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El incendio en Las Hurdes y Sierra de Gata obliga a desalojar a más de 700 personas

La consejera de Agricultura, Begoña García Bernal, ha pedido a los vecinos que acudan a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para contar lo que sepan sobre el incendio "claramente intencionado".

El pabellón Adolfo Suárez de Moraleja (Cáceres) se ha convertido en el principal punto de acogida de los evacuados, en total, más de 700 personas a los que la cercanía de las llamas les echó de su casa y sus pueblos en plena madrugada.
El pabellón Adolfo Suárez de Moraleja (Cáceres) se ha convertido en el principal punto de acogida de los evacuados, en total, más de 700 personas a los que la cercanía de las llamas les echó de su casa y sus pueblos en plena madrugada. EDUARDO PALOMO / EFE

El incendio iniciado la noche del pasado miércoles en la comarca cacereña de Las Hurdes ha obligado a desalojar a más de 700 personas de Cadalso, Robledillo de Gata, Descargamaría y la alquería de Ovejuela. Los vecinos se muestran "esperanzados" de poder regresar este sábado a sus pueblos a pesar de la "rabia" y la "impotencia" que sienten. 

La consejera de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio, Begoña García Bernal, considera que el incendio ha sido "claramente intencionado" por un "terrorista medioambiental", ya que la noche que se inició, con un fuerte viento, se vieron vehículos en la zona donde prendieron los focos y ha pedido a los vecinos de la zona que acudan a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para contar lo que sepan al respecto.

El pabellón Adolfo Suárez de Moraleja (Cáceres) se ha convertido en el principal punto de acogida de los evacuados. En estas instalaciones durmieron la última noche unas 100 personas. Gran parte de los 231 evacuados que llegaron durante la primera jornada "han decidido trasladarse a casa de familiares o amigos", según ha explicado a la Agencia Efe el alcalde de Moraleja, Julio César Herrero.

El incendio ya supera las 8.500 hectáreas

Por su parte, la Junta de Extremadura ha insistido en rogar a la población que no se acerque a la zona afectada por el incendio que, según las primeras estimaciones del Plan de Lucha contra Incendios Forestales de Extremadura (Infoex), ya supera las 8.500 hectáreas, y que deje libres las vías de evacuación.

Además, ha explicado que el operativo de este sábado se centra en la zona noreste de Ovejuela, punto de difícil acceso debido a la complejidad del terreno, muy escarpado y con gran cantidad de combustible, por lo que se emplean especialmente allí los medios aéreos y la maquinaria pesada.

El incendio, que continúa sin control y en nivel dos de peligrosidad, ha implicado a unos 800 efectivos que participan este sábado en su extinción. Desde la tarde de ayer, las previsiones son optimistas por el trabajo realizado por este amplio dispositivo integrado por personal del Plan Infoex con el apoyo de las Brif del Gobierno, la Unidad Militar de Emergencia, las dos Castillas, las diputaciones, Madrid, el Infoca de Andalucía y un centenar de bomberos de Portugal.

La Unidad Militar de Emergencia (UME), que ha desplegado unos 250 efectivos y 66 vehículos en la zona del incendio, ha informado de que su labor en las últimas horas se ha centrado en el ataque directo a las llamas con camiones autobombas para la defensa del entorno urbano de Cadalso.

Otra de las consecuencias del incendio ha sido el corte de tres carreteras del norte de la provincia de Cáceres, la CC-120, la CC-114 y la EX-204, en el punto kilométrico 37. En su cuenta de Twitter, el Centro de Urgencias y Emergencias 112-Extremadura ha informado de que el viernes se abrió la CC-121, de Pinofranqueado, donde se inició el fuego, hasta Sauceda.

Miedo y nervios por el desalojo

Emi Martín, vecina de Descargamaría, ha relatado que la noche del jueves lo pasaron "fatal, porque ya cuando nos acostamos se veía el fuego en toda la montaña y nos fuimos a dormir con un miedo terrible".

Respecto a la evacuación ha señalado que fue un momento de nervios ya que "no sabíamos qué coger ni por donde tirar, pero bueno luego nos han tratado por aquí muy bien y, además, tenemos la esperanza de que se va controlando el fuego y a ver si es posible que nos manden para dormir hoy y poder ver qué nos encontramos allí".

Miguel Ángel Acosta, operario del Ayuntamiento de Descargamaría y vecino del pueblo, ha relatado cómo fue la noche del desalojo, "Nos avisaron sobre las 03:30 horas la Guardia Civil y nos dijeron que nos teníamos que ir del pueblo, aunque yo me quedé para ayudar a un vecino que tiene problemas de movilidad y poder bajarlo al punto de encuentro".

"Hemos pasado mucho miedo, por nosotros y por los animales que tenemos allí y, además, con todo lo que viene ahora, porque no sabemos qué nos vamos a encontrar cuando lleguemos, y estamos hablando de nuestra vida y nuestra casa", ha subrayado.

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