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Jubilación dorada para los agentes caninos

La asociación ‘Héroes de 4 Patas’ está formada por cinco policías nacionales y se encarga de tramitar la adopción de los perros que se retiran de las Unidades Caninas. En tan solo dos años desde su fundación ha conseguido la acogida de cien animales.

La asociación ‘Héroes de 4 Patas’ está formada por cinco policías nacionales y se encarga de tramitar la adopción de los perros que se retiran de las Unidades Caninas.

SANDRA RODRÍGUEZ

@SandrAry_5

MADRID.- Héroes de 4 Patas nace en enero de 2015, de la mano de cinco agentes del Cuerpo Nacional de Policía que buscan “suplir la carencia inexistente hasta el momento en España en cuanto a la jubilación de los perros pertenecientes a las Unidades Caninas” y emplean su tiempo libre para ello. La ONG no recibe ningún tipo de subvención pública; se financia únicamente con donativos de particulares. En casi dos años de existencia, han conseguido ya la adopción de más de cien perros jubilados de las Unidades Caninas de los diferentes cuerpos con los que colaboran.

“Que los perros policía dejen de ser vistos como una herramienta y se les considere como lo que verdaderamente son: auténticos compañeros” es la labor de la asociación Héroes de 4 Patas. Los cinco policías tratan de encontrar una familia a los perros que cesan su actividad, ya sea por la edad o por una lesión, de todo tipo de unidades caninas: Policía Nacional, Guardia Civil, Bomberos, Ayuntamientos, etc. Un número de agentes caninos imposible de contar.

Nuria adoptó a Momo, un golden retriever que trabajaba en la unidad de estupefacientes y blanqueo.

El proceso a la hora de elegir una familia para estos animales es muy cuidadoso: los candidatos pasan por una serie de entrevistas, donde se determina si sus condiciones y aptitudes son aptas para la vida con los perros. En primer lugar se realiza un cuestionario, básico pero completo, en el que se evalúan sus aptitudes en determinadas situaciones rutinarias. En segundo lugar, se realiza una visita de prospección, en la que la asociación evalúa si el entorno y la rutina del adoptante son compatibles con el cuidado de un animal.

“Son animales a los que antes se sacrificaba y ahora tienen derecho a una vida”, asegura Nuria Alonso, que adoptó a Momo en agosto de este año. Nuria escuchó en la radio la labor de esta asociación y llamó inmediatamente. La ONG contactó con ella cuando hubo un perro que se adaptaba a sus condiciones: era un golden retriever de ocho años, que habían jubilado por tener una lesión cardíaca, por lo que ya no podía dedicarse a estupefacientes y blanqueo.

“Mi perro me ha dado mucha alegría, y creo que al revés también”, asegura Nuria: “Momo estaba un poco tristón, ya que llevaba un tiempo sin actividad, pero ahora está respondiendo muy bien al tratamiento”.

Javier Valladares adoptó a Negro, un pastor alemán de seis años que trabajaba en la unidad de explosivos, hace un año y medio, después de ver anunciada la asociación un el programa de televisión. Javier es fotógrafo de la naturaleza y pasa mucho tiempo en el campo y en la montaña, un ambiente muy favorable para un perro que tiene una dolencia degenerativa en la espalda: “Desde que está conmigo, Negro ha mejorado mucho. Lleva prácticamente un año sin medicación”.

Javier Valladares adoptó a Negro, un pastor alemán que trabajaba en la unidad de explosivos. Héroes de 4 Patas

El tratamiento de los animales que padecen algún tipo de lesión, así como los ingresos hospitalarios, se financia a través de la asociación, con el dinero que donan los particulares, hasta que se hace cargo el dueño tras la adopción. Nuria debe darle a Momo dos pastillas diarias durante el resto de su vida, y advierte que “las medicinas son bastante caras, con un coste de alrededor de 200 euros al mes”. “Pero lo pago encantada”, asegura.

Nuria recalca que el trabajo de la asociación es “pura dedicación y entrega”. El trabajo de Héroes de 4 Patas no termina cuando dan un perro en adopción: “Cada uno o dos meses hacen llamadas para hacer un seguimiento de la situación del animal. Además, tuve un susto con el corazón de Momo durante el cual la asociación estuvo muy pendiente y me ofreció todo tipo de ayudas. Me pregunto de dónde sacarán el tiempo, porque son pocos y trabajan mucho, pero siempre están disponibles si les necesitas”.

Javier Valladares estuvo un largo tiempo sin animales, ya que a su anterior perro lo envenenaron. “Pero los que somos perreros volvemos a las andadas tarde o temprano”, asegura. “Animo a todo el mundo a que no compre, sino que adopte, son animales que merecen una segunda oportunidad”. Javier asegura que, a pesar de que ahora sus condiciones no le permiten convivir con dos perros, “llegará el día en que adopte a otro”.

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