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Un motín en un avión en Barajas intenta evitar la expulsión exprés de un senegalés

Diez personas han sido detenidas acusados de atentado contra agentes de autoridad. El senegalés, de 31 años, llevaba cinco viviendo en España y le habían retenido el pasaporte

Vista del aeropuerto Madrid-Adolfo Suárez Barajas, y su torre de control. REUTERS

AGENCIAS

MADRID.- Diez personas de nacionalidad senegalesa han sido detenidas por un motín en que intentaron evitar que un compatriota fuese expulsado de España. Los hechos tuvieron lugar este miércoles sobre las 18.30 horas. Dos policías entraron en un avión comercial de Iberia en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas con destino Dakar custodiando a un senegalés con orden de expulsión de España.

Entonces, el inmigrante comenzó a gritar y a pedir al pasaje que se pusiera de su parte, porque no quería ser expulsado, hasta que varios viajeros se levantaron para apoyarle y llegaron a agredir a los dos policías.

Los agentes pidieron apoyo al Cuerpo y hasta el lugar se acercaron más policías, que detuvieron y trasladaron a comisaría a los diez senegales, entre los que se encontraba el expulsado. Están acusados de atentado contra agentes de autoridad, lesiones y alteración del orden público.

El joven senegalés se llama Elhadji, tiene 31 años y había sido trasladado a Barajas desde una comisaría de Oviedo donde fue detenido este lunes porque pesaba una orden de expulsión sobre él dictada hace cinco años, los mismos que lleva viviendo en España.

Había pedido el permiso de residencia, pero se lo denegaron, así que el pasado 3 de marzo presentó un recurso contra la administración que aún no se ha resuelto. Según explicaron su abogada y personas de su entorno a Europa Press, el joven tenía el pasaporte retenido en comisaría y debía comparecer cada quince días ante la Policía, cosa que hacía habitualmente acompañado de su novia, ciudadana española.

El lunes, en una de estas comparecencias rutinarias, fue detenido y 24 horas después estaba viajando escoltado a Madrid para embarcar en un vuelo comercial con destino a Senegal. Iban a deportarle en lo que se conoce como expulsión exprés, es decir, aquella que ejecuta la policía durante el margen de 72 horas que una persona puede estar detenida.

Su letrada, María Luisa Menéndez, solicitó en un Juzgado de Instrucción en funciones de guardia en Oviedo que paralizase la deportación al menos, hasta que la administración resolviese el recurso sobre el permiso de residencia, pero no se lo concedieron.

También envió un escrito a la Delegación del Gobierno en Melilla soliciando que habida cuenta de que han pasado cinco años, revocase la orden de expulsión que aún pesaba sobre él, aunque como ella misma explica, estos trámites son más lentos.

"Es una tarea titánica", declaró la abogada, para incidir en que "la vida de una persona cambia mucho en cinco años" y en su opinión es algo que la Administración debería haber tenido en cuenta en este caso, en el que además del recurso pendiente, concurre el hecho de que su orden de expulsión está en ciernes de prescribir, la existencia de una relación de pareja estable en España y de una oferta laboral en firme para un contrato indefinido.

Este martes Elhadji fue trasladado por carretera a Madrid y conducido directamente a una de las salas de la Terminal 4 de Barajas, donde debía esperar a embarcar en un vuelo que debía salir a las seis de la tarde con destino a Senegal. A última hora de la tarde, tanto su letrada como las personas de su entorno consultadas daban por sentado que la expulsión se había ejecutado.

Fuentes de su entorno han informado de que el joven fue trasladado a dependencias policiales dentro del mismo aeropuerto, aunque desconocen cuál será su destino ahora.

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