Público
Público

Maltrato al paisaje Feísmo, ilegalidades e inoperancia: la Galicia Canibal urbanística

El caos del paisaje gallego esconde administraciones ineficientes y una ausencia de regulación total que ahora trata de enmendarse, ajustando a la legalidad o demoliendo lo que se construyó en el pasado bajo el criterio del "ti vai facendo". Más que de feísmo, hablamos de canibalismo urbanístico y de maltrato del entorno.

Ejemplos del caos urbanístico del paisaje gallego. /Canibalismo urbanístico e maltrato da paisaxe"

carolina neira

Del ADN gallego se dicen muchas cosas, algunas cercanas a la realidad de la sociedad del noroeste peninsular y otras que tienen más que ver con los tópicos y la inventiva. En un punto intermedio está el feísmo, ese caos urbanístico que salpica el paisaje gallego. El término comenzó a resonar en las páginas de La Voz de Galicia a finales de la década de los 90 y a día de hoy está más que asentado no solo a nivel social, sino también en la Administración. 

La existencia del feísmo es una obviedad demostrada a base de ejemplos, que sobran a patadas. Si no que se lo digan al arquitecto Carlos Fernández, que allá por el 2012 creó una página de Facebook y una cuenta de Twitter, Canibalismo urbanístico e maltrato da paisaxe, que empezó nutriendo con 50.000 fotos de su cosecha y en la que ahora recibe "sobre diez fotos al día" de sus seguidores. Tan seria se volvió la comunidad que desembocó en la creación de la Asociación Pola Defensa do Patrimonio Galego, de la que Fernández es el presidente. 

La cuestión de fondo es, sin embargo, dirimir hasta qué punto todo es feísmo o si "lo que aquí es llamado así, en otros lugares, como en el Mediterráneo, se considera maltrato al paisaje o especulación urbanística". Reflexiona así Manuel Docampo, profesor de Sociología de la Universidade da Coruña y estudioso del fenómeno, que considera que la invención del término vino a ser "una forma de culpabilizar a los vecinos de los errores políticos". 

Para el profesor, hay tres esferas dentro del feísmo que responden a diferentes casuísticas. Por un lado, el gusto personal, "que nos podría llevar a discusiones eternas". Por otro, la falta de recursos, que en zonas con economías muy vinculadas a la estacionalidad, como en la franja litoral, provocó la parálisis de muchas construcciones particulares. Finalmente, el tercer factor tiene que ver con la cultura del aprovechamiento de los recursos, ligado a una sociedad empobrecida.

Casa de Pazo Ribadumia. /Canibalismo urbanístico e maltrato da paisaxe

Casa de Pazo Ribadumia. /Canibalismo urbanístico e maltrato da paisaxe

Fernández coincide con la idea que expone Docampo. "No se trata de cosas feas, si no de irregularidades que maltratan nuestro paisaje, que son cuantificables y objetivas, mientras que la cualidad de lo feo o lo bonito es subjetiva". El arquitecto también señala como raíz del problema a la pobreza gallega del pasado siglo, "que provocó una ola de emigración a América y a Europa, de la que derivó una desconexión del gallego con su tierra". Ese cambio social, a su vez, se reflejó en las nuevas arquitecturas, con materiales y alturas ajenas a la estética local.

A este caldo de cultivo se le sumó un contexto político en el que los planes de ordenación de los ayuntamientos brillaban por su ausencia o no seguían criterios de conservación e integración paisajística. Constructores, técnicos municipales y particulares siguieron la filosofía del "ti vai facendo", que como resultado ha dejado una Galicia repleta de edificios anoréxicos que rascan el cielo al lado de pequeñas casitas de una sola planta.

Arreglar a desfeita

En la actualidad, "el contexto político y social ha cambiado y las herramientas también", asegura Docampo. Gracias a ello, aunque normalmente tras años y años de tramitación burocrática, algunos municipios se han podido librar -o se librarán- de sus famosos símbolos del feísmo local. Así pasa en Mondoñedo (Lugo), por ejemplo, donde están en proceso de tirar una construcción céntrica abandonada a medio construir, o en Chantada (Lugo), en la parroquia de Líncora, donde este año se demolió una edificación de planta baja erigida en un suelo con protección especial. 

