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Lucha antirracista La artista Daniela Ortiz huye de España tras una campaña de acoso 

La activista antirracista de origen peruano, cuyas obras se pueden encontrar en el Centro de Arte Reina Sofía y el MACBA, ha recibido amenazas por denunciar "la necesidad de derribar el racismo de los monumentos coloniales".

Daniela Ortiz
Daniela Ortiz./ Wikipedia

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Este domingo, la activista antirracista, feminista y artista de origen peruano Daniela Ortiz ha anunciado a través de su cuenta de Twitter que se ha visto obligada a huir de su hogar en España debido al acoso y las amenazas que recibía diariamente por su defensa de los derechos humanos.

"Hace un mes tuve que dejar mi casa, mi barrio y mi vida en Barcelona luego de haber dado unas declaraciones en Espejo Público donde reivindicaba la necesidad de derribar el racismo de los monumentos coloniales", denunciaba en un tuit en referencia a su entrevista el pasado mes de junio en el programa matinal de Antena 3. Ortiz, afincada en Barcelona desde hace 13 años, declaró en el programa su defensa a que se desmontara el monumento a Cristóbal Colón que se encuentra en la ciudad condal, ya que considera que es un ejemplo de una "simbología racista y colonial".

La artista, cuyas obras se pueden visitar en el Centro de Arte Reina Sofía y el MACBA, entre otros museos, denuncia que los procesos de persecución política, criminalización y difamación "son una práctica común de represión en el estado español" y explica que muchos de sus compañeros "han vivido amenazas, juicios y calumnias para acallar sus posturas ideológicas, sus denuncias y su actividad política".

La activista denuncia el racismo intrínseco desde todos los sectores. Por esto, revela que Instagram, que ha sido utilizada de forma masiva en favor del movimiento Black Lives Matter, eliminó de su cuenta personal un post que decía "Abajo los monumentos coloniales. Viva la resistencia antirracista" y que además la misma plataforma le advirtió de que su cuenta podía ser eliminada por fomentar "actividades delictivas".

Por su parte,  debido a la "fragilidad legal" en la que se encontraba, explica Ortiz, contactó con la ONG irlandesa Front Line Defenders, que se dedica a proteger a los defensores de los derechos humanos, y ellos fueron quienes acompañaron a la activista y a su hijo de tres años en su proceso de salida del país, en solo 24 horas, con destino a Lima.

Aunque Ortiz considera que su futuro en España es "incierto", insiste en que seguirá "militando a pesar de la distancias y las condiciones impuestas por la violencia de la supremacía blanca". Y añade que está "agradecida sobre todo con quienes tienen la profunda convicción de que la lucha antirracista debe ser una prioridad política".

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