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Fútbol femenino y coronavirus Por fin vuelve La Liga… pero sólo para el fútbol masculino

La decisión de suspender la liga femenina de fútbol pero no la masculina, demuestra para diversas expertas la poca importancia que se está dando a la mujeres en el deporte en nuestro país. La decisión de la RFEF de profesionalizar la liga femenina la próxima temporada puede ser un paso importante, pero es preciso acometer cambios de calado en la legislación del deporte para asegurar la igualdad.

Liga fútbol femenino
Liga de fútbol femenina (archivo) / EFE

Imaginen por un momento que en la desescalada se permite volver a su puesto de trabajo a los empleados del sector de oficinas y despachos que no han podido realizar su tarea de forma remota. Pero que los únicos que pudieran regresar a trabajar fueran los hombres ¿Por qué? Se preguntará la mayoría. Esto es exactamente lo que ha ocurrido con las jugadoras de fútbol femenino. Mientras la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) anunciaba a bombo y platillo la vuelta de La Liga, también decidía que para las mujeres futbolistas de primera la competición se había acabado. Los resultados quedaban congelados tal y como estaban el 14 de marzo, día en el que se decretó el estado de alarma.

Esto ha llevado a algunas defensoras de la igualdad en el deporte a comentar que lo que deja claro esa decisión es que el fútbol tiene sexo y es masculino.

"Si cualquiera planteara que un sector laboral de nuestro país volviera al trabajo y que sólo pudiera hacerlo la plantilla hombres, sería un escándalo", afirma Tania Tabanera, delegada para fútbol femenino de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). "Esto significa que en un estado de alarma como el que estamos, sus compañeros varones tengan derecho a la ocupación real y efectiva del trabajo, volviendo a su actividad laboral con normalidad, mientras que a sus compañeras mujeres se las ha privado de ese derecho", añade.

Esta experta explica que, aunque la liga Iberdrola aún no está considerada como profesional, sí tiene claras y consolidadas relaciones laborales, lo la que tendría que equiparar en derechos.

"Nos hemos encontrado en este final de temporada con dos competiciones que a nivel legal tienen características distintas: una considerada profesional (la de lso hombres) y otra no, pero que ambas tienen relaciones laborales consolidadas y cuentan con un convenio colectivo. Por lo tanto se han visto comprometidas esas relaciones laborales de nuestras compañeras al finalizar la competición como lo ha hecho".

El convenio colectivo de las futbolistas se firmó el pasado mes de febrero, después de meses de parón en las negociaciones y de una huelga de las jugadoras, que se negaron a disputar los partidos de liga hasta que la patronal (los clubes) no accedieran a negociar unas condiciones mínimas dignas. El acuerdo se alcanzó finalmente, pero sólo después de que el grupo MEDIAPRO se comprometiera a pone encima de la mesa tres millones de euros para las dos próximas temporadas.

Que el convenio se firmara casi un mes antes de decretarse el estado de alarma es para Tabanera una auténtica suerte, "puesto que desde ese día los clubes lo están aplicando con total normalidad y se han adecuado los salarios de muchas futbolistas a lo acordado". Esta firma, explica, ha garantizado que muchas futbolistas afectadas por Expedientes de Regulación de Empleo (ERTES) realizados por diversos clubes, pudieran acceder a una retribución digna porque la firma del convenio incrementó sus salarios, "estaban más protegidas y pudieron acogerse a los beneficios sociales que ofrecía el Estado".

Algo discrepante es la opinión de Arantxa Uría, asesora legal de la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional (AMDP), que resalta que si bien el convenio se firmó por las partes cuando se pusieron los fondos necesarios sobre la mesa de negociaciones, este documento nunca llegó a ser publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), un dato que considera cuanto menos "curioso".

"La mera firma del convenio debería obligar a las partes a cumplirlo, independientemente de que no se haya publicado en el BOE. Pero nos estamos encontrando demasiados casos en los que esto no es así y en los que los clubes no siempre lo respetan. Estamos viendo ofertas de clubes para la liga Reto Iberdrola [la de segunda división femenina] en la que ofrecen salarios de 350 euros, porque aducen que no tienen más", explica Uría a Público

El convenio del fútbol femenino se firmó con salarios mínimos de 16.000 euros al año, pero con la condición de que se pudiera contratar a las jugadoras por un 75% de la jornada laboral, es decir, por 30 horas, en cuyo caso el salario descendería hasta los 12.000 euros. Algo muy distinto a lo que ocurre en el convenio del fútbol masculino, en el que la contratación es obligatoria por el 100% de la jornada (40 horas). Esto no sólo influye en los salarios, que son muchísimo mayores, sino en toda una serie de derechos laborales, como bajas, excedencias, vacaciones... 

