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Iglesia de Cádiz Los modos "neoliberales" del obispo Zornoza Boy causan un cisma en la Iglesia de Cádiz

Gran parte del clero y las organizaciones cristianas de base de la diócesis critican al prelado por estar más ocupado en las cuestiones mercantiles que en las evangélicas.

Imagen de la entrevista a Monseñor Rafael Zornoza Boy tras la marcha de las Madres Capuchinas de San Fernando. Youtube

Santiago F. Reviejo

Una guerra larvada y tenaz se dirime en la Diócesis de Cádiz y Ceuta a cuenta de la gestión de su obispo, Rafael Zornoza Boy (Madrid, 1949). Gran parte del clero local, en silencio, y organizaciones de cristianos de base rechazan la gestión del prelado, al que ven más ocupado en cuestiones mercantiles y pecuniarias que en las evangélicas y las dirigidas a la defensa de las personas en situación de pobreza o exclusión, que en esta provincia, con tasas de paro cercanas al 30%, son legión.

La última batalla se ha librado en el Juzgado de lo Social número 3 de esta ciudad, cuyo titular ha declarado nulo el despido de una trabajadora del Obispado al considerar que ha sido producto de una "represalia empresarial" contra esta empleada que llevaba 18 años en la entidad. Pero eso sólo es la "punta del iceberg", advierte Rafael Vez, canónigo de la Catedral y párroco de Conil de la Frontera, la cabeza visible de la oposición clerical.

Antonio María Rouco Varela. Europa Press

Antonio María Rouco Varela. Europa Press

A Cádiz, la única alcaldía de capital de España donde las confluencias de Podemos han ganado las últimas elecciones con José María González, Kichi, llegó monseñor Zornoza Boy en el año 2011, procedente de Getafe, donde era obispo auxiliar en los tiempos en que Antonio María Rouco Varela presidía la Conferencia Episcopal con recio puño conservador. Pero no fue hasta dos años después que empezaron las escaramuzas, los despidos de empleados con muchos años de trabajo en el Obispado y en Cáritas (una veintena desde entonces, según diversas fuentes), los destinos apartados para clérigos críticos con el nuevo estamento y los trasiegos patrimoniales. El prelado fue creando su nuevo equipo, rodeándose de un grupo de sacerdotes jóvenes que no superan los 40 años de edad y de otros traídos de fuera, de Colombia, sobre todo, y poniendo al frente de las finanzas de la diócesis al ecónomo Antonio Diufaín, a quienes los críticos señalan como el artífice de la operación "neoliberal" para transformar el Obispado en una "empresa" rentable.

El obispo obtuvo la licenciatura de Teología Bíblica en la Universidad Pontificia de Comillas, tiene cuenta en Twitter y un blog, y no hace declaraciones polémicas en ningún sentido, como sí acostumbran otros prelados. Sus discursos públicos suelen estar ceñidos a la liturgia, a las celebraciones religiosas, como si quisiera pasar desapercibido y no llamar la atención sobre su mandato. Según algunas fuentes, le gusta comer en buenos restaurantes y descorchar botellas de vinos caros, aunque otras aseguran que no es tanto de lo que se cuenta sobre él, pero sí que los es que se le ha visto frecuentar a "gente de nivel" que viene de Madrid, sobre todo, a pasar las vacaciones en diferentes puntos de la costa gaditana, entre ellos la lujosa urbanización de Sotogrande, en San Roque.

El canónigo de la catedral, que casi diariamente arrea fuerte desde su perfil de Facebook, habla de cambios de titularidad

Entre todos esos que hablan sólo hay un clérigo que ha dado la cara hasta ahora, el canónigo Rafael Vez; el resto ha hecho escritos anónimos, ha tirado la piedra pero ha escondido la mano, aún no se ha significado abiertamente en las críticas constantes a la labor del equipo de gobierno episcopal gaditano. El párroco de Conil afirma en declaraciones a este periódico que, primero, ha habido una "limpieza descarada" de la vieja guardia del anterior prelado, Antonio Ceballos, quien ocupó el cargo durante 18 años y se distinguió por su cercanía a la población más desfavorecida; y que posteriormente se ha aplicado "el rodillo" para, de la mano del ecónomo, convertir el obispado en una empresa interesada únicamente en la rentabilidad económica.