Bajos A Laracha. / Canibalismo urbanístico e maltrato da paisaxe

Bajos A Laracha. / Canibalismo urbanístico e maltrato da paisaxe

Sin embargo, desde la APLU (Axencia de Protección da Legalidade Urbanística) explican que la demolición es siempre "la última opción", ya que los expedientes que se tramitan por presuntos delitos contra el territorio (116 en el año 2018) ofrecen otras alternativas a la piqueta. Por ejemplo, en Chapela (Pontevedra) una firma inmobiliaria se encargará de adaptar a la normativa vigente un esqueleto de piedra para destinarlo a viviendas residenciales. 

"Muchas veces, esta política tan garantista protege demasiado al infractor", critica Fernández, que recuerda que existen numerosas sentencias de demolición que nunca se van a llegar a ejecutar, como las que pesan sobre el Edificio Conde de Fenosa o la famosa casa Exín Castillos de Quiroga.

En estos últimos dos años, dentro de la Lei de Solo se han impulsado dos nuevas figuras, el Plan Básico Autonómico y los Planes Básicos Municipales, de los que ya hay "cerca de una veintena en tramitación", indican desde la APLU. Con ellos se pretende cubrir urbanísticamente a esos ayuntamientos que carecen de instrumentos reguladores.

Metalúrgica Vigo / Canibalismo urbanístico e maltrato da paisaxe

Metalúrgica Vigo / Canibalismo urbanístico e maltrato da paisaxe

A mayores, la Xunta presentó en su día una guía de colores y materiales, pero que no deja de ser eso, una guía, a la que promotores, arquitectos y particulares pueden hacer caso o no. El problema, según Carlos, es que la Xunta deja en manos de cada ayuntamiento la voluntad de abrir estos procesos y por eso "solo funcionan en aquellos con gobiernos conscientes". 

A pesar de todo, el futuro urbanístico está más blindado, pero el pasado sigue ahí, tan erguido como los bloques de hormigón. Estos son solo algunos ejemplos paradigmáticos del canibalismo urbanístico que ha devorado gran parte del paisaje gallego:

1.- La Metalúrgica de Vigo (Pontevedra). Cristal sobre piedra. 

Tras una fachada de piedra de una antigua fábrica de conservas se construyó un edificio acristalado de mayor altura, fruto de un desarrollo urbanístico de la parcela más que cuestionable, tratándose además de una obra pública. 

Alturas Portonovo. / Canibalismo urbanístico e maltrato da paisaxe

Alturas Portonovo. / Canibalismo urbanístico e maltrato da paisaxe

Ni los materiales ni siquiera la utilización del nuevo espacio casan con la estética tradicional de La Metalúrgica, que se podría haber aprovechado para poner en valor la actividad industrial que albergó en su día el edificio, tal y como hizo la villa de Bueu con el antiguo Astillero de Purro, hoy remodelado como un museo al aire libre dedicado a la carpintería de ribera. 

2.- De cinco en cinco en Portonovo (Pontevedra)

Quién dijo vértigo. La creación de nuevas viviendas sobre las construcciones originales fue una tendencia que también marcó el boom urbanístico gallego y que dejó estampas como esta de Portonovo, en la que ni siquiera se estudió el utilizar los mismos materiales para erigir los nuevos pisos. Portonovo tiene un plan urbanístico que "permite casi todo", explica Carlos Fernández. 

3.- Bajos comerciales disponibles en A Laracha (A Coruña) 

El impacto paisajístico también se produce cuando las edificaciones se quedan vacías. Por eso es básico adecuarse al momento y al lugar cuando se decide urbanizar una parcela. La demanda actual de comercio local o de hostelería en A Laracha difícilmente podrá conseguir que se ocupen los bajos que se diseñaron en este edificio

Bien de Interés Cultural en Lugo / Canibalismo urbanístico e maltrato da paisaxe

Bien de Interés Cultural en Lugo / Canibalismo urbanístico e maltrato da paisaxe

4.- Un intento (fallido) de pazo en Ribadumia (Pontevedra)

Como si se tratase de un espejismo feudal en el siglo XXI, esta vivienda anexó a su planta baja un alto con diseño de pazo que rompe con todas las posibles guías de integración paisajística. Incluso una de las paredes laterales cuenta con una protección de uralita. Un claro ejemplo del afán de demostrar poderío ante el resto de los vecinos. 

5.- Un BIC curioso en Lugo 

A veces, la ubicación de algunos de estos esqueletos abandonados conlleva que se den situaciones cuanto menos sorprendentes. Es el caso de estos edificios del Parque de Rosalía de Castro, en Lugo, catalogados como Bien de Interese Cultural por estar dentro del Territorio Histórico del Camino Primitivo, que es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias