La lotería es una de las tradiciones más populares de las fiestas navideñas españolas. Tanto es así, que los ciudadanos se gastan de media algo más de sesenta euros en décimos. Unos buscan un número de la suerte, otros se entregan al azar y, otros, juegan empujados por la inercia del grupo y, sobre todo, por no ser el único de la oficina en quedar sin premio. 

Sin embargo, la lotería de Navidad no es exclusiva de España. Son muchos los países que celebran sorteos especiales y extraordinarios, pero también hay otros que pasan las fechas navideñas ajenos a los juegos de azar.

En nuestro país vecino, Portugal, el sorteo se parece más a nuestra lotería del Niño, con décimos a 15 euros y premios más bajos. El primero es de 250.000 euros, el segundo 50.000 y el tercero de 25.000 euros y, después, una veintena de premios menores. En total, los portugueses juegan a doce millones y medio de euros.

Los alemanes se gastan cada año setenta mil millones de euros en las 16 loterías que existen. Además, se gastan cerca de veinte mil millones en apuestas ilegales, que cada vez crecen más , según informa RTVE. En el país germánico, el que gana el equivalente a nuestro Gordo lo hace a sabiendas de que sólo cobrará el 50%, ya que la otra mitad se irá en impuestos destinados a combatir la ludopatía.

Francia, por su parte, puso en marcha en 2017 una lotería navideña inspirada en la española que sigue la mecánica del juego de la primitiva. No obstante, en el país galo los boletos son mucho más baratos (cinco euros). Los que acierten los cinco números se repartirán este año 15 millones de euros y, en el caso de que nadie logre el premio, se repartirán en las categorías inferiores.

En Rusia no hay una tradición lotera, pero en los últimos años ha cobrado popularidad el sorteo de año nuevo que se retransmite por televisión. Cada billete cuesta 150 rublos (unos dos euros) que permiten poder ganar hasta un billón de rublos (más de trece millones de euros). Además, en la gala se sortean casas y apartamentos, así como otros premios más pequeños.

Palestina, país de mayoría musulmana, no celebra ningún sorteo de lotería, mientras Israel apuesta por un sistema similar al de la primitiva, pero no hay ningún juego especial por los festejos navideños.