El canónigo de la catedral, que casi diariamente arrea fuerte desde su perfil de Facebook, habla de cambios de titularidad para hacerse con propiedades de parroquias, de patrimonio de congregaciones religiosas mediantes fundaciones interpuestas, de intereses ecónomicos que se están moviendo en torno a la Diócesis de Cádiz y Ceuta. Todo lo dice él, porque el Obispado no ha querido responder a las preguntas de Público y el resto del clero de esta provincia crítico con la jerarquía se mantiene en la sombra. "La suerte que han tenido es que ésta es una Iglesia callada, que llega a la indiferencia con lo que está pasando", se lamenta, aunque advierte de que esa actitud también está teniendo consecuencias: al último retiro convocado por la Diócesis sólo acudieron 25 de los 150 sacerdotes, y de los 25, unos 20 eran los del grupo que apoya al obispo.

La lucha en la Iglesia española se dirime en Cádiz

A falta de clérigos que den la cara en el sector crítico con el obispo, son los seglares, las organizaciones de cristianos de base, la Iglesia más popular, los que han abanderado la batalla. El Grupo Cristiano de Reflexión y Acción, Redes Cristianas y otras asociaciones muy activas han apoyado a los trabajadores despedidos y han cargado duramente contra la gestión de Zornoza. Para uno de sus portavoces, el profesor jubilado Francisco González, lo que está en juego en Cádiz es la confrontación que se dirime en la Iglesia Católica entre los "nuevos aires" que ha traído el Papa Francisco, apoyando a los sectores más desfavorecidos de la sociedad y promoviendo líneas aperturistas, y el ala conservadora que domina parte de la jerarquía eclesiástica en España.

González achaca a ese apoyo del ala conservadora de la Iglesia española los modos con los que se emplea el obispo de Cádiz, a quien califica de "pastor empresario". "Aquí –dice- se está aplicando un concepto ideológico por el que se interpreta a la Iglesia desde una perspectiva neoliberal y capitalista". Según este portavoz, en una de las reuniones que mantuvieron con el obispo, éste les dijo que su antecesor en el cargo, Antonio Ceballos, había dejado la diócesis en "bancarrota" y que por eso tenían que haber tomado medidas para paliar las pérdidas.

"Aquí se está aplicando un concepto ideológico por el que se interpreta a la Iglesia desde una perspectiva neoliberal y capitalista", asegura González

Estas organizaciones de cristianos seglares, al igual que el canónico de la catedral, aseguran que todo cuanto está sucediendo en la Diócesis de Cádiz ha sido puesto en conocimiento del nuncio del Papa, de la Conferencia Episcopal y de otros arzobispados, aunque de momento no han recibido respuesta alguna a sus escritos.

Juan Cejudo, que se presenta como cura obrero casado, integrante de diversos movimientos cristianos populares, tiene un blog en el que se hace eco de todas las denuncias relacionadas con la gestión del obispo Zornoza, como el caso de los pisos vacíos propiedad de la Diócesis que intentaron sin éxito que sirvieran para acoger a personas sin hogar, desahuciadas e inmigrantes en una ciudad donde la "vivienda es un problema de primera magnitud", subraya.

"Entre el clero local hay un gran descontento. A todos nos duele el daño que se está causando a tantas familias, con los problemas sociales tan grandes que hay aquí. No hay criterios pastorales, sólo empresariales y, además, de los malos", se lamenta Cejudo.

"Entre el clero local hay un gran descontento. A todos nos duele el daño que se está causando a tantas familias", señala Cejudo

Los críticos con el obispo Zornoza sostienen que a estas batallas ideológicas que se dirimen en el seno de la Iglesia Católica española, y que tienen en Cádiz uno de sus puntos más calientes, se refería el Papa Francisco cuando dijo el pasado mes de marzo que vendrá a España "cuando haya paz". El sumo pontífice no explicó a qué se refería, "estoy hablando de manera crítptica", afirmó, pero en los mentideros eclesiásticos y laicos gaditanos apócrifos con la actual jerarquía todos dan por hecho que se refería al encarnizado enfrentamiento que mantienen sectores conservadores y progresistas en la curia hispana.

En aquellas mismas declaraciones a los medios de comunicación, preguntado por la situación de las fronteras de Ceuta y Melilla con Marruecos, el Papa Francisco respondió, agachando la cabeza: "Es muy duro, es muy duro". Y el litoral de Cádiz es otra de las fronteras con el continente africano, al que llegan cada año cientos de pateras cargadas de inmigrantes en busca del sueño europeo.

Precisamente, hasta el pasado mes de marzo ocupaba la vicepresidencia de la Fundación Educatio Servanda en Cádiz el general retirado Agustín Rosety Fernández, quien tuvo que dejar el cargo al presentarse como cabeza de lista de Vox al Congreso de los Diputados por esa provincia, un partido que considera que hay que expulsar a todos los migrantes indocumentados y exige medidas contundentes para evitar entradas irregulares.

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