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Femenino Plural ¿Cómo luchar a favor de la emancipación emocional y económica de las mujeres?

La asociación feminista PALEM inicia en el mes de mayo un conjunto de talleres para debatir con mujeres en riesgo de exclusión social la importancia de que la mujer del siglo XXI esté emancipada laboral y económicamente para su propio futuro.

Recientes jornadas de Palem por la emancipación.

“El miedo a la soledad, a la incomprensión lleva a muchas mujeres a atarse a personas que las cuartan en todos los aspectos de su vida en plena posmodernidad y no solo podemos hablar desgraciadamente de mujeres en riesgo de exclusión”. Miriam Seco, psicóloga feminista relata a Público la importancia de que las mujeres tengan no sólo una importante emancipación emocional, sino un escenario de vida independiente fuera de ataduras que discriminen su desarrollo.

El novedoso taller, impartido en Andalucía, "Herramientas para la Emancipación Económica y Emocional de las Mujeres” por parte de la Plataforma Andaluza de Mujeres en apoyo al Lobby europeo (PALEM) lucha, de forma pionera, desde este ámbito. El objetivo como destaca Rafaela Pastor, presidenta de PALEM, es crear “mujeres libres”. Su trabajo recorrerá gran parte de la geografía andaluza con el apoyo del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM). Los talleres se realizarán en Córdoba, Jaén, Linares, Écija, Málaga y Fuengirola a lo largo de todo el mes de mayo.

“En este taller lo que hacemos es compartir información sobre la importancia de que la mujer pueda estar emancipada emocionalmente para conseguir la independencia económica y viceversa, es decir, es imprescindible que las mujeres tomemos conciencia de la necesidad de ser dueñas de nuestras vidas en todos los sentidos” afirma Rafaela Pastor a Público.

Perfil, mujeres monomarentales en riesgo de exclusión

Las alumnas de estos talleres tienen un claro perfil común a las que se dirige Pastor desde hace más de veinte años. Se trata de mujeres en riesgo de exclusión derivada de la violencia de género, de la monomarentalidad, del paro, de la falta de formación, la falta de recursos económicos y humanos. Pastor asume como un factor imprescindible “acometer, desde una perspectiva global, que la situación de estas mujeres se produce por diversos factores que no son hechos aislados, sino un cúmulo de circunstancias encadenadas”. Y es que el ochenta por ciento de las familias monoparentales están formada por mujeres. La mayoría con un incierto panorama de futuro laboral y personal.

El problema para Pastor no es solo de género sino de la sociedad al completo.“ Todos los seres humanos nacemos vulnerables” Sin embargo, “la estructura social en la que nos desarrollamos tiene bien delimitadas los esquemas” aclara la profesora. Y es que las posibilidades de crecimiento, formación, independencia y desarrollo personal, dependiendo del barrio, de la etnia, de los ingresos, del colegio o de las propias características físicas influyen en estas circunstancias. Pastor sentencia que “nacer mujeres, duplica esa vulnerabilidad que es la que abordamos en los talleres y se centra en esa carencia de emancipación emocional y económica”.

Miriam Seco, psicóloga experta en Teoría de Género aclara que existe en la actualidad una fuerte contradicción para la mujer moderna que lucha con fuerza en este sentido “La independencia laboral, mental y de estilo de vida choca frontalmente con aspectos diarios que por el simple hecho de ser mujeres, ser parejas, madres o hijas deben desarrollar un rol femenino impuesto por la sociedad”.

Organizaciones internacionales como ONU Mujeres han comenzado a trabajar en esta línea de empoderamiento económico que permite abrir un significativo debate global. Aunque las cifras que aportan no señalen buenos augurios. La organización de Naciones Unidas, resalta en un reciente estudio sobre la materia que “son muchas más las mujeres que frente a hombres optan a empleos vulnerables, de baja remuneración o subvalorados”. Hasta 2013, el 49,1 por ciento de las mujeres trabajadoras del mundo se encontraba en situación precaria dentro de su trabajo habitual o eventual, frente al 46,9 por ciento de los hombres.

Ser dueña de tu propias emociones y de tus derechos

Si se separan ambos conceptos de independencia emocional y económica, Pastor aclara que el primero prima con gravedad frente al segundo. “Es un aspecto muy difícil de asimilar para muchas mujeres. Mucho más complejo es la emancipación emocional que el aspecto económico. El segundo resulta más visible pero no deja atrás el ámbito de las emociones”.

Rafaela lleva muchos años trabajando con mujeres en graves dificultades. Y sabe de lo que habla. La presidenta del PALEM tiene su esperanza puesta en el apoyo que puedan brindar las futuras generaciones en este sentido. “Entendemos que la formación académica es imprescindible y que en el mismo nivel de importancia está el concepto de que nosotras mismas como sujetos de plenos derechos”. Las mujeres jóvenes tienen más referentes que las de anteriores generaciones. En este taller se destaca el recorrido que se ha hecho desde el movimiento feminista “para conseguir que hoy podamos tener una cuenta en el banco, cómo hemos conseguido la ley del divorcio o que no nos metan en la cárcel por adulterio”.

Pastor destaca la necesidad de luchar contra estas barreras en la emancipación. Por ello, el principal objetivo de los talleres se centra en recordar a las mujeres mensajes que parecen olvidados. “La importancia de ser dueña de tus emociones, pensamientos y actuaciones para ser también dueña de tu economía y del enfoque que puedes dar a tu vida laboral o tu carrera profesional sin olvidar la imprescindible parte personal”.

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