La Justicia ha ratificado la absolución del humorista David Suárez a quien la Fiscalía y la asociación Plena Inclusión Madrid llevaron al banquillo tras acusarle de un delito de odio. Suárez fue juzgado el año pasado por la Audiencia de Madrid por escribir un tuit haciendo alusión a las personas con síndome de Down.

El 23 de diciembre, el juez emitió la sentencia en la que absolvía al artista al considerar que sus declaraciones eran "dañinas" pero el delito de odio "requiere algo más que un sentimiento de rechazo". "El otro día me hicieron la mejor mamada de mi vida. El secreto fue que la chica usó muchas babas. Alguna ventaja tenía que tener el síndrome de Down", publicó Suárez desde su perfil oficial. El Ministerio Fiscal llegó a pedir la pena máxima para este tipo de delitos, un año y diez meses de prisión.

Meses más tarde, la resolución fue ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), entidad ante la cual la Fiscalía interpuso un recurso de apelación. En la sentencia, los magistrados reconocen que se trata de unas palabras hirientes. Pero, al mismo tiempo, estiman que no hay elementos que permitan enmarcar el discurso dentro de un discurso del odio.

Como ya han finalizado los plazos para interponer recursos de apelación a instancias jerárquicamente superiores, el fallo se ha ratificado. Es decir, la sentencia ya es firme. Aún así, la Fiscalía sostiene que no fue solamente "mal gusto" sino que su mensaje responde a una percepción social discriminatoria.

"Contar un chiste no es un delito"

No es la primera vez que España se ve inmersa en el debate sobre los límites del humor. En los últimos años, España ha sentado en el banquillo a Willy Toledo por "cagarse en Dios", ha condenado a prisión a César Strawberry por una batería de tuits de humor negro o ha abierto una causa a Dani Mateo por sonarse los mocos con una bandera de España.

De hecho el caso de David Suárez es sólo uno más entre los muchos artistas, humoristas y actores que han sido procesados por esta causa. "Contar un chiste no es delito", publicaba Suárez en su cuenta cuando conoció su absolución. Explicó que sus palabras fueron reprochables pero no delictivas.