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Las familias de dos residencias privadas piden a la Xunta que las intervenga por dos brotes "masivos" de covid

Denuncian que las bajas del personal contagiado han dejado a los internos desasistidos, desesperados e incluso pasando hambre.

Residencia de mayores A Raiola O Hórreo, en Santiago
Residencia de mayores A Raiola O Hórreo, en Santiago.

La Federación Galega de Asociacións de Familiares e Usuarias de Residencias e da Dependencia (REDE) ha reclamado a la Xunta de Galicia que intervenga dos residencias de Vigo y Santiago, gestionadas por empresas privadas y en las que se han detectado dos brotes "masivos" de covid que afectan a residentes y trabajadoras.

Las familias denuncian que las bajas han dejado a los centros sin el personal necesario para garantizar el adecuado cuidado de los internos, que se encontrarían desasistidos, desesperados e incluso pasando hambre.

Las familias denuncian que las bajas han dejado a los centros sin el personal necesario

La primera es el centro de mayores de Bembrive, en Vigo, propiedad de la Administración autonómica pero gestionada por la empresa DomusVi, propiedad del fondo de inversión británico Intermediate Capital Group y del multimillonario francés Yves Journel. Según la Consellería de Política Social del Gobierno de Alberto Núñez Feijóo, que dirige Fabiola García, en ella están infectados 106 de los 150 residentes, es decir más del 70%, así como trece de sus trabajadoras.

Según las familias, en realidad están contagiadas catorce de las 45 gericultoras con que cuenta el centro, es decir la tercera parte del personal de atención directa a los mayores. La residencia de Bembrive está ubicada cerca del Complejo Residencial de Atención a Personas Dependientes (CRAPD-1) de la localidad gestionado directamente por la Xunta, la mayor residencia de Galicia y donde las familias denunciaron antes de las fiestas de navidad un nuevo brote del que la Xunta no les informó hasta varios días después de detectarlo.

La segunda residencia es A Raiola O Hórreo, inaugurada en el centro urbano de Santiago hace trece meses, en plena epidemia, y donde según el Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo estaban infectados el pasado miércoles veintisiete de sus 37 residentes y seis de su veintiunas trabajadoras. Las familias, con datos obtenidos a través del personal del centro, elevaron esas cifras el viernes a 34 residentes y diez trabajadoras, entre ellas ocho de las catorce gericultoras.

A Raiola es propiedad del empresario Marcos Núñez Regueira y está dirigida por Gloria García, ex directora de la residencia DomusVi de San Lázaro, en la que murieron a causa del covid 53 de sus 160 internos que durante las primeras oleadas de la epidemia. Según REDE, A Raiola es el centro con peores cifras de contagios durante la sexta ola de las más de 5.500 residencias de mayores y dependientes que hay en todo el Estado español.

Paulino Campos califica de "espantosas" las cifras de contagios

"Es una locura absoluta", asegura Paulino Campos, presidente de la asociación, quien califica de "espantosas" las cifras de contagios y quien critica que ni la Xunta ni las empresas que gestionan las residencias hayan informado "con transparencia y suficiencia" a las familias.

Según asegura una de las trabajadoras de A Raiola, la situación allí es crítica, con los internos "alterados y crispados" porque desde hace días no les dejan salir a dar el habitual paseo vespertino por los alrededores del centro. Según su versión, deambulan por el centro "como zombis", no reciben una alimentación adecuada y algunos incluso llegan a pasar pasan hambre, pues nadie los atiende en las habitaciones si no pueden levantarse de la cama, ni siquiera para hacerles los preceptivos cambios de pañal durante la noche.

Los primeros datos de los brotes en las dos residencias se conocieron la semana pasada, cuando ya se habían detectado oficialmente diecisiete contagios entre los internos de A Raiola el pasado 7 de enero. En Bembrive, tras el cambio de año, cuatro trabajadoras dieron positivo, pero los familiares de los usuarios no supieron nada hasta varios días después, el 8 de enero, cuando la Xunta informó de que entonces ya había alrededor de ochenta residentes contagiados.

"Política Social se ha habituado a dar información de los casos positivos en residencias sólo una vez a la semana, cada miércoles, lo que sitúa en una evidente indefensión a muchos familiares y ciudadanos que se ven huérfanos de una comunicación clave para tener mejor perspectiva del estado real de la pandemia en estos centros", explica Campos.

La Xunta asegura que sigue "con detenimiento la evolución de la situación" en las dos residencias, pero que, dado que "la práctica totalidad de los contagiados son totalmente asintomáticos o presentan síntomas leves "la situación es de normalidad y tranquilidad".

Aunque menos del 1% de la población gallega vive en residencias, en ellas se han producido más del 43% de todas las muertes por covid 

"Desde el inicio de la pandemia Galicia fue una de las primeras comunidades en intervenir centros privados siempre que fue necesario", aseguran fuentes de la Consellería de Política Social. "Esta necesidad se determinó por la capacidad de las residencias para gestionar y velar por el bienestar de sus usuarios, no por el número de positivos", insisten.

Las familias cuestionan con datos que haya sido así y que ese modelo funcione, porque, tal y como recuerdan, aunque menos del 1% de la población gallega vive en residencias, en ellas se han producido más del 43% de todas las muertes por covid ocurridas en la comunidad desde el inicio de la emergencia sanitaria en marzo del 2020.

Al margen de que la vacunación y de que la menor virulencia de la nueva cepa de covid signifique un menor riesgo para los mayores, la mayor preocupación de quienes tienen a sus seres queridos internados en DomusVi Bembrive y en A Raiola es saber ahora si están bien atendidos, teniendo en cuenta el elevado número de bajas entre el personal que debe cuidarlo.

"No sabemos si han podido hacer todas las suplencias, estamos en una situación de intranquilidad total", asegura a Público un familiar directo de una residente de 97 años de Bembrive que dio positivo hace una semana, y que prefiere guardar su anonimato. "La Xunta nos ha dicho que tienen un plan de contingencia para cubrir las bajas de personal en las residencias privadas, pero no sabemos si lo han activado o no", asegura esta persona.

Otro familiar que tiene a su madre, de 94 años, ingresada en A Raiola, asegura que cree que "está bien tratada" y afirma que el centro le mantiene informados sobre su estado, pero también muestra su preocupación porque "queda muy poco personal para todos los mayores que hay en el centro". "Lo que pasó en las residencias durante las primeras olas de la epidemia fue una masacre, una vergüenza, no se puede permitir que se repita", concluye.

Según datos de la Xunta recogidos por el diario digital Praza Pública, hasta agosto pasado se habían producido 790 muertes por covid vinculadas a los centros geriátricos de la comunidad. La Consellería de Sanidade informó este sábado de que en Galicia hay casi 70.000 personas contagiadas por el virus.

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