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Maltrato animal Muere Dulcinea, una gata de dos meses a la que pusieron un petardo en la boca

La pequeña fue encontrada el pasado sábado 22 en Lleida, en pleno fin de semana de la verbena de Sant Joan, con muchas heridas en la boca. La Protectora Amics Dels Animals Del Segrià la operó de urgencia sin éxito.

Dulcinea, la gata de dos meses malherida. / Protectora Amics Dels Animals Del Segrià - Lleida

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Dulcinea, la cría de gata de apenas dos meses, fue encontrada el pasado sábado con numerosas heridas en la boca en Lleida. Los veterinarios, tras realizar su diagnóstico, llegaron a la conclusión de que alguien le había puesto un petardo en la boca.  El martes por la tarde, la gata no soportó la operación y murió, según la protectora donde se encontraba.

La gata estaba abandonada en la calle, en muy mal estado

‪El sábado 22 por la tarde, en pleno fin de semana de la verbena de Sant Joan, la Protectora Amics Dels Animals Del Segrià recibió una llamada de uno de sus voluntarios. Un amigo de este había encontrado a una cría de gata en la calle en "muy mal estado", por lo que le llevó a un veterinario cercano, que determinó que "era urgente intervenirla para reconstruir su boca".

Sin embargo, el coste era muy alto, por lo que trasladaron a la gata a la protectora, donde se la operó esa misma tarde. Al principio, pareció que la cirugía había salido correctamente,pero el pasado martes 25 la gata falleció por no poder soportar la operación.

"Es lamentable y muy difícil de asimilar que entre nosotros existan humanos capaces de hacer algo así simplemente para divertirse"

"Es triste, lamentable y muy difícil de asimilar que entre nosotros existan humanos capaces de hacer algo así simplemente para divertirse, pero no encontramos ninguna otra explicación", ha comunicado la Protectora. 

"El caso de Dulcinea nos agrieta el alma, y más sabiendo que no es el primer animal al que le hacen algo así. Los petardos deberían estar prohibidos por muchas razones, la principal es que generan víctimas de accidentes por un uso indebido u otras razones totalmente evitables", ha concluido la protectora en Facebook.

El mismo caso se denunció en 2018

La asociación de defensa de los animales RECAL de Almendralejo denunció en enero de 2018 que un gato tuvo que ser sacrificado, después de que varias personas hicieran explotar un petardo en su boca en la noche del 31 de diciembre.

RECAL aseguró que le parecía "increíble que pueden darse estos sucesos"y los describieron como "acto de crueldad totalmente intolerable".

Por otro lado, dejando al margen a aquellos que dañan intencionadamente a los animales con petardos, muchos otros lo hacen sin apenas darse cuenta.

Se ha demostrado que la pirotecnia causa un gran sufrimiento a los animales. El estruendo provoca en los animales ataques de pánico e, incluso, en los casos más extremos, crisis de ansiedad por la que tienen que ser hospitalizados, pero la utilización de los petardos en las fiestas sigue siendo una práctica constante.

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