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Firmado el convenio del metal de Sevilla para más de 72.000 trabajadores

La Federación de Empresarios del Metal Fedeme, la CCOO y UGT han puesto la rúbrica este miércoles al acuerdo del sector siderometalúrgico, que mejorará el salario anual de los trabajadores.

Firmado el convenio del metal de Sevilla para más de 72.000 trabajadores
Imagen de la mesa de negociación del metal en Sevilla. Raúl Caro. / EFE

La Federación de Empresarios del Metal Fedeme y CCOO y UGT han firmado este miércoles el nuevo convenio colectivo del sector siderometalúrgico de Sevilla (2021-2023), que afecta a 7.288 empresas y 72.547 trabajadores y recoge incrementos del 1,5% desde julio del 2021, del 1,6% en el 2022 y del 1,8% en el 2023.

En un comunicado, la patronal Fedeme hace una "lectura positiva porque se ha conseguido superar un nuevo proceso negociador sin conflictividad y fortalecer la figura del convenio sectorial del metal de Sevilla como herramienta eficaz para la gestión laboral de las pymes, garantizando que compitan en las mismas condiciones salariales/laborales, proporcionándoles estabilidad y un nuevo marco de paz social de tres años".

El nuevo convenio prevé mecanismos de revisión salarial al IPC real, que para el primer año han sido amortiguados también en parte y se mantiene el precio de la antigüedad (quinquenios) durante dos años, vinculando su aumento a partir del 2023 al incremento salarial anual, y la jornada laboral vigente (1.759 horas por año).

Además, el nuevo convenio mantiene el valor de la hora extra, amplía el salario nuevo ingreso, permitiendo su uso a las ETT, entre otras cuestiones, y mantiene intacta su cláusula de compensación/absorción, según la cual las empresas que vinieran abonando a sus trabajadores, en su conjunto y cómputo anual, salarios por encima de convenio no estarán obligadas a aplicar los incrementos pactados.

El director gerente de la Fedeme, Carlos Jacinto Marín, ha explicado que el acuerdo es el resultado del "respeto y la prudencia que ha llevado a la ausencia de grandes conflictos en la última década" y ha afirmado que "no hay otro camino posible, máxime en un clima de tensión y crispación como el que atravesamos y cuando lo que está en juego es la imagen de un sector de una provincia, lo que es clave para la generación y seguridad de los negocios y de cara a la confianza de posibles inversores".

En este sentido, ha añadido que "las guerras no son buenas para nadie, tal y como se está comprobando con el conflicto generado en Cádiz".

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