"Hemos conocido los casos de varias jugadoras despedidas por sus equipos  durante el estado de alarma, que ni siquiera recibieron la indemnización correspondiente por parte de los clubes", afirma Uría. "Primero porque el club no se la pagó y ellas en muchos casos no la reclamaron. En muchas ocasiones las jugadoras desconocen cuales son sus derechos. Pero también influye el hecho de que los clubes tienen una baza en la mano que es importante: la retención de las fichas. Y muchas veces las jugadoras ante la tesitura de protestar y arriesgarse a que el club no les de la ficha para poder marcharse, optan por no decir nada".

Para Mar Mas, presidenta de la AMDP, el principal problema es que nadie se toma en serio el deporte femenino, y el fútbol es un ejemplo de ello. "El Consejo Superior de Deportes sentó en la mesa Rubiales [presidente de la RFEF] y a Tebas [presidente de la Liga Nacional de Fútbol Profesional] para que arreglaran el inicio de la liga masculina, peor no ha tomado medidas para que las futbolistas vuelvan al trabajo. Esto demuestra lo que les importa esta liga femenina: nada. Solo importa el dinero".

Mas critica, además, la pasividad total de los clubes de fútbol en relación al fútbol femenino, porque afirma que "es evidente que los clubes necesitan dinero para competir en la liga femenina. Pero para eso debería buscar estrategias para conseguirlo, no puede ser que se sienten a esperar que alguien se lo dé. Hay muchas estrategias para esto que saben aplicar con éxito en el futbol de los varones. Lo que no puede ser es que las mujeres seamos una bonita pegatina en los ODS [Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU] sobre igualdad de género, pero que a la hora de aplicar medidas para conseguir la igualdad de oportunidades nadie mueva un dedo". 

Todo cambia la temporada que viene

Tal como ha anunciado la RFEF este jueves, la temporada que viene la liga Iberdrola será considerada como profesionalizada. Y esto puede suponer cambios importantes, según las expertas. "Al menos para asegurarse unos derechos mínimos, porque hasta ahora lo ha había era papel mojado", afirma Uría.

Que la Federación de Futbol considere proclamar la liga femenina como profesional, significa básicamente que considera que mueve un volumen económico importante, que existe un número significativo de contratos de trabajo firmados con futbolistas y que los clubes a partir de la próxima temporada van a tener un nivel de ingresos importante ligados a los derechos del fútbol, señalan las expertas.

"La profesionalización significa que se tendrán que respetar la condiciones laborales mínimas contenidas en el convenio colectivo firmado, pero no sólo para las jugadoras, sino también para el equipo técnico. Que tiene que haber un número de licencias profesionales en casa club, establecerse una dedicación mínima a las jugadoras respecto al club y crearse un comité de competición del que deberán formar parte todos los clubes que juegan en la liga Iberdrola", comenta Uría.

Mucho por hacer en derechos

Que la liga femenina de fútbol se considere profesional es un paso importante, pero no el único necesario. Las defensoras de la igualdad en el deporte resaltan que las leyes que lo regulan son tremendamente obsoletas y que no tienen en cuenta a las mujeres

"Si algo ha dejado en evidencia la crisis de la covid-19 es que la legislación del deporte necesita una actualización urgente que recoja las necesidades reales del deporte y que establezca una igualdad real", explica Tabanera.

"Las leyes del deporte son muy arcaicas y es necesario modificarlas. Existía un proyecto de ley que había comenzado su tramitación, pero que se vio parado por toda esta situación de pandemia. Hablamos de la ley del deporte del año 1990 y del real decreto que regula las relaciones laborales de los trabajadores deportistas que es del año 1985. Estos dos marcos legales no contemplan en ningún momento a la mujer específicamente. Son muy antiguos y en lo último en que se pensaba era en la mujer en el deporte", afirma Tabanera.

Por eso tanto la AFE como la AMDP llevan tiempo haciendo lobby con diversos grupos políticos para cambiar la legislación para que incluya la perspectiva de género y asegure la igualdad entre hombres y mujeres en el deporte.

Estos cambios no son necesarios sólo en el fútbol femenino, sino en todas las disciplinas deportivas profesionales. "Romper con los estereotipos y creencias es clave para luchar por la igualdad en el deporte. Si esta arranca en el fútbol femenino hará efecto tractor no sólo a otros deportes, sino a gran parte de la sociedad. Es clave que el fútbol, con la visibilidad que tiene, pueda liderar estas reivindicaciones. Tenemos la suerte de tener unas futbolistas muy comprometidas con el colectivo y sobre todo con su profesionalización y la defensa de sus derechos como mujeres", concluye Tabanera.

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