o Ciencias Políticas han sabido recientemente que, a partir del año próximo, tienen la oportunidad de acceder a las prácticas que el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación ofrece en embajadas y consultados españoles. Para optar a ellas sólo deben acreditar su formación y, sobre todo, tener algo de dinero ahorrado: "Se recuerda que los aspirantes concurren a estas prácticas en los términos habituales: con carácter no remunerado y asumiendo sus gastos de alojamiento y manutención, así como de seguro médico durante su estancia", reza la oferta. 

A Juan Francisco Muñoz, estudiante de 3º de Relaciones Internacionales de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC) y actualmente de Erasmus en Kleve (Alemania), le encantaría hacer esas prácticas, pero no puede permitírselas. "Pondría a mi familia en una situación económica que les sería más que difícil manejar. Sólo podría permitirme ese lujo si consiguiera un trabajo con el que poder compaginar las clases, algo que se antoja harto complejo ya que el Plan Bolonia deja muy pocas oportunidades para poder llevar a cabo ambas actividades a la vez", explica a Público

Marcos, que estudia 4º de Periodismo y Relaciones Internacionales en la Universidad Rey Juan Carlos, se planteó hacer las mismas prácticas en verano para no tener que compaginarlas con los estudios. "Finalmente, lo descarté porque de ese modo no podría trabajar como camarero para obtener financiación para el resto del curso. Acceder a esas plazas pertenece al ámbito de los sueños imprudentes. Es lamentable que tenga que pagar para acceder a unas prácticas en una entidad que mis padres financian con sus impuestos", lamenta por mail este joven ovetense residente en Madrid. El único respiro es que algunas universidades costean el seguro médico de los alumnos que acceden a esas plazas.

El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación es "consciente" de las dificultades económicas de los estudiantes, pero afirma que si no remunera estas prácticas ni asume los gastos de manutención es porque "no tiene presupuesto". Ante este escenario, cuenta a Público una portavoz del departamento que dirige José Manuel García-Margallo, hay dos opciones: no ofrecer las prácticas u ofrecerlas gratis. Si se optó por lo segundo, sigue, es porque "son plazas —199 en total— muy demandadas en las que los estudiantes aprenden cómo funcionan las administraciones por dentro y eso les interesa para su currículum". 

Entre las principales tareas que realizan los estudiantes durante los cuatro meses de prácticas —del 1 de febrero al 31 de mayo— destacan el "seguimiento de la actualidad política", la "participación en el desarrollo de actividades culturales", la "búsqueda de análisis y noticias", la "actualización de bases de datos y de la página web", el "apoyo en la elaboración de informes", y la "dinamización de las redes sociales". ¿Trabajo gratis? "No, eso sería esclavitud. Aquí no se viene a trabajar gratis, se viene a aprender. No se pone a los alumnos a hacer fotocopias", insiste la portavoz del ministerio.

500 horas de prácticas obligatorias

Los estudiantes lo saben, pero necesitan algún ingreso. Unos, para financiar su Erasmus -"la beca asciende a 1.250 euros que, en la mayor parte de los casos, te sirven, con suerte, para pagar el alquiler", cuenta Juan Francisco-; y otros, para pagarse el resto del curso. Además, las prácticas no son voluntarias: "Mi universidad ha subido las horas de prácticas. Antes necesitaba hacer 300 horas en alguna empresa o institución externa y ahora se me requieren 500", añade Marcos.

A Juan Francisco le parece "indignante" que la Administración Pública no remunere las prácticas que llevan a cabo los estudiantes y, en este caso concreto, denuncia, "se trata de una criba económica en toda regla, porque sólo pueden optar a una educación de calidad aquellos alumnos cuyos padres puedan pagar todos sus gastos en el extranjero".

Lo mismo opina Virginia García, estudiante de 3º del grado de Relaciones Internacionales de la Universidad Rey Juan Carlos y, actualmente, de Erasmus en Copenhague. "Estas prácticas en Representaciones españolas en el exterior suponen una muy atractiva oportunidad profesional para estudiantes como yo pero son un auténtico disparate. O cuentas con la generosa ayuda de mamá y papá, o estás fuera, de poco más depende que puedas acceder a estas prácticas", explica por mail a Público.